V¨ªctimas del bloqueo ruso
Las sanciones impuestas a Georgia hacen mella entre los m¨¢s humildes, dependientes de las remesas de Mosc¨²
Georgia no es Cuba. El bloqueo impuesto por Rusia -que algunos en Mosc¨² ya comparan con el embargo comercial de Estados Unidos a la isla caribe?a- pr¨¢cticamente no se siente en este peque?o pa¨ªs de menos de cinco millones de habitantes. Lo que s¨ª se siente es c¨®mo ha empeorado la imagen de Rusia y de sus autoridades, y c¨®mo peligra la centenaria tradici¨®n de amistad entre los pueblos de estos pa¨ªses.
Pero si la influencia de las ¨²ltimas sanciones rusas no es vital para la econom¨ªa, s¨ª lo es para muchas familias humildes que subsist¨ªan gracias a las remesas que les llegaban desde Rusia, donde habitan casi un mill¨®n de georgianos. Ahora, cientos de ellos han sido deportados de Mosc¨², mientras los que permanecen en Rusia est¨¢n encontrando dificultades para enviar el dinero ganado a Georgia e incluso para mantener sus puestos de trabajo.
Pese a los bajos salarios, la poblaci¨®n est¨¢ satisfecha de las reformas del Gobierno
Guiorgui es uno de los que lleg¨® a Tbilisi en el primer avi¨®n de deportados. No quiere hablar mal de Rusia, porque tiene la esperanza de poder regresar, ni tampoco desea criticar al Gobierno georgiano, pero explica que el equivalente a 500 lari (unos 250 euros) que enviaba mensualmente a Tbilisi eran vitales para que su familia pudiera subsistir aqu¨ª.
La situaci¨®n econ¨®mica del pueblo georgiano es dif¨ªcil: seg¨²n el economista Nik¨® Orvelashvili, entre el 46% y el 56% de los georgianos viven bajo el nivel de pobreza. El sueldo medio mensual en 2005 fue de 200 lari; los profesores de colegios estatales, por ejemplo, reciben hoy entre 115 -el salario m¨ªnimo- y 180 laris. El desempleo alcanza el 14% seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales, y entre el 38% y m¨¢s del 50% seg¨²n evaluaci¨®n de expertos.
El golpe principal contra Tbilisi lo dio Mosc¨² antes de la reciente crisis de los esp¨ªas, cuando el a?o pasado prohibi¨® la importaci¨®n de vinos, agua mineral y productos agr¨ªcolas georgianos, bajo pretextos t¨¦cnicos y sanitarios. Pero en realidad, estas sanciones eran una forma de presionar y mostrar su descontento con el Gobierno del nacionalista Mija¨ªl Saakashvili, en el poder desde hace casi tres a?os.
Cerca del 40% de las exportaciones georgianas iban a Rusia, que ahora ha tenido que reorientarlas a otros mercados como el de Ucrania o los pa¨ªses b¨¢lticos. Oficialmente, las p¨¦rdidas del pa¨ªs alcanzaron cerca de 35 millones de euros por esas sanciones, pero Orvelashvili calcula que s¨®lo la prohibici¨®n del vino signific¨® p¨¦rdidas de unos 80 millones. Mucho m¨¢s -entre 500 u 800 millones- perder¨¢ si Rusia logra cortar las transferencias electr¨®nicas de dinero, lo que los expertos consideran pr¨¢cticamente imposible.
A pesar de los bajos salarios y pensiones, la poblaci¨®n est¨¢ relativamente satisfecha, lo que ha quedado reflejado en los resultados de las recientes elecciones municipales, en las que el partido en el poder, el Movimiento Nacional Unificado, obtuvo una indiscutida victoria.
Esto se explica porque si las pensiones hoy son de 38 laris, tres a?os atr¨¢s, antes de Saakashvili, eran s¨®lo de nueve, y ni siquiera as¨ª el Estado las pagaba a tiempo. El nuevo r¨¦gimen no s¨®lo subi¨® las jubilaciones, sino que pag¨® las deudas atrasadas. Algo similar ha ocurrido con los sueldos.
Adem¨¢s, como dice el joven diputado Bidzina Bregadze, su partido y Gobierno han realizado otros importantes progresos. Uno de los principales fue el haber conseguido abastecer de electricidad las 24 horas del d¨ªa a la poblaci¨®n, y no a intervalos, como suced¨ªa bajo Eduard Shevardnadze.
La exitosa lucha contra la corrupci¨®n tambi¨¦n ha contribuido a la popularidad del r¨¦gimen, lo que es reconocido incluso por la oposici¨®n. A la gente le impresiona sobre todo el cambio experimentado con la polic¨ªa de tr¨¢fico. Sark¨ªs, armenio con ciudadan¨ªa georgiana, cuenta que hace poco le detuvo un polic¨ªa por exceso de velocidad, y se qued¨® con la boca abierta cuando el polic¨ªa lo dej¨® ir sin pedirle dinero y s¨®lo recomend¨¢ndole conducir m¨¢s despacio. "?Un polic¨ªa georgiano que no quiera sacarle dinero a un armenio que ha cometido una infracci¨®n? Imposible, un sin sentido", se?al¨® Sark¨ªs, quien antes sirvi¨® en el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico, luego en el ruso y finalmente en el georgiano y que ahora, ya jubilado, se gana unos c¨¦ntimos extra haciendo de ch¨®fer. Este cambio radical ha hecho que ahora la polic¨ªa tenga un ¨ªndice de confianza entre la poblaci¨®n de m¨¢s del 70%, frente a menos del 15% bajo Shevardnadze.
Los otros logros que se pueden enumerar son la construcci¨®n de caminos, la reforma policial que separ¨® del Ministerio del Interior a los servicios de seguridad, y la reforma tributaria, que de 21 impuestos dej¨® s¨®lo siete.
Por ello, las cr¨ªticas de la oposici¨®n a Saakashvili son sobre todo pol¨ªticas. David Berdzenishvili, diputado del Partido Republicano, le critica por autoritario, por haber falsificado, seg¨²n afirma, los resultados de las recientes elecciones municipales, pero le apoya en la crisis con Mosc¨². "Las autoridades georgianas tienen muchos problemas con la democracia, pero ninguna fuerza pol¨ªtica georgiana, incluido el partido en el poder, sufre de xenofobia. A diferencia de los c¨ªrculos gobernantes rusos, Saakashvili no es un xen¨®fobo", afirma.
La principal acusaci¨®n que hace Berdzenishvili al presidente georgiano es la de no ser consecuente. As¨ª, no se decide a abandonar la Comunidad de Estados Independientes, organismo creado por el Kremlin despu¨¦s de la desaparici¨®n de la URSS. Para el l¨ªder opositor, el principal defecto del actual r¨¦gimen es que aplica "una pol¨ªtica de imitaci¨®n de reformas; Georgia no realiza reformas, sino experimentos".
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