Decenas de isl¨¢micos ya no ser¨¢n maleteros en Par¨ªs

El ministro franc¨¦s de Interior, Nicolas Sarkozy, confirm¨® el s¨¢bado que no quiere que los musulmanes radicales tengan acceso a las pistas y zonas reservadas de los aeropuertos franceses. "Prefiero tener un conflicto legal ante un tribunal administrativo por haber sido muy severo a la hora de extender un permiso de trabajo, que encontrarme ante un drama por no haber sido lo bastante severo", dijo el ministro. Sus palabras resum¨ªan la decisi¨®n policial de privar de derecho de acceso a las pistas a 43 trabajadores (70, seg¨²n los sindicatos) que hasta ahora descargaban y cargaban equipajes en el aeropuerto de Roissy-Charles De Gaulle, en Par¨ªs.

"Hay 43 personas a las que hemos retirado la habilitaci¨®n", dijo el ministro, "no por su cara, sino porque hab¨ªa elementos concretos que nos llevaron a prohibirles la entrada", a?adi¨® Sarkozy el s¨¢bado ante una audiencia de 2.000 personas en la Universidad de la Sorbona.

Sobre el mismo tema, el subprefecto (subdelegado del Gobierno) de Roissy, donde est¨¢ el aeropuerto Charles de Gaulle, dijo que la medida de retirar el pase aeroportuario a varios trabajadores musulmanes tiene nada que ver con su religi¨®n, sino que se basaba en pruebas de la polic¨ªa antiterrorista. Hace apenas seis meses el candidato a la presidencia del llamado "soberanismo conservador", Philippe de Villiers, public¨® un libro -Mosqu¨¦es de Roissy (Mezquitas de Roissy)- en el que denunciaba, presentando fotocopias de documentos, la presencia de integristas isl¨¢micos entre los trabajadores del principal aeropuerto de Francia.

Denuncia de los sindicatos

Si Villiers utilizaba esos datos para arremeter contra la hip¨®tesis de un ingreso de Turqu¨ªa en la UE, al ultraderechista Jean-Marie Le Pen le falt¨® tiempo para denunciar "la islamizaci¨®n del pa¨ªs" y el laxismo de los servicios de seguridad. Sarkozy orden¨® de inmediato a la Unidad Central de la Lucha Antiterrorista (UCLAT) de la polic¨ªa una investigaci¨®n sobre el caso, que ha desembocado en la revocaci¨®n de una serie de permisos de acceso a las pistas. Los sindicatos denuncian el que la UCLAT "haya focalizado su investigaci¨®n en las personas de confesi¨®n musulmana", a lo que la polic¨ªa ha respondido: "Aquellos que van a menudo a pasar sus vacaciones en Pakist¨¢n nos parecen sospechosos".

Los polic¨ªas han confirmado que algunos de los sospechosos hab¨ªan realizado estancias en campos de entrenamiento de aquel pa¨ªs. El abogado de los expulsados -s¨®lo siete de ellos han presentado recurso- denuncia que "la religi¨®n -verdadera o supuesta-, la apariencia f¨ªsica y el origen ¨¦tnico, son los par¨¢metros a partir de los cuales se estima fiable o no a un trabajador".

Lo cierto es que, adem¨¢s de los viajes a Pakist¨¢n, la mayor¨ªa de los trabajadores a los que se les han retirado los pases de acceso acud¨ªan regularmente a las pr¨¦dicas de mezquitas parisienses controladas por imanes integristas.

Nicolas Sarkozy ha mantenido a lo largo de la pasada semana una presencia constante en un doble frente, el de la seguridad y el de la justicia. En materia de seguridad ha tenido que admitir que las violencias contra las personas y sus bienes han progresado, de la misma manera que los ataques contra los agentes del orden.

Para combatir el fen¨®meno, Sarkozy quiere cambiar la ley para poder encarcelar de inmediato a los j¨®venes de entre 16 y 18 a?os que sean reincidentes y enviar ante un juzgado popular a aquellos que hayan atacado a un polic¨ªa.