La invasi¨®n del 'manga' viviente
El c¨®mic vuelve a dar pruebas de su vitalidad en la jornada final de la feria alemana
El sorprendente final de la Feria del Libro de Francfort confirm¨® la vitalidad del mundo del c¨®mic y su aceptaci¨®n como veh¨ªculo art¨ªstico. En un ejercicio interactivo cada vez m¨¢s habitual, el recinto fue invadido por centenares de adolescentes y veintea?eros cosplayers, una moda cada vez m¨¢s popular que consiste en disfrazarse de su personaje favorito de c¨®mic con trajes realizados por ellos mismos. Un concurso organizado por la feria convoc¨® a estos j¨®venes otakus (fans de los c¨®mics japoneses manga) en medio de un paisaje casi surreal.
Un joven con unas gigantescas alas de plumas rojas se deja fotografiar a las puertas del pabell¨®n 3. Como ¨¦l, innumerables chicas y chicos se mezclaban ayer con los otros visitantes a la feria ataviados con impactantes trajes copiados al detalle de distintos c¨®mics manga. Llevan peinados de colores, orejas de peluche, maquillaje y todo tipo de accesorios. Son como los hijos de los punkis de los a?os ochenta en versi¨®n estrictamente personalizada, s¨®lo que en este caso parten de personajes creados en los libros.
El auge globalizador del c¨®mic se ha extendido desde Jap¨®n a todo el mundo. Pero las nuevas generaciones no conciben el consumo sin la interactividad. En cada lector hay tambi¨¦n un actor, y hasta un autor. Sentadas o tumbadas en el suelo de la secci¨®n de c¨®mics de la feria, una veintena de cosplayers dibujan en sus preciados cuadernos o ¨¢lbumes sus propios tebeos o llenan fren¨¦ticamente las p¨¢ginas en blanco con una cuidada escritura. Livia va de Gojyo y Kira de Sanzo, dos personajes de la serie de anime (animaci¨®n japonesa) Saiyuki. Livia, con el pelo te?ido de fucsia y un traje copiado de las pel¨ªculas, lamenta no haber tra¨ªdo a la feria su hacha al ver pasar a su lado a Goku (Dragon Ball) con un arma hecha con materiales inofensivos. Eso le hizo perder puntos en el concurso que convoc¨® ayer la feria y en la que estaban inscritos m¨¢s de 700 participantes.
Livia es una de las muchas chicas que pasaban el rato dibujando sentadas sobre la moqueta. "En cuanto tengo un momento dibujo o escribo las ideas que me vienen a la cabeza, lo que escribir¨ªa en un chat o un foro si tuviera a mano el ordenador", explica. No piensa dedicarse al c¨®mic, pero su amiga Kira, s¨ª. "Por ahora es un hobby antiestr¨¦s", dice. Lo del concurso es un pretexto para reunirse con otros cosplayers. Ambas consideran que disfrazarse y vivir sus personajes es casi una forma de vida.
Tambi¨¦n Mandy y Jana viven su fantas¨ªa. La primera va disfrazada de una de las integrantes de la banda de rock japon¨¦s Kra, que forma parte de la tendencia visual kei de grupos (en su mayor¨ªa femeninos) que act¨²an disfrazados y maquillados. La segunda va de Kodona, una lolita g¨®tica. Hay muchas lolitas entre los cosplayers, algunas ingenuas, otras de un romanticismo kitsch o de atrevida ciencia-ficci¨®n. Tambi¨¦n hay chicos disfrazados de Kimimaru o Kankuro, con blancas pelucas de pelo largo y un antifaz como los de estos dos personajes del c¨®mic Naruto, uno de los grandes best sellers internacionales del g¨¦nero.
"El a?o pasado, en las bibliotecas madrile?as, los libros m¨¢s solicitados fueron los de Naruto, por encima de otros ¨¦xitos de ventas como El c¨®digo Da Vinci", comenta Mar Calpena, de la filial barcelonesa de la editorial francesa Gl¨¦nat. El c¨®mic japon¨¦s ha ido ganando en popularidad durante los ¨²ltimos a?os en Espa?a y ha contribuido al nuevo despegue del g¨¦nero en librer¨ªas. "Despu¨¦s del boom del c¨®mic en los a?os setenta y ochenta hubo una ca¨ªda, quiz¨¢ porque no se supo conectar con el mercado. A mediados de los noventa, la afici¨®n al manga ha hecho remontar el c¨®mic y ha conquistado a los lectores adolescentes. Antes de este fen¨®meno, el c¨®mic hab¨ªa quedado reducido al de los adultos o los ni?os".
Resulta un poco extra?o hojear un c¨®mic de ¨¦stos que tienen la portada en la parte posterior del libro y que se leen de atr¨¢s hacia delante. Pero la decisi¨®n de seguir el modelo original japon¨¦s en las ediciones espa?olas ha sido el secreto de su ¨¦xito. Un mundo muy complejo el del manga y el anime, que abarca g¨¦neros como el shoyo (para chicas, de temas rom¨¢nticos), el shonen (de aventura y acci¨®n para adolescentes) o incluso el seinen (para adultos, con tramas m¨¢s elaboradas), el hentai (er¨®tico) o el yaoi (homosexual). Hay mangas hasta para ancianos, con temas en torno a la salud.
Pese a su dominio en el mercado, no s¨®lo los japoneses acaparan la atenci¨®n. Entre los espa?oles, los derechos de traducci¨®n de Torpedo, de Abuli & Bernat, han sido comprados para Croacia e Italia durante esta feria. Por otro lado, la s¨®lida tradici¨®n del c¨®mic franc¨¦s sigue dando magn¨ªficos ejemplos como se pudo apreciar en Francfort. "El manga ha ganado terreno tambi¨¦n en Francia, pero no est¨¢ poniendo en peligro a los autores franceses. Se edita la misma cantidad de t¨ªtulos, s¨®lo que las tiradas son menores", comenta el editor Olivier Galli. "Actualmente, el mercado franc¨¦s se reparte en un 30% para el manga, un 60% de libros franceses y un 5% de estadounidenses". Superman y sus compinches pierden fuerza.
Babelia
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