La Cruzada y su precio

Desde hace a?os, cuando era un joven disc¨ªpulo de Manuel Tu?¨®n de Lara, Alberto Reig Tapia viene entreg¨¢ndose a la tarea de deshacer errores comunes y poner en tela de juicio los mitos reaccionarios que afectan a las im¨¢genes de la Segunda Rep¨²blica y del franquismo. En esta ocasi¨®n, La Cruzada de 1936 re¨²ne una serie de estudios en torno a la que fue, en palabras del autor, "la m¨¢s profunda fractura nacional de nuestra historia", con el prop¨®sito de aplicar el an¨¢lisis hist¨®rico a la consolidaci¨®n de una memoria democr¨¢tica de la guerra. De ah¨ª que el cap¨ªtulo central consista en cuestionar la tesis de la inevitabilidad de la guerra, vigente hasta hoy mismo, y no s¨®lo en la bibliograf¨ªa reaccionaria, como prueba el conocido libro de Bartolom¨¦ Bennassar. En la interpretaci¨®n de Alberto Reig Tapia, el levantamiento militar respondi¨® a un prop¨®sito ya antes manifestado de interrupci¨®n de la democracia y de aniquilamiento de quienes la encarnaban a t¨ªtulo personal. "La guerra fue perfectamente evitable", concluye.

Cada cap¨ªtulo del libro es una peque?a monograf¨ªa. El relativo a la memoria de la guerra proporciona una notable informaci¨®n, en especial sobre la filmograf¨ªa del conflicto o sus consecuencias, con el defecto de no ahondar en obras particularmente significativas, de La caza, de Carlos Saura, a Tierra y libertad, de Ken Loach, o Libertarias, de Vicente Aranda. M¨¢s granados son otros estudios, los referidos a los mitos del 18 de julio, y espec¨ªficamente aquellos que arrojan luz sobre mitos de la sangre, la matanza de Badajoz y la leyenda del Alc¨¢zar de Toledo. El trabajo sobre el ¨²ltimo Unamuno esclarece hasta el detalle un tema ya conocido, por lo que resulta de mayor importancia la contribuci¨®n relativa a Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n en su calidad de intelectual org¨¢nico del r¨¦gimen. A mi juicio, la contribuci¨®n m¨¢s valiosa de un libro muy ¨²til.

La Cruzada tuvo un enor

me precio pagado por los espa?oles. Reig Tapia pone al descubierto la l¨®gica de exterminio que la inspira. Su aplicaci¨®n posterior va alcanzando ya un notable volumen bibliogr¨¢fico. Entre las m¨¢s recientes aportaciones, vale la pena destacar la de Manuel ?lvaro Due?as, de t¨ªtulo barroco e ininteligible, pero con un contenido bien preciso: el an¨¢lisis de la depuraci¨®n de responsabilidades pol¨ªticas entre 1939 y 1945. Lo publica el Centro de Estudios Constitucionales. Un an¨¢lisis minucioso de las fuentes de archivo permite al autor medir no s¨®lo el alcance -y los niveles de ineficacia- de la citada jurisdicci¨®n especial, sino las pugnas pol¨ªticas que la rodean, por ejemplo entre falangistas y militares.

En apariencia, no fue una jurisdicci¨®n muy dura, ya que la mayor¨ªa de expedientes fueron sobrese¨ªdos, pero hay que tener en cuenta que las formas dominantes de represi¨®n eran otras y que en cualquier caso, m¨¢s all¨¢ de lo ocurrido en la guerra, el Gobierno de Franco cifraba en un cuarto de mill¨®n el n¨²mero de personas con responsabilidades pol¨ªticas. Como hace notar en su libro Alberto Reig Tapia, al lado de Franco, Pinochet fue un aprendiz.