Turismo sanitario y otros d¨¦ficit

El sistema p¨²blico sanitario valenciano goza de excelente salud y fama. Dicho esto deber¨ªamos aducir una tanda de objeciones y cr¨ªticas, algunas perfectamente verificables -?c¨®mo negar las listas de espera?- y otras muchas discutibles o circunstanciales. En todo caso, y juzgada con objetividad, la sanidad p¨²blica que nos ha tocado en suerte revela unos ¨ªndices singulares de calidad, lo que nos obliga a estar sensibilizados con los problemas que la atosigan, limitativos de su crecimiento y mejora. No olvidemos que cuando lo p¨²blico renquea suele acontecer que lo privado prospere a su costa y a la nuestra.

Por fortuna -todav¨ªa- esa calidad que anotamos es un atributo se dir¨ªa que universalmente reconocido, como delata la cantidad de pacientes nacionales y extranjeros que acuden a los centros m¨¦dicos valencianos y que responden gen¨¦ricamente a la descripci¨®n de "turistas sanitarios". Una nota informativa de la consejer¨ªa del ramo se?alaba estos d¨ªas que los hospitales valencianos han atendido en 2005 a 56.884 turistas extranjeros, lo que le ha supuesto un gasto de 84 millones en n¨²meros redondos, de los que ha recibido tan s¨®lo cuatro del Fondo de Cohesi¨®n estatal. Es en este apartado asistencial en el que m¨¢s abunda el fraude a la sanidad valenciana, sobre todo en el cap¨ªtulo de extranjeros procedentes de la Uni¨®n Europea, esos que a menudo llegan con viajes programados para someterse a terapias e intervenciones quir¨²rgicas que en sus pa¨ªses de origen no tienen cobertura y que aqu¨ª, adem¨¢s de econ¨®micamente cubiertas, se llevan a cabo con confort y calidad. Se trata de una partida dif¨ªcil de evaluar hasta ahora, seg¨²n el citado departamento, que subraya, no obstante, el abuso en que se viene incurriendo.

Tomemos en consideraci¨®n asimismo que el aumento de extranjeros empadronados en la Comunidad entre 2001 y 2006 ha sido del 221% frente al 183% del conjunto del Estado, con la singularidad de que este "efecto llamada" ha atra¨ªdo a esta autonom¨ªa el 34% de todos los extranjeros mayores de 65 a?os residentes en Espa?a, porcentaje que alcanza el 40% en punto a residentes originarios de la UE. A todos ellos se les otorga asistencia sanitaria en las mismas condiciones que a los espa?oles, esto es, p¨²blica, universal y gratuita, s¨®lo que en esa franja de edad el consumo sanitario es mucho mayor y pesa en buena parte sobre las finanzas comunitarias.

Tambi¨¦n los turistas nacionales dejan su pufo, pues el coste estimado de la asistencia que reciben asciende a los 125 millones de euros que el erario valenciano asume ¨ªntegramente. Muchos turistas, como constatan cada verano los hospitales de la red p¨²blica, m¨¢s colmados si cabe en esta estaci¨®n debido al aluvi¨®n tur¨ªstico que les sobreviene y que demanda atenci¨®n sanitaria, bien porque son usuarios que lo necesitan, bien porque, adem¨¢s, lo programan.

Para acotar en lo posible fraudes y sablazos a la sanidad p¨²blica, el consejero Rafael Blasco, en consonancia con su pulsi¨®n legislativa, ha elaborado un anteproyecto de Ley de Aseguramiento que, en puridad, pretende identificar a las personas for¨¢neas temporalmente desplazadas y atendidas para gestionar que su pa¨ªs o comunidad de origen reembolse el gasto efectuado en aquellos casos que haya derecho al reintegro. Elemental. Por otra parte, a los extranjeros se les prestar¨¢ la atenci¨®n que contemple el sistema sanitario de su pa¨ªs de origen, por lo que la sanidad espa?ola dejar¨¢ de ser un chollo para no pocos turistas. Los inmigrantes irregulares se beneficiar¨¢n del principio de solidaridad, pero con el deber de empadronarse. L¨®gico.

Suturada esta fuga de recursos, propia de una Administraci¨®n auton¨®mica m¨¢s pr¨®diga que generosa, y reduci¨¦ndose como se constata el crecimiento del gasto farmac¨¦utico -todo hay que decirlo-, ya s¨®lo falta que para no degradar la salud y fama de nuestra sanidad y de otros servicios p¨²blicos, en el reparto de la tarta financiera estatal al Pa¨ªs Valenciano se le reconociesen -y sufragasen- los 700.000 ciudadanos m¨¢s en que ha crecido el censo desde 1999. Ja som 4,7 mili¨®ns. Una reivindicaci¨®n que concierne a todos los partidos pol¨ªticos, al margen de su color y de las siglas que gobiernen desde la Moncloa en Madrid.