Mingote ilustra la historia de Ribadesella

Los pueblos asturianos han descubierto el arte y la curiosidad como el componente m¨¢s preciado para atraer al visitante, y aunque algunos encierran una belleza sobresaliente en s¨ª mismos, han incorporado o lo tienen en proyecto obras que completen la admiraci¨®n del turista. ?scar Niemeyer, Eduardo Chillida, Agust¨ªn Ibarrola, Joaqu¨ªn Vaquero Turcios o, ahora, Antonio Mingote son algunos de los autores de estos monumentos adem¨¢s de otros nombres de ingenieros, arquitectos, pintores o escultores menos conocidos pero cuyas obras dan relieve a zonas o paisajes de poblaciones que la realidad asturiana est¨¢ cambiando para dotarles de una nueva personalidad en estos comienzos de siglo. La Asturias industrial, minera y marinera se est¨¢ transformando en el XXI en natural¨ªstica, inform¨¢tica, gastron¨®mica, tur¨ªstica y fundamentalmente receptora de buscadores del disfrute. E infinidad de pueblos han construido el museo de su especialidad hist¨®rica (siderurgia, miner¨ªa, sidra, jur¨¢sico, navegaci¨®n, etc¨¦tera) o adornado su entorno con un popular y renovado arte actual. Si en Llanes, a dos docenas de kil¨®metros de distancia, Ibarrola culmina sus Cubos de la memoria, el nuevo escaparate de Ribadesella ser¨¢ el mural que el humorista y acad¨¦mico Mingote prepara -en el paseo de la Gr¨²a, en su pintoresco puerto y prolongando el paseo de la Princesa de Asturias-, con gui¨®n de Toni Silva, para contar en seis grandes vi?etas la historia de este pueblo habitado ya por artistas del paleol¨ªtico (cuyas obras se pueden contemplar en la cueva de Tito Bustillo), cazadores de ballenas, emigrantes al Nuevo Continente, que recuerda el paso del primer viaje del rey Carlos I por sus calles y donde reside actualmente la bisabuela de la infanta Leonor.-