Jordan se esconde y Eto'o vibra
Cheste cierra la temporada con una gran fiesta de la afici¨®n
M¨¢s que un gran premio de motociclismo, Cheste fue una fiesta gigantesca, una concentraci¨®n de m¨¢s de 200.000 aficionados envuelta tres d¨ªas en el ruido de los motores y el olor a neum¨¢tico. Imag¨ªnese el ambiente de un Madrid-Bar?a. Pues s¨²mesele otras 50.000 personas, m¨¢s de 50 tiendas, puestos de comida y bebida, atracciones y m¨²sica. Sin olvidar a 30.000 coches y 20.000 motos que colapsan las carreteras. Eso fue Cheste, cita obligada para los moteros. Y trabajo extra para la polic¨ªa local, que denunci¨® a 114 motoristas, uno de ellos por ir a 136 km/h por el t¨²nel de la avenida del Cid, en Valencia.
Felices los espa?oles por el triunfo de Lorenzo, la desilusi¨®n fue devastadora entre los incondicionales de Rossi, los 500 vecinos de su pueblo, Tavullia, que hab¨ªan viajado hasta Cheste, y los miles de seguidores de Il Dottore. M¨¢s all¨¢ de nacionalidades, la ca¨ªda del italiano congel¨® los ¨¢nimos porque restaba emoci¨®n a la carrera y eliminaba al m¨¢s carism¨¢tico.
El ex baloncestista se encerr¨® en una sala con hamburguesas, una tele y una PlayStation
Cuando Hayden cruz¨® la meta como campe¨®n, pocos aplaudieron. "Es un d¨ªa terrible", admit¨ªa desolado un hincha de Rossi. La desilusi¨®n fue doble porque tampoco Dovizioso pudo con Lorenzo e Italia se qued¨® sin triunfos.
La organizaci¨®n lanz¨® como fin de fiesta una traca de humo amarillo, quiz¨¢ porque esperaba, como todos, la victoria de la Yamaha de Rossi. Despu¨¦s, la marea amarilla se diluy¨® cabizbaja.
El circuito bati¨® su r¨¦cord de asistencia con 130.000 espectadores y la reventa funcion¨® de lo lindo: las entradas multiplicaron por cinco su valor en las taquillas. Algunos, sin embargo, se lo perdieron por rezagados. A punto de comenzar la carrera de 250cc, la entrada al circuito registraba a¨²n un atasco de un kil¨®metro y medio. Otros optaron por subir a una peque?a monta?a cercana para cazar con los prism¨¢ticos alg¨²n detalle. Bajo el sol, en tiendas de campa?a, unas 10.000 personas ocuparon 3.000 plazas de c¨¢mping en los alrededores de la pista.
Entre la multitud, otros deportistas famosos se colaron en el circo. Algunos buscaban pasar inadvertidos, como Michael Jordan, apenas visto por los empleados encargados de satisfacer sus caprichos. Se encerr¨® en una sala privada en el lugar m¨¢s alejado del paddock, rodeado de una televisi¨®n, una PlayStation y platos de hamburguesas, salchichas y pasta. Protegido por nueve personas, Air suele reservar mesa en tres restaurantes diferentes para despistar. El viernes, por ejemplo, cen¨® paella de marisco junto a su s¨¦quito.
Otros, en cambio, se dejaron ver. Apoyado en sus muletas y en primera fila para animar a Lorenzo estaba Eto'o. Por la pista circul¨® tambi¨¦n la ex tenista Arantxa S¨¢nchez Vicario, que dio una vuelta al trazado agarrada al piloto Randy Mamola en su motoGP; Sergi Barju¨¢n y Guti.
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