Un surcoreano para dirigir la ONU

El proceso de selecci¨®n del pr¨®ximo secretario general de Naciones Unidas entra en una fase crucial. El Consejo de Seguridad celebra hoy en Nueva York un voto formal secreto para designar al ministro surcoreano de Relaciones Exteriores, Ban Ki-moon, como candidato a suceder a Kofi Annan a partir del 1 de enero de 2007. Si se confirma la elecci¨®n, que la Asamblea General deber¨¢ bendecir a partir del jueves, Ban Ki-moon llevar¨¢ las riendas de la ONU durante los pr¨®ximos cinco a?os, en un momento clave para la credibilidad de la organizaci¨®n mundial.

La avalancha de aspirantes en los pasillos de la ONU que muchos auguraban para disputar el puesto de secretario general nunca se produjo. Durante el proceso de selecci¨®n, que comenz¨® en julio en el Consejo de Seguridad, no hubo ning¨²n choque de relevancia, a diferencia de pasadas elecciones. La contienda para la sucesi¨®n de Annan la disputaron siete candidatos: Ban Ki-moon (Corea del Sur), Shashi Tharoor (India), Vaira Vike-Freiberga (Letonia), Surakiart Sathirathai (Tailandia), Ashraf Ghani Ahmadzai (Afganist¨¢n) y Jayantha Dhanapala (Sri Lanka).

Tras una votaci¨®n informal el pasado lunes, en la que el candidato surcoreano obtuvo 14 votos a favor y una abstenci¨®n, el resto de aspirantes se retiraron de la contienda, dejando el camino expedito a Ban Ki-moon.

El diplom¨¢tico surcoreano, de 62 a?os de edad, se consagr¨® desde la primera ronda de votos informales lanzada en julio como la persona con m¨¢s posibilidades en la carrera sucesoria. El asi¨¢tico es descrito como una persona trabajadora, con una reputaci¨®n inmaculada, un moderado que, sin embargo, no elude las confrontaciones. Su papel ha sido clave en las conversaciones a seis con Corea del Norte y se le considera una persona pr¨®xima a EE UU, tras su paso por la Embajada en Washington.

Tambi¨¦n conoce los entresijos de la ONU gracias a su experiencia en la misi¨®n (embajada) de su pa¨ªs en Nueva York. Le preocupa la paz y la seguridad, el desarrollo, la democracia, el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional.

En el organismo, sin embargo, no muestran mucho entusiasmo con la selecci¨®n y algunos temen que Ban Ki-moon no tenga el perfil y carisma suficientes para recuperar la moral en la instituci¨®n tras los casos de corrupci¨®n, las divisiones entre sus miembros y el bloqueo ante decisiones de relevancia.

Rotaci¨®n mundial

El texto fundacional de la ONU es vago cuando se refiere a las funciones de su secretario general y no establece gu¨ªas sobre cualidades personales ni sobre el procedimiento a seguir para su elecci¨®n. La designaci¨®n se hace siguiendo un ritual oscuro, pactado de palabra por sus miembros y por el que se considera que el puesto debe ser ocupado por una personalidad cualificada, que haya tenido alg¨²n cargo internacional y procedente de un pa¨ªs de tama?o peque?o o medio.

Seg¨²n ese pacto, el puesto rota entre las distintas regiones del mundo, lo que explica que esta vez recaiga en Asia. Junto a la gesti¨®n del organismo, entre las responsabilidades del n¨²mero uno de la ONU est¨¢ la de dirigir la atenci¨®n del Consejo de Seguridad hacia cualquier amenaza para la paz y la seguridad. El n¨®rdico Dag Hammarskjold se esforz¨® durante su mandato (1953-1961) por transformar la secretar¨ªa general de un puesto eminentemente burocr¨¢tico a uno m¨¢s pol¨ªtico, diplom¨¢tico y humanitario, un modelo que fue seguido por sus sucesores.

Kofi Annan ha sido muy activo en esos tres frentes y se ha esforzado durante sus 10 a?os en el cargo por adaptar la instituci¨®n a las nuevas realidades en la escena internacional, con una atenci¨®n especial a la lucha contra la pobreza y la defensa de los derechos humanos. Entre su legado figura, adem¨¢s de poner el foco de la comunidad internacional sobre ?frica, la aceptaci¨®n del principio que obliga a los pa¨ªses a proteger a las personas que sufren un trato inhumano y el genocidio, incluso cuando estos actos son infligidos por sus propios gobiernos, un principio que se hizo necesario a ra¨ªz de la matanza en Ruanda, pero de dif¨ªcil aplicaci¨®n si se observa la actual inmovilidad en Darfur (Sud¨¢n).

Annan tambi¨¦n ser¨¢ recordado por su ¨²ltima gesti¨®n diplom¨¢tica en Oriente Pr¨®ximo, tras la crisis en L¨ªbano, y por algunas de las iniciativas para reformar el organismo, como la creaci¨®n de una Comisi¨®n de Pacificaci¨®n y la transformaci¨®n del Comit¨¦ de Derechos Humanos en un Consejo m¨¢s eficaz. Pero queda pendiente la renovaci¨®n del Consejo de Seguridad, que sigue actuando con una estructura heredada de la guerra fr¨ªa.