La marcha m¨¢s silbada
EL PA?S presenta ma?ana, s¨¢bado, por 8,95 euros, la pel¨ªcula realizada en 1957 por David Lean y que consigui¨® siete 'oscars'
La melod¨ªa m¨¢s silbada, en realidad, se cantaba. Pero la viuda del militar brit¨¢nico Kenneth J. Alford, el compositor de la archifamosa Marcha del coronel Bogey, consideraba de escaso gusto algunas letras y s¨®lo consinti¨® la venta de los derechos bajo la f¨®rmula de silbarla y no cantarla. Y as¨ª lo hicieron los soldados brit¨¢nicos de El puente sobre el r¨ªo Kwai. El resto es historia del cine, incluido el oscar que gan¨® el reputado compositor Malcolm Arnold por su banda sonora gracias, sobre todo, a una melod¨ªa que no era suya y que incorpor¨® al filme ante la insistencia de su realizador, el brit¨¢nico David Lean.
Si la historia del cine se alimenta de pasajes de este tipo, la popular, ¨¦pica y dram¨¢tica pel¨ªcula sobre unos prisioneros que reciben el encargo de los japoneses de construir un puente en la Segunda Guerra Mundial podr¨ªa ocupar un libro entero. Entre los siete oscars que obtuvo el filme rodado en 1957 se encuentra el del mejor gui¨®n adaptado. El premio fue a parar al escritor franc¨¦s Pierre Boulle, autor de la novela original. Sin embargo, los aut¨¦nticos guionistas fueron los estadounidenses Carl Foreman y Michael Wilson, responsables de la escritura de filmes como Los ca?ones de Navarone o Lawrence de Arabia, respectivamente.
Ni Foreman ni Wilson firmaron el gui¨®n de El puente sobre el r¨ªo Kwai porque estaban incluidos en las "listas negras" del senador derechista Joseph McCarthy, el responsable de la llamada "caza de brujas". S¨®lo muchos a?os despu¨¦s la Academia de Hollywood reconoci¨® su labor y les concedi¨® el oscar, que leg¨ªtimamente les correspond¨ªa, a t¨ªtulo p¨®stumo en 1984.
Tambi¨¦n Alec Guinness gan¨® un oscar al mejor actor protagonista por su interpretaci¨®n del coronel brit¨¢nico Nicholson, enfrentado al japon¨¦s Saito (encarnado por la antigua estrella del cine mudo Sessue Hayakawa). No obstante, el papel principal se ofreci¨® primero al tambi¨¦n magn¨ªfico actor Charles Laughton. ?ste lo rechaz¨® ante la perspectiva de vivir y rodar durante semanas en mitad de la selva de Sri Lanka, que deb¨ªa simular Tailandia, entre incomodidades y peligros varios. A punto estuvo Guinness de regresar a su pa¨ªs cuando se enter¨® de que hab¨ªa sido la segunda opci¨®n.
La incorporaci¨®n de una estrella de EE UU como William Holden respond¨ªa a cuestiones de mercado y provoc¨® que su papel fuera ampli¨¢ndose. En el gui¨®n original era el militar ingl¨¦s enviado para volar el puente ferroviario. En la cinta se convierte en un prisionero que se fuga, tiene un romance y vuelve para cumplir su misi¨®n.
Entre sanguijuelas selv¨¢ticas y egos tan pronunciados como el suyo, el realizador David Lean logr¨® poner orden en el complicado rodaje y ofrecer una de las pel¨ªculas b¨¦licas m¨¢s espectaculares de la historia del cine. El director brit¨¢nico tambi¨¦n se llev¨® su oscar por este filme, que funciona con la precisi¨®n del ingeniero especialista en levantar puentes.
Babelia
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