Las tres palabras de la discordia

?Puede el Partido Popular, el principal de la oposici¨®n, votar no al Estatuto de Andaluc¨ªa porque no le gustan tres palabras? ?Va a soportar durante otros 26 a?os que se le recuerde su alergia autonomista porque figuren "realidad nacional" y "laica"? ?Puede el PSOE tirar por la borda el acuerdo con el PP por esos mismos t¨¦rminos?

A partir del d¨ªa 19, cuando empiece el debate de la proposici¨®n de ley de reforma del Estatuto de Andaluc¨ªa en la Comisi¨®n Constitucional del Congreso se ver¨¢ hasta qu¨¦ punto est¨¢n dispuestos a ceder los dos partidos. Por el momento, el Partido Popular ha pasado de la virulencia verbal a la hora de pronunciarse sobre estas cuestiones a una cierta displicencia. Est¨¢n a la espera de que los socialistas les presenten redacciones que les permita asumir, aunque sea con la nariz tapada, esos preceptos.

Una decena de art¨ªculos separan al PP de su voto afirmativo en el Congreso al Estatuto andaluz, aunque, seg¨²n fuentes de los dos partidos, estos se reducen a dos: el Pre¨¢mbulo, en el que se afirma que "la Constituci¨®n espa?ola, en su art¨ªculo 2, reconoce la realidad nacional de Andaluc¨ªa como una nacionalidad"; y el art¨ªculo 21, en el que se dice que "la ense?anza p¨²blica es laica, sin perjuicio del derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formaci¨®n religiosa y moral de acuerdo a sus propias convicciones".

Se trata de dos art¨ªculos con una potente carga simb¨®lica e ideol¨®gica, m¨¢s que de eficacia. Seg¨²n la doctrina, los Pre¨¢mbulos no tienen consecuencias jur¨ªdicas y la redacci¨®n del art¨ªculo 21 es un galimat¨ªas que dice una cosa -la ense?anza p¨²blica es laica- y la contraria -pero los ni?os pueden recibir clases de religi¨®n-. Esta redacci¨®n se puede embarullar a¨²n m¨¢s si sale la enmienda que prepara el PSOE en la que acude al auxilio del art¨ªculo 16.3 de la Constituci¨®n para dejar claro que cuando proclama el laicismo de la ense?anza, lo hace "en el sentido de que ninguna confesi¨®n tendr¨¢ car¨¢cter estatal".

La posici¨®n del PSOE en ambos temas es absolutamente firme: ninguna de esas palabras va a desaparecer. Los socialistas afirman que han jugado limpio con sus interlocutores populares, cuando en el mes de julio comunicaron por escrito al PP, a trav¨¦s del ex secretario general, Juan Ojeda, que el termino "realidad nacional" era "intocable".

Fuentes pr¨®ximas al presidente andaluz, Manuel Chaves, aseguran que est¨¢ dispuesto a "asumir el coste" de que no haya acuerdo con los populares por esas dos banderas. De lo contrario, el PSOE caer¨ªa en los m¨¢s absolutos de los rid¨ªculos, al defender durante meses una expresi¨®n que no forma de su acervo ideol¨®gico, que la incluyeron para atraerse sin ning¨²n ¨¦xito al PA y, que posteriormente argumentaron que se trataba de hacer un Estatuto en plano de "igualdad" con Catalu?a.

Al PP la oferta que le ha hecho el PSOE de a?adir "en el marco de la unidad de Espa?a" al t¨¦rmino realidad nacional le parece "insuficiente", dijo la semana pasada la ponente popular Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, quien enfatiz¨®: "La Constituci¨®n espa?ola no contempla la definici¨®n de Andaluc¨ªa como realidad nacional. Eso no es asumible". "Tal y como est¨¢ no es asumible", repiti¨® Sanz.

Estas educadas declaraciones son la cara amable de otra mucho m¨¢s agresiva en las dirigentes populares calificaron la realidad nacional de Andaluc¨ªa como un "cachondeo" (Mariano Rajoy), una "chirigota" (Mar¨ªa San Gil) o un "fraude constitucional" (Antonio Sanz). Los populares guardaron un absoluto silencio cuando el ex ministro de la UCD y padrino pol¨ªtico de Javier Arenas, Manuel Clavero Ar¨¦valo, alumbr¨® esta redacci¨®n en el Parlamento. Incluso, fuentes populares llegaron a afirmar que llegados el caso estaban dispuestos a asumir la f¨®rmula Clavero, tras a?adir algunos matices.

El principal problema que tiene el PP para dar su abrazo definitivo al Estatuto andaluz se encuentra, una vez m¨¢s, fuera de Andaluc¨ªa. Se hallan en los folios registrados por los diputados populares ante el Tribunal Constitucional contra el Estatuto de Catalu?a. La soluci¨®n que han ido buscando socialistas, populares e Izquierda Unida ha sido la de enmarcar los puntos dudosos del Estatuto andaluz, muchos de ellos copiados del catal¨¢n, en el marco de la legislaci¨®n estatal o de la Constituci¨®n. De este modo, pueden ahorrarle trabajo al alto tribunal cuando dicte sentencia, aunque un sector del PP tambi¨¦n puede dar por finalizada su teor¨ªa de la ruptura de Espa?a.