Como si no faltaran dos a?os
El mitin que dio ayer Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en Tarragona, quiz¨¢s el mejor de la campa?a socialista hasta ahora, sirvi¨® para dos cosas, casi a partes iguales: para defender con fuerza y sin ambig¨¹edades la candidatura de Jos¨¦ Montilla como presidente de la Generalitat, y para mantener viva la memoria de los comicios que le llevaron a ¨¦l mismo a la Presidencia del Gobierno, como si no faltaran todav¨ªa dos a?os para las pr¨®ximas elecciones generales.
Zapatero dio ayer la impresi¨®n de pedir el voto no s¨®lo para Montilla sino tambi¨¦n para revalidar ¨¦l mismo La Moncloa. Protagoniz¨® un mitin electoral cien por cien y el p¨²blico le respondi¨® con calor y con entusiasmo: est¨¢ claro que los militantes del PSC le tienen un cari?o especial y que le apoyan sin restricciones.
Montilla es un mal mitinero y la campa?a electoral no es lo bastante larga como para permitirle corregir ese defecto. Su falta de naturalidad se debe, quiz¨¢s, a su timidez en p¨²blico pero tambi¨¦n, probablemente, a su irregular manejo del catal¨¢n, lengua en la que habla con fluidez pero en la que comete algunos de los errores m¨¢s cl¨¢sicos de los castellanohablantes de su generaci¨®n. (Quiz¨¢s tantos como los que perpetran ahora en castellano muchos de los j¨®venes catalano-hablantes que no practican mucho el biling¨¹ismo). Nadie lo comenta en p¨²blico, pero en privado algunos bromean con la existencia de un llamado "Diccionario Montilla-catal¨¢n".
La incomodidad de Montilla en un escenario s¨®lo desaparece cuando habla de temas sociales. Es entonces cuando logra encenderse. Como ayer en Tarragona, cuando habl¨® de la "Catalu?a que trabaja" y de la que "algunos dicen que no son de aqu¨ª". Por unos instantes, logr¨® transmitir la emoci¨®n de una Catalu?a mezclada, la Catalu?a real de la que siempre habla y a la que dice representar.
El candidato parece haber decidido olvidar los intentos de cambiar su imagen y apostar, decididamente, por sus rasgos m¨¢s conocidos: la seriedad y el trabajo. La idea es que con ¨¦l a cargo de la Generalitat no habr¨¢ conseller que se desmande ni director general que se atreva a tomar muchas iniciativas sin consulta previa. A los militantes del PSC les encanta esa imagen. Tambi¨¦n les gustar¨ªa que Montilla deje claro que s¨®lo participar¨¢ en un Gobierno de izquierdas, pero tuvieron que conformarse con lo que dijo ayer: "S¨®lo ser¨¦ presidente de un Gobierno de progreso". No es lo mismo, pero son¨® lo suficientemente bien como para provocar, al menos, una peque?a ovaci¨®n.
Zapatero tambi¨¦n comparte la idea de que lo importante ahora es subrayar, y apostar, por las caracter¨ªsticas de Montilla y no pretender cambiarle. En Tarragona, el presidente del Gobierno estuvo finalmente todo lo afectuoso y decidido que pod¨ªan reclamarle los seguidores de Montilla. Pidi¨® a Catalu?a que est¨¦ orgullosa, como ¨¦l lo est¨¢, de llevar a la presidencia de la Generalitat a alguien que ha nacido en C¨®rdoba y arremeti¨® contra quienes critican al candidato socialista por no poseer un t¨ªtulo universitario. No dijo "Eso es la democracia, est¨²pidos", pero casi.
"A quienes me dicen que dudan si ir a votar porque no les gustan las frivolidades" [lo que algunos presentes tomaron como una alusi¨®n indirecta a los avatares del pasado tripartito] "les digo: piensen en algo serio de verdad en esta campa?a y no tendr¨¢n ninguna duda; s¨®lo se les ocurrir¨¢ una persona: Montilla". El p¨²blico le sigui¨® la broma con alegr¨ªa.
A partir de ah¨ª, Zapatero hizo una clara conexi¨®n con las pr¨®ximas elecciones generales. El presidente del Gobierno pareci¨® casi estar haciendo balance de su propia etapa pol¨ªtica. Pormenoriz¨® todo lo que prometi¨® en 2004 y todo lo que ha cumplido y reiter¨® su llamamiento a los j¨®venes y a las mujeres como fuente de cambio y de progreso, en Catalu?a y en toda Espa?a. Y se extendi¨® en el retroceso feroz que supondr¨ªa para Espa?a la llegada al poder de "una derecha extrema". "Tengan claro que Rajoy, Aznar, Acebes y Zaplana quieren que aqu¨ª gane CiU",
El gran temor de Rodr¨ªguez Zapatero parece centrarse en la escasa movilizaci¨®n de los votantes de izquierda o "de progreso", como le gusta m¨¢s decir, en Catalu?a como en el resto de Espa?a.
"Hay mucho en juego en estas elecciones", insisti¨®. "Lo podemos hacer. Podemos convertir a Catalu?a y al conjunto de Espa?a en una sociedad sin discriminaciones", termin¨® ante un p¨²blico del PSC m¨¢s entregado a Zapatero que a su propio candidato.solg@elpais.es
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