Rebeldes, sublevados o franquistas; no nacionales

EN ESTA OBRA se tiene cierto cuidado con la utilizaci¨®n de nombres y adjetivos. Para designar a los alzados en armas en julio de 1936 no se emplea el t¨¦rmino "facciosos", tan popular en la ¨¦poca, sino los de "rebeldes" y "sublevados", y ello s¨®lo hasta el 1 de octubre de 1936. Despu¨¦s, tras la elevaci¨®n de Franco a la suprema magistratura como jefe del Estado y general¨ªsimo de los ej¨¦rcitos de Tierra, Mar y Aire, se reemplaza por el de "franquistas". En poco casos, salvo en citas directas, se ha hecho uso del t¨¦rmino "nacional". Me niego, en efecto, a reconocer esta calidad al bando vencedor. Sus intereses y la idea que ten¨ªan de Espa?a fueron los que triunfaron. Quienes perdieron ten¨ªan otros, que tambi¨¦n aplicaban a una Espa?a que no deseaban que entrase en una dictadura alineada con las potencias fascistas. Ser¨ªa deseable, en mi opini¨®n, dejar de utilizar el t¨¦rmino "nacional", con las connotaciones positivas que puedan entresac¨¢rsele, como patrimonio de un bando e insulto impl¨ªcito al opuesto. Muchas de las ambiciones que reinaban en el derrotado eran nobles, aunque chocasen con los intereses de las oligarqu¨ªas dominantes y de los servidores de lo que entonces todav¨ªa no se denominaban poderes f¨¢cticos.

Para los vencidos el t¨¦rmino utilizado es el de "republicanos".