El cooperante secuestrado seguir¨¢ trabajando en Palestina

Roberto Vila, el cooperante espa?ol secuestrado el lunes durante siete horas por hombres armados en Gaza, anunci¨® ayer que no cambiar¨¢ de territorio, a pesar de la peripecia vivida. "Mi trabajo est¨¢ en Ramala", recalc¨®. Desde all¨ª, seguir¨¢ coordinando los 38 proyectos humanitarios de la Asamblea de Cooperaci¨®n por la Paz en los territorios ocupados por Israel. "Irse ser¨ªa un error", sentenci¨®.

Agotado y muy sereno, el cooperante orensano, de 34 a?os, relat¨® ayer en una rueda de prensa detalles de su secuestro. Las primeras dos horas estuvo en un olivar. Al anochecer le trasladaron a una casa. Uno de los captores iba encapuchado; los otros tres, a cara descubierta.

Pudo comunicarse con sus secuestradores porque uno hablaba ingl¨¦s. "Me dijeron que quer¨ªan trabajo", cont¨® Vila en el ¨²nico cine de Ramala (Cisjordania). A menudo, tras estos delitos hay clanes familiares que presionan a las autoridades para lograr empleo o prebendas. El cooperante desconoce qui¨¦nes le retuvieron. "Puede ser cualquier facci¨®n armada, subfacci¨®n, cualquier familia con log¨ªstica para hacer un secuestro...", apunt¨®.

Los raptos de cooperantes o periodistas extranjeros -m¨¢s de 20 en dos a?os- son muestra del desgobierno que reina en Gaza, donde ni el presidente, Mahmud Abbas, ni el primer ministro, Ismail Haniya, son capaces de imponer la ley. La semana pasada, el espa?ol Emilio Morenatti, fot¨®grafo de Associated Press, estuvo 15 horas secuestrado.

No sab¨ªan que era espa?ol

Vila, cuyos secuestradores desconoc¨ªan que fuera espa?ol, vivi¨® un par de momentos surrealistas. Poco despu¨¦s de ser raptado a punta de fusil, el coche en el que le trasladaban choc¨® contra una patrulla de polic¨ªa. Los secuestradores, armados y apunt¨¢ndole, estaban nerviosos. El reh¨¦n explic¨® por qu¨¦ no llam¨® la atenci¨®n de los agentes: "Nos pod¨ªamos buscar todos la ruina". A?adi¨® que en ning¨²n otro momento temi¨® por su vida.

La liberaci¨®n tambi¨¦n fue desconcertante. Sus captores le despertaron. Lo sacaron a un camino junto a la casa en la que se encontraban. Ve¨ªa las siluetas de cuatro o cinco hombres armados. "Cre¨ª", relat¨® ayer, "que me entregaban a otros miembros del grupo. Me acerqu¨¦ y, de repente, uno de ellos me choc¨® los cinco y se present¨® como polic¨ªa palestino". Estaba libre. "El agente le dijo al secuestrador que se fuera", prosigui¨® Vila. Nadie, que ¨¦l sepa, ha sido detenido.

"Me preocupa y me entristece que algunos grupos tengan que llegar a esto para gritar al mundo: 'Mirad qu¨¦ nos est¨¢ haciendo Israel", declar¨®. Y aunque no les justifica, asegura que, tras dos a?os y medio en Palestina, entiende a sus habitantes. "Sabemos que la causa ¨²ltima de estos actos, de esta situaci¨®n nefasta, es la ocupaci¨®n israel¨ª, el bloqueo econ¨®mico, la invasi¨®n permanente y la constante violaci¨®n de los derechos humanos".