Ensayo de la alianza de civilizaciones
La facultad de Econom¨ªa de Valencia acoge un m¨¢ster itinerante sobre la mujer que cursan 29 alumnos ¨¢rabes y europeos
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Una guerra puede considerarse una concreci¨®n bastante aproximada de la expresi¨®n choque de civilizaciones. Pero, ?hay algo concreto detr¨¢s del lema alianza de civilizaciones? Lo que ayer se escenific¨® en la facultad de Econom¨ªa de Valencia parece al menos un ensayo: Desde hace un a?o, 29 chavales, la mayor¨ªa mujeres, de ocho pa¨ªses, la mayor¨ªa de la ribera sur del Mediterr¨¢neo, comparten piso, van juntos a clase y cambian cada tres meses de ciudad. Y discuten, discuten y discuten. "Eso es lo mejor. Lo que necesitamos", dice Claudia Miccich¨¦, italiana de 26 a?os, nacida en Palermo. "Si nos quedamos callados es porque tenemos miedo o porque no tenemos curiosidad".
El m¨¢ster se llama Mujeres, trabajo y formaci¨®n, ha sido patrocinado por la Comisi¨®n Europea y lo han puesto en marcha universidades de Marruecos, Argelia, T¨²nez, Egipto, Jordania, Siria, Italia y Espa?a. Los profesores y los alumnos hablan en franc¨¦s. Han pasado por El Cairo, T¨²nez y Marraquech, y acaban de llegar a Valencia.
La historia, la lengua, la cultura y el aspecto de los estudiantes es muy diferente. Por quedarse en lo obvio: Hay quien luce un pelo rasta y quien va tocado con un hiyab. Pero tienen cosas en com¨²n. "Todos y todas somos socializados en unos mismos patrones. Los hombres hacia la masculinidad. Las mujeres hacia la feminidad", comenta la profesora Maite Sarri¨®n. "Y a nivel mundial las mujeres comparten una situaci¨®n de no poder. El 98% del mundo est¨¢ regido por hombres. Luego hay pa¨ªses con un grado de desarrollo mayor y menor". El objetivo del m¨¢ster consiste en formar "personas expertas en igualdad y relaciones de g¨¦nero, sobre todo en el ¨¢mbito laboral". Y sopesar si las "estrategias que se est¨¢n aplicando en Europa pueden aplicarse en pa¨ªses como Egipto o Jordania".
Todo eso. Y conocerse. "Levantarte por la ma?ana para ver qu¨¦ come la gente y decir: '?Qu¨¦ raro!'. O: 'chico, tienes que fregar los platos", dice Claudia Miccich¨¦. Discutir, afrontar "prejuicios". Como el que Hadia Kawikii, siria, de 26 a?os, licenciada en Derecho, abogada, considera que existe en Europa en relaci¨®n con el pa?uelo con el que se cubre la cabeza. Quedarse en estado de "shock" al conocer la libertad, por ejemplo sexual, de las compa?eras del norte y "ponerse en la piel" de una mujer egipcia.
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