Ropa de Bombay
En las tiendas de Interm¨®n-Oxfam hay ropa que proviene de lejanos y modestos talleres de India, como los de Creative Handicrafts. Son obra de las mujeres agrupadas en este centro de autoempleo de la mujer en Andheri, un suburbio del norte de Bombay, la gran capital financiera que ahora se llama Mumbai. El conductor ha avanzado lentamente por la avenida serpenteante que atraviesa uno de los inmensos barrios de chabolas hasta dar con el peque?o cartel y la flecha que adentran al visitante por un sinuoso corredor entre modestos habit¨¢culos.
La hermana Isabel est¨¢ a punto de irse, pero con la llegada del grupo de catalanes alarga contenta su jornada. Hace 20 a?os, empez¨® con dos mujeres un proyecto que hoy ocupa a m¨¢s de 1.000 y acoge a medio millar de ni?os. Ahora es un director nativo quien lleva las riendas del centro, pero ella contin¨²a yendo todas las ma?anas a echar una mano. Nacida en Salamanca hace 80 a?os, que no aparenta, Isabel Mart¨ªn lleva 52 en la India como miembro de la congregaci¨®n de Misioneras de Cristo Jes¨²s. La presencia en el grupo de un sobrino del jesuita barcelon¨¦s ?ngel Montalvo despierta evocaciones de los primeros tiempos, cuando Vicente Ferrer lleg¨® para su primera misi¨®n cerca de Bombay. Les llamaban el gordo y el flaco.
Dos centros de aprendizaje de corte y confecci¨®n y 11 cooperativas ocupan a 400 mujeres y otras 200 trabajan en sus hogares. Otras 700 mujeres participan en programas de microcr¨¦dito y un grupo m¨¢s reducido gestiona un servicio de comidas llamado Asli Foods. Son mujeres pobres del suburbio, rescatadas mediante el trabajo de un submundo de privaciones y humillaciones, que empiezan a menudo en los propios maridos. Los hijos peque?os son acogidos y alimentados en parvularios y m¨¢s tarde pueden obtener becas de estudio. El centro ha ido creciendo con la compra de peque?as edificaciones anexas.
Un grupo de j¨®venes voluntarios barceloneses de Setem est¨¢n acabando de comer en la breve terraza cubierta que sirve de recibidor y sala de reuniones, presidida por una pizarra con un gr¨¢fico de los principios y objetivos de Creative Handicraft. En un espacio reducido hay el despacho del director y una oficina llevada por varias mujeres. En las casas pr¨®ximas, otras mujeres hacen patrones, cortan, cosen, bordan y acaban piezas en peque?as habitaciones abiertas al exterior. Sentadas en el suelo, vistiendo elegantes saris de colores, ofrecen su mejor sonrisa a los visitantes que acompa?a la hermana Isabel y les muestran su trabajo si entran, descalzos, en la sala. Por el estrecho callej¨®n circulan habitantes de chabolas pr¨®ximas que ceden ceremoniosamente el paso. Un chico trae de reparar una vieja m¨¢quina de coser.
Este peque?o mundo est¨¢ hoy amenazado. Isabel Mart¨ªn y Johnny Joseph han lanzado una petici¨®n de ayuda urgente a los benefactores que apoyan en Espa?a la tarea de Creative Handicrafts: "Con el completo deseo de deshacerse de los barrios de chabolas de Bombay, el Gobierno ha alentado a constructoras privadas a derribar esos barrios y construir pisos en su lugar. En semejante escenario, con las constructoras golpeando en nuestras puertas...". Despu¨¦s de muchas gestiones, han conseguido una oferta aceptable en un lugar cercano, una ¨¢rea de 500 metros cuadrados para cuya construcci¨®n necesitan 300.000 euros. Las contribuciones pueden ingresarse en la cuenta bancaria Misioneras de Cristo Jes¨²s (indicando para Creative Handicrafts) 0075 0001 83 0606017742 del Banco Popular.
En dos ocasiones anteriores, las aportaciones espa?olas han servido para abrir una tienda fuera del suburbio y para el m¨¢s atrevido de sus proyectos: la obtenci¨®n de licencias para conductoras de rickshaws, los populares taxis triciclo que en Bombay son de motor. Hay que vencer muchos prejuicios en este gran pa¨ªs donde la condici¨®n de la mujer es secundaria. La tienda est¨¢ en el barrio de Dadar, cerca de la autopista, en el centro de la gran pen¨ªnsula alargada de norte a sur que ocupa esta metr¨®poli de casi 20 millones de habitantes.
Es un mediod¨ªa suave de la estaci¨®n h¨²meda y el monz¨®n se manifiesta s¨®lo con breves chubascos. En la tienda de Creative Handicrafts encontramos a Am¨ªn, compa?ero de orfanato de la dependienta y conocido en los c¨ªrculos de voluntariado de Barcelona. Am¨ªn vivi¨® en la calle, como hacen a¨²n varios millones de personas, pero ha podido rehacer su vida en Sneha Sadan, o casa del amor, y trabaja como conductor de quienes deseen conocer el Bombay real (www.snehatravels.in).
Este verano ha estado en Barcelona promoviendo ayuda para la Committed Communities Development Trust (CCDT), una organizaci¨®n no gubernamental creada en 1990 a partir de un proyecto de lucha contra la lepra, hoy erradicada en la zona de Bombay. La CCDT centra su trabajo en los ni?os afectados de tuberculosis y sida y Am¨ªn es un colaborador entusiasta. En el libro La ciutat dels somriures. Hist¨°ries de superviv¨¨ncia a Bombai -hay tambi¨¦n edici¨®n en castellano- sobre la experiencia de cooperante, Mart¨ª Gironell relata la aventura vital de su amigo Am¨ªn como un emocionante ejemplo de esfuerzo, superaci¨®n y generosidad.
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