La cara dura
Austero en palabras como era, enemigo de los versos desnecesarios, el escritor Miguel Torga tuvo el detalle de darle un impagable consejo al entonces presidente de Portugal, el general Ramalho Eanes: "Seja s¨¦rio, mas n?o se leve a s¨¦rio". Sea serio, se?or, pero no se tome en serio. Confieso mi creciente hechizo ante nuestro Jos¨¦ Mar¨ªa Nostradamus ?znar, un hombre serio que sigue siendo capaz de tomarse incre¨ªblemente en serio. Sigo sus declaraciones por el mundo adelante como una groupie a su estrella favorita, como la perseverante Nancy Spungen a Sid Vicious, el l¨ªder de Sex Pistols. Y eso que Sid Vicious era menos punk que Aznar en las letras, por no hablar de otros atributos como la cresta. Me tem¨ª que iba a ablandarse con su nuevo empleo en la multinacional del entretenimiento. Ah¨ª est¨¢ Clint Eastwood, qui¨¦n lo ha visto y qui¨¦n lo ve. En realidad s¨®lo fue un duro de verdad mientras rod¨® en Almer¨ªa. F¨ªjense si era dura la Almer¨ªa de los sesenta que para ba?ar al perro de Brigitte Bardot, que participaba en Las petroleras, tuvieron que ir a por una cisterna de agua dulce a Lanjar¨®n. Por su parte, cuando Eastwood llegaba al rodaje, despu¨¦s de dos horas de jeep, curvas y polvo, escup¨ªa monos¨ªlabos de guijarro y una sentencia final en funda de bala. Aquel arquetipo duro abandon¨® el desierto, el nihilismo macarra del spaguetti-western, y con el tiempo se ha hecho tan desesperadamente humanista como para interpretar a un fot¨®grafo de puentes o a un entrenador de boxeo femenino, agn¨®stico y, por si fuera poco, lector de poemas de Yeats. Todo lo contrario de nuestro h¨¦roe, cada vez m¨¢s aguerrido en su papel de ep¨ªgono de la pol¨ªtica de spaguetti-western, rectificando al ya laxo Ratzinger, propagando patri¨®ticamente por doquier la profec¨ªa de la "balcanizaci¨®n" de Espa?a, invocando a los Reyes Cat¨®licos como futuro sucesorio y exigiendo perd¨®n a los musulmanes por ocho siglos de ocupaci¨®n peninsular, dispensando, supongo, la Guardia Mora de Franco y el que fue su capit¨¢n general en Galicia y Canarias, Mohamed Mezian. Y luego esa ficci¨®n de la teor¨ªa conspirativa sobre el 11-M, que, en la pr¨¢ctica, supondr¨ªa exculpaci¨®n de lo que se presenta como gran enemigo, "el peligro isl¨¢mico". ?Qu¨¦ personaje, qu¨¦ historia! S¨®lo falta, en el interminable master, un r¨®tulo de advertencia: Mas n?o se leve a s¨¦rio.
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