Agresiones sin condena en el Vall¨¨s Occidental
En menos de seis meses, en el Vall¨¨s Occidental dos ciudadanos negros acabaron en la UCI tras acciones de grupos nazis. En la primera agresi¨®n, a la v¨ªctima la golpearon hasta dejarla inconsciente y le rompieron un hueso de la cara. Los tres presuntos agresores, uno de ellos con una larga lista de antecedentes, est¨¢n en libertad con cargos a la espera de juicio. A la otra v¨ªctima la golpearon un grupo de 15 j¨®venes porque iba con una mujer blanca. Le rompieron varias costillas y le perforaron un pulm¨®n. Hasta ahora, no ha habido ning¨²n detenido.
No son situaciones excepcionales. SOS Racismo tiene una lista en la que abundan agresiones que nunca llegaron a juicio y sentencias en las que la pena es una multa de menos de 500 euros. ?Los tribunales utilizan los mecanismos que les otorga la ley para perseguir las conductas racistas? A SOS Racismo no le consta ninguna sentencia, en los ¨²ltimos dos a?os, en la que se haya aplicado la agravante de racismo.
Seg¨²n la portavoz de SOS Racismo, Bego?a S¨¢nchez, "en muchos casos estas agresiones quedan impunes, porque no todo el mundo denuncia, hay mucho miedo, sobre todo en los pueblos peque?os o en los casos en los que v¨ªctima y agresor viven en el mismo barrio". Otro factor que tener en cuenta es que a veces las v¨ªctimas "son inmigrantes en situaci¨®n irregular que temen una expulsi¨®n".
Sin testimonios
Pero si se da el paso y se denuncian los hechos, hay otras dificultades. "En muchas ocasiones no se identifica a los agresores, porque act¨²an en grupo", precisa S¨¢nchez. "Las agresiones se producen, a menudo, en sitios p¨²blicos y a plena luz del d¨ªa. Pero casi nunca hay testigos dispuestos a declarar", a?ade la portavoz. Y en ocasiones, "falta un poco de rigor en los atestados policiales. Es muy importante que se recojan todos los detalles".
La polic¨ªa afirma: "En los atestados siempre intentamos aplicar la agravante de racismo, pero ser¨ªa necesaria m¨¢s implicaci¨®n institucional y m¨¢s coordinaci¨®n". En cualquier caso, habr¨ªa que demostrar que la agresi¨®n ten¨ªa un claro objetivo racista o que los agresores pertenecen a una asociaci¨®n il¨ªcita que defiende la pureza de raza.
Pero ?c¨®mo se demuestra que una agresi¨®n es racista? Jaime Tapia es el portavoz de Jueces por la Democracia. En su opini¨®n, "es complicado porque hay que demostrar que a la v¨ªctima se la ha golpeado exclusivamente por considerarla un ser inferior. La prueba definitiva ser¨ªa que el acusado lo reconociera, pero ¨¦ste lo acostumbra a negar". Por otra parte, tambi¨¦n pueden "considerarse las manifestaciones previas del agresor en este sentido". De momento, contin¨²a Tapia, "es un comportamiento espor¨¢dico" y no existe demasiada jurisprudencia.
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