Las Otras Feministas piden una diferenciaci¨®n gradual del maltrato a las mujeres

Mujeres feministas de todas las comunidades reunidas en Madrid el s¨¢bado pasado han pedido que se diferencien en una escala de diversa gravedad los tipos de maltrato machista. De esa forma "se podr¨¢n articular distintos y m¨¢s ajustados mecanismos de protecci¨®n y se evitar¨¢ que cualquier conflicto deba judicializarse", explic¨® la portavoz del movimiento Las Otras Feministas, Empar Pineda. Opinan que hay maltrato que podr¨ªa calificarse como leve y que ser¨ªa m¨¢s eficaz reconducirlo a trav¨¦s de la intermediaci¨®n de profesionales y contando con la sensibilizaci¨®n ciudadana y sanitaria; recursos preventivos que no obliguen a una denuncia que, en algunos casos, las propias mujeres rechazan. "No podemos convertir la sociedad en denuncias y c¨¢rceles, se necesita la implicaci¨®n de toda la ciudadan¨ªa y que se desarrollen cuanto antes los aspectos preventivos de la ley de violencia de g¨¦nero, como son los relacionados con la educaci¨®n", detall¨® Pineda.

Exigieron el tratamiento terap¨¦utico inmediato ante casos de maltrato y una ley que asegure un fondo de garant¨ªa de pensiones, "para que la mujer pueda dejar de ser v¨ªctima el resto de su vida". Solicitan la generalizaci¨®n de los equipos psicosociales en todos los juzgados y que los agresores tengan acceso, "no s¨®lo en la c¨¢rcel, sino tambi¨¦n fuera, a tratamientos resocializadores".

En la reuni¨®n, a la que asistieron, entre otras, Justa Montero, Paloma Ur¨ªa, Miren Ortubay, Mar¨ªa Antonia Caro, Mar¨ªa Sanah¨²ja, Isabel Holgado y Cristina Garaiz¨¢bal, se abord¨® tambi¨¦n el espinoso asunto de la prostituci¨®n. Las Otras Feministas no son abolicionistas: consideran que la prostituci¨®n es una actividad leg¨ªtima "que puede ejercerse de formas diversas", un trabajo que, como cualquier otro, no debe estigmatizar a la persona que lo ejerce. Reclaman, eso s¨ª, una persecuci¨®n eficaz para las mafias que trafican con las mujeres y que a sus v¨ªctimas, en su mayor¨ªa inmigrantes, se les permita vivir en Espa?a. Para aquellas mujeres que quieran dejar la prostituci¨®n exigen "alternativas de formaci¨®n y empleo realistas", "pero es imprescindible que se reconozcan todos los derechos laborales y sociales para quienes quieran seguir" trabajando en la prostituci¨®n, resumi¨® Pineda. Criticaron las pol¨ªticas de "persecuci¨®n" empleadas en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, "que empujan a estas mujeres a la marginaci¨®n y la clandestinidad".