Pepe Habichuela brilla en solitario
Desde el centro del escenario, el tocaor se constituye en el v¨¦rtice de un ¨¢ngulo que preside su noche y, por extensi¨®n, la de una estirpe flamenca como pocas, la de los Habichuela. Con la ayuda de unas proyecciones y voz en off, nos ir¨¢ presentando el pasado, presente y futuro de una familia que, como un ¨¢rbol, hunde sus ra¨ªces en la tierra granadina y expande sus ramas para ofrecer nuevos frutos. Con esa presentaci¨®n, que est¨¢ muy cuidada en el tratamiento esc¨¦nico (la mano de Pepa Gamboa), el guitarrista lidera la labor de dar vida e ilustrar cada una de esas tres etapas que, tal como se fueron desarrollando, podr¨ªan dar lugar a afirmar que el pasado casi primitivo ha dado lugar a un presente glorioso, y ¨¦ste a un futuro a¨²n incierto pero que, como poco, va a ser bastante distinto.
La noche de Pepe Habichuela
Guitarra y direcci¨®n: Pepe Habichuela y Josemi Carmona. Artistas invitados: Pitingo, Pepe Luis Carmona, Amparo Bengala (cante), Carles Benavent (bajo) y David Paniagua (baile), entre otros. Teatro Central, 13 de octubre de 2006.
Es lo que corresponder¨ªa a la secuencia de un concierto que fue de m¨¢s a menos, con un arranque espectacular, expresi¨®n de la mejor guitarra flamenca de concierto y, sobre todo, plasmaci¨®n de toda una escuela. Posteriormente, y seg¨²n iban entrando las colaboraciones, el tono inicial tender¨ªa a diluirse.
La configuraci¨®n de la escuela qued¨®, pues, bien fijada en la primera parte con Pepe Habichuela en solitario. Da gusto escuchar la pulcritud de un sonido que remite a unas esencias tan s¨®lidas como renovadas. La grana¨ªna inicial fue as¨ª dulce y melodiosa, logrando transmitir su jondura m¨¢s all¨¢ de una t¨¦cnica que se mostraba impecable, riqu¨ªsima en arpegios y con un bord¨®n que era el alma interna de la composici¨®n. Despu¨¦s, esa misma t¨¦cnica dar¨ªa forma a una sole¨¢ cl¨¢sica y paradigm¨¢tica, limpia y luminosa, para enmarcar. Y luego, con la entrada de su hermano Carlos, el tocaor cogi¨® alas para entregarse por fandangos a la creaci¨®n de un rosario de bell¨ªsimas y flamencas falsetas.
As¨ª podr¨ªamos haber estado toda la noche, pero ya se sabe que el concertista de este tiempo raramente va m¨¢s all¨¢ en solitario y tiende a hacerse acompa?ar de todo tipo de colaboraciones, y m¨¢s en este caso donde entraba en juego toda la familia.
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