Marruecos rodea con sus banderas la sede de Minurso en El Aai¨²n
Doble pol¨¦mica entre Marruecos y Naciones Unidas ambas a prop¨®sito del S¨¢hara Occidental. El general dan¨¦s Kart Mosgaard, que manda la Minurso, el contingente de cascos azules desplegados en la antigua colonia espa?ola, comunic¨® hace una semana a Marruecos que iba a arriar su bandera que desde hace 15 a?os ondeaba, junto a la de la ONU, en el cuartel de esta organizaci¨®n internacional en El Aai¨²n.
En paralelo, Mosgaard hizo otro tanto con el Frente Polisario cuyos estandartes tambi¨¦n flambeaban, al lado de los de Naciones Unidas, del otro lado del muro militar de defensa marroqu¨ª, en ese 15% del territorio del S¨¢hara que controlan los independentistas saharauis.
A Marruecos no le gust¨® esa iniciativa. Hasta un diario moderado, como L'?conomiste, denunci¨® la "provocaci¨®n" de la ONU. Rabat reaccion¨® mandando instalar decenas de banderas marroqu¨ªes alrededor del edificio de Naciones Unidas en la capital del S¨¢hara.
La decisi¨®n fue tomada "para ser estrictamente imparciales en el conflicto", explic¨® la Minurso en un comunicado difundido el pasado fin de semana. "La presencia de s¨ªmbolos nacionales de ambas partes pueden causar problemas a nuestro futuro trabajo de ayuda a las partes para mantener el alto el fuego", a?adi¨®.
Marruecos polemiz¨® tambi¨¦n, esta vez abiertamente, con la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, que elabor¨® un informe muy cr¨ªtico con los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes en la antigua colonia espa?ola. Aunque secreto, el documento fue desvelado por EL PA?S el s¨¢bado.
Horas despu¨¦s Rabat hacia p¨²blica la carta que su ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, hab¨ªa enviado a Arbour en la que refuta sus alegaciones. "Este informe, muy asim¨¦trico, est¨¢ dedicado en su mayor¨ªa al S¨¢hara marroqu¨ª y se focaliza b¨¢sicamente sobre el derecho a la autodeterminaci¨®n al tiempo que oculta [que la poblaci¨®n del territorio] goza de plenos derechos pol¨ªticos, econ¨®micos y culturales", escribe Benaissa.
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