Puntualizaci¨®n

En el n¨²mero de ayer [domingo 22 de octubre] de su peri¨®dico aparece un recuadro bajo el ep¨ªgrafe "Proliferaci¨®n de causas", en el que se afirma que el ex director general de Urbanismo de la Comunidad de Madrid dimiti¨® tras recalificarse suelo a s¨ª mismo y aprobar el cambio de uso del suelo de unos t¨ªos de Esperanza Aguirre.

Para que sus lectores est¨¦n correctamente informados, quiero puntualizarle que mis familiares en tercer y cuarto grado (de cuyos actos, salvo en reg¨ªmenes totalitarios, yo no puedo ser responsable) compraron y vendieron los terrenos sin que mediara ninguna recalificaci¨®n o cambio de uso del suelo, puesto que en el plan del 99 esos terrenos se declararon urbanizables de uso residencial y ellos compraron en 2001.

La actividad mercantil de esta sociedad en la que mis parientes tienen un porcentaje no deber¨ªa aparecer mezclada un d¨ªa tras otro con actuaciones presuntamente delictivas como los esc¨¢ndalos de Marbella, Ciempozuelos o Aldea del Fresno protagonizados todos, curiosamente, por pol¨ªticos procedentes del PSOE.- Esperanza Aguirre Gil de Biedma. Presidenta de la Comunidad de Madrid.

Jueces enfermos y da?os colaterales

La noticia publicada en EL PA?S del 18 de octubre sobre el reconocimiento por el CGPJ de las patolog¨ªas ps¨ªquicas que afectan a 30 jueces, confirma la sospecha de muchos ciudadanos efectos colaterales de esta guerra por el dinero que, vergonzosamente, queda reconocida. O sea que los intocables magistrados, con actuaciones por encima del bien y del mal a los que no se puede recusar por su independencia, son comunes mortales afectados por las mismas depresiones que los dem¨¢s, encubiertas para que sigan cobrando: ?d¨®nde est¨¢n las protestas ¨¦ticas del colectivo llamado judicatura ante esta peligrosa situaci¨®n? El ciudadano est¨¢ en manos de la interpretaci¨®n de la ley de un/a juez que puede tener un padecimiento que le perturba e incapacita para dar sentencias siquiera ajustadas a derecho.

?Cu¨¢ntas personas sufren las consecuencias de una sentencia, subjetivada por una patolog¨ªa, que ha destrozado sus vidas?

El problema se agrava en los Juzgados de Familia: jueces sin formaci¨®n espec¨ªfica en la mayor¨ªa de los casos, donde el caos lleva a casos como el que yo presenci¨¦ en los Juzgados de Madrid: Ante el no acuerdo entre los padres, una decisi¨®n salom¨®nica: "Se acab¨®. Custodia compartida". Ella viv¨ªa en Granada con las dos ni?as y ¨¦l en Madrid. Sin comentario.