Admirable novelista de la espera
Dino Buzzati parec¨ªa ser uno de esos escritores destinados a brillar fugazmente y extinguirse, pero el destino ha sido complaciente con ¨¦l. Curiosamente, este admirable novelista de la espera ha sido el esperado por la fortuna, esa severa figura que se disfraza de d¨ªscola y arbitraria, pero cuyos favores s¨®lo se convierten en perdurables cuando se al¨ªan con el muy exigente paso del tiempo. Buzzati naci¨® en Belluno, Italia, el 16 de octubre de 1906 y falleci¨® en Roma en 1972. Se inici¨® como periodista en el Corriere della Sera milan¨¦s en 1928, pero pronto extendi¨® su escritura hacia el teatro, el relato y la novela. En Espa?a se le conoce sobre todo por su novela El desierto de los t¨¢rtaros, una formidable obra maestra que conocimos primero en su edici¨®n argentina hasta que Alianza Editorial encarg¨® su traducci¨®n a Esther Ben¨ªtez. De la mano de Alianza lleg¨® tambi¨¦n a nuestras manos una selecci¨®n de sus cuentos, pero es en estos ¨²ltimos tres a?os cuando Buzzati, considerado hasta ahora un cl¨¢sico menor de libro ¨²nico, ha comenzado a atraer de nuevo a los lectores espa?oles.
"Nada m¨¢s ser nombrado oficial, Giovanni Drogo parti¨® una ma?ana de septiembre de la ciudad para dirigirse a la Fortaleza Bastiani, su primer destino". As¨ª comienza su novela m¨¢s famosa, la historia de una espera -una espera existencial- en un puesto militar fronterizo adonde ha de llegar un enemigo que nunca aparece. Es un texto que nos remonta a Kafka en lo que tiene de relato del absurdo basado en un minucioso realismo (de lo cual es un emblema imperecedero La metamorfosis), pero tambi¨¦n al g¨¦nero fant¨¢stico. El tema del oficial que espera vanamente convertirse en h¨¦roe en un puesto fronterizo dejado de la mano de Dios en los confines de un Imperio ha tenido seguidores tan ilustres como el premio Nobel J. M. Coetzee, cuya espl¨¦ndida novela Esperando a los b¨¢rbaros tiene muchos puntos de contacto con la de Buzzati, aunque la intenci¨®n que la gu¨ªa no sea la misma, o esa bell¨ªsima canci¨®n de Jacques Brel, Zangra, que narra una espera semejante a la de Giovanni Drogo.
Al final, el ¨²nico enemigo visible con el que Drogo se enfrenta es con la muerte misma que lo ataca en su lecho. "Giovanni Drogo, consumido por la enfermedad y los a?os, pobre hombre, hizo fuerza contra el inmenso portal negro y se dio cuenta de que los batientes ced¨ªan y abr¨ªan el paso a la luz". El valor con el que siempre so?¨® afrontar al enemigo que nunca aparece es el que necesitar¨¢ para enfrentar a la muerte y ¨¦sa ser¨¢ su grandeza, an¨®nima y solitaria. Zangra abandona el puesto justo antes de que el enemigo que le har¨ªa h¨¦roe se presente; el Magistrado de Coetzee que espera a los b¨¢rbaros y, entre tanto, ha contemplado su vida entera, piensa: "He tenido delante de los ojos algo que salta a la vista, y todav¨ªa no lo veo". Pero Drogo al fin se encuentra consigo mismo; tras la larga espera del combate que nunca llegar¨¢ comprende al fin el sentido del combate de la vida: "Haciendo fuerza, Giovanni levant¨® un poco el busto, se arregl¨® con una mano el cuello del uniforme, ech¨® otro vistazo afuera por la ventana, un brev¨ªsimo vistazo, para su ¨²ltima raci¨®n de estrellas. Despu¨¦s, en la oscuridad, aunque nadie lo viera, sonri¨®".
La editorial Gadir ha publicado una nueva traducci¨®n de El desierto... debida a Carlos Manzano y se ha convertido en la campeona de Buzzati. Hay dos libros suyos que no se sabe si son de adultos para ni?os o de ni?os para adultos, pero que son dos relatos de los que se consideran imperecederos: El secreto del Bosque Viejo, una f¨¢bula maravillosa sobre el paso de la ni?ez a la vida adulta, una obra maestra de lo simb¨®lico; el segundo es un cuento legendario de la literatura infantil: La famosa invasi¨®n de Sicilia por los osos. Tambi¨¦n nos ha hecho llegar otro texto fascinante: Un amor, la historia de un hombre de mediana edad cautivado por una perversa jovencita. Pero el Buzzati cuentista estaba en un volumen titulado Sesenta relatos, que afortunadamente acaba de publicar Acantilado. Todo el libro es una joya, en grande y en peque?o, y ah¨ª se extiende a gusto en una modalidad que domina a la perfecci¨®n, la par¨¢bola, con registros y asuntos muy diversos (el desenga?o amoroso, el paso del tiempo, la condici¨®n humana...) que a veces desembocan en la inquietud y aun el terror y que participan de la fantas¨ªa; por ejemplo, el que abre el libro, Los siete mensajeros, preludia al Italo Calvino de Si una noche de invierno un viajero.
Buzzati fue poco apreciado en su tiempo; se le ten¨ªa por un hombre apol¨ªtico, angustiado ante el mundo moderno, obsesionado por el paso del tiempo -por la herida del tiempo- y por el dolor humano ("la verdadera verg¨¹enza del mundo"). En el tema de la espera, de la llegada de alguien o algo que ha de conmover nuestras vidas, adelanta ecos de Samuel Beckett y su Godot. Cien a?os despu¨¦s de su nacimiento, es un escritor ejemplar e inolvidable que afortunadamente podemos disfrutar casi completo en nuestra lengua.
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