Aventuras y confesiones de los premiados
Paul Auster, Almod¨®var y el resto de los galardonados celebran sus premios
Otro a?o con suspense. Todav¨ªa nadie aseguraba ayer que do?a Letizia acuda ma?ana a la ceremonia de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias en el 25? aniversario de los mismos. Don Felipe lleg¨® ayer solo a Oviedo, con la inc¨®gnita de la aparici¨®n de la Princesa -que hasta ma?ana no decidir¨¢ si viaja o no, debido a su embarazo-, aunque los que ya estaban en la ciudad preparados para todos los actos previos y encuentros con los ciudadanos eran los premiados de esta edici¨®n, con el principal atractivo del escritor estadounidense Paul Auster (Letras), el cineasta Pedro Almod¨®var (Artes) y la selecci¨®n espa?ola de baloncesto (Deporte), que aterriza hoy en Asturias, con Pau Gasol al frente.
Hasta ma?ana no se sabr¨¢ si la princesa de Asturias asistir¨¢ a la entrega de premios
Algo deben tener de especial o de marciano los Premios Pr¨ªncipe de Asturias que a las figuras galardonadas les da por hacer confesiones ¨ªntimas. Por ejemplo, Paul Auster, que lleg¨® a Oviedo ayer desde Nueva York detr¨¢s de Pedro Almod¨®var, que sufri¨® un viaje lleno de turbulencias desde Madrid, o de los intr¨¦pidos reporteros de National Geographic (Comunicaci¨®n y Humanidades), que relataron sus aventuras frente a manadas de 800 elefantes y 800 jirafas -siempre 800- y mostraron id¨ªlicas im¨¢genes de para¨ªsos como el lago Victoria ante alumnos de escuelas de periodismo de los medios de comunicaci¨®n espa?oles m¨¢s importantes.
Los dos primeros tendr¨¢n hoy un encuentro p¨²blico en el teatro Jovellanos de Gij¨®n con sus admiradores a las 20.30. Pero antes, ayer, ya comenzaron ambos a desnudarse ante la concurrencia, intelectualmente hablando. "?Qu¨¦ he aprendido de la literatura? Lo imb¨¦cil que soy, que mi profesi¨®n es muy humilde y que cuanto m¨¢s mayor soy me doy cuenta de lo poco que s¨¦", dec¨ªa el autor de Brooklyn Follies. Almod¨®var, que pase¨® ayer con su hermano Agust¨ªn por las calles de la ciudad y que tuvo tiempo de ver los carteles de todas sus pel¨ªculas colgados de la fachada del teatro Filarm¨®nica, donde tuvo un encuentro con sus fans, se mostr¨® juancarlista hasta la m¨¦dula y mon¨¢rquico a plazos. "Los d¨ªas 18, 19 y 20 ser¨¦ absolutamente mon¨¢rquico". ?Y el resto? "No pienso en m¨ª como alguien mon¨¢rquicamente muy militante. Soy como muchos espa?oles, donjuancarlista, porque creo que el papel del Rey fue in¨¦dito en esta ins¨®lita transici¨®n que vivimos y en el paso hacia la democracia", confes¨®.
Auster, vestido de negro y con mono de sus puritos, fue advertido de que ya no se puede fumar alegremente en lugares p¨²blicos en Espa?a. "Ha cambiado este pa¨ªs, ?eh?", aseguraba en el vest¨ªbulo del hotel Reconquista. A su lado, Juan Ignacio Cirac (Manresa, 1965) -f¨ªjense bien en la fecha-, premio de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica, daba prueba con su esperanzadora juventud de que la ciencia en este pa¨ªs tiene futuro, aunque ¨¦l dirija el Instituto Max Planck de ?ptica Cu¨¢ntica en Garching (M¨²nich, Alemania). "Hoy, los cient¨ªficos no nos marchamos por podredumbre, sino por nuestra necesidad de comunicarnos e intercambiar conocimientos y adquirir mejor experiencia entre nosotros", afirma.
Si Cirac trabaja en las aplicaciones de la f¨ªsica cu¨¢ntica a la inform¨¢tica en el terreno de las comunicaciones, los envidiados aventureros de National Geographic, aunque ninguno de ellos confes¨® ser el personaje que inspirara al bohemio Clint Eastwood de Los puentes de Madison, que trabajaba en esa prestigiosa revista, disertaron sobre el arte de fotografiar a un cocodrilo, un tigre o un le¨®n y al tiempo conservar todas las partes del cuerpo. Muy audaces y muy pedag¨®gicos, es decir, muy genuinamente americanos, estuvieron, entre otros, Chris Johns, fot¨®grafo y hoy director de la espectacular revista.
Frente a la adrenalina que despertaron Johns y sus colegas, que pidieron a los j¨®venes estudiantes "pasi¨®n, riesgo y autoexigencia", Auster reivindic¨® la soledad en la mesa de un escritorio para construir un mensaje moral. "En este trabajo uno tiene que ser humilde porque durante el proceso creativo cometes muchos errores hasta llegar a crear una frase con cierto sentido".
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