"Los cient¨ªficos se enamoran de la f¨ªsica, la qu¨ªmica, las matem¨¢ticas..."
El f¨ªsico Gerald Holton, en un art¨ªculo suyo de hace pocos a?os sobre Franqueza e integridad en la ciencia, recuerda con enorme respeto y afecto a su director de tesis en los a?os cuarenta, Percy W. Bridgman, y narra una an¨¦cdota definitoria sobre aquel cient¨ªfico: Bridgman hab¨ªa dado orden de que no se le molestara cuando trabajaba en el laboratorio, donde no ten¨ªa ni tel¨¦fono. Un d¨ªa el joven Holton estaba en el taller y contest¨® una llamada de un periodista que insisti¨® mucho en hablar con Bridgman, porque, anunci¨®, le hab¨ªan concedido el Premio Nobel de F¨ªsica de 1946. Holton consider¨® que aquella ocasi¨®n era realmente excepcional y corri¨® a avisar a su profesor quien, tras escuchar el recado acerca del galard¨®n, sigui¨® con su experimento de altas presiones y respondi¨® rotundo: "Diles que lo creer¨¦ cuando lo vea".
"El punto de partida no es la objetividad, sino la creencia apasionada en algo que puede que no exista, pero que merece la pena buscar"
"Sin ciencia se congelan las aplicaciones. Sin ciencia se habr¨ªan hecho mejores carros de caballos, pero nunca los autom¨®viles"
"Se ha calculado que entre los millones de cient¨ªficos e ingenieros estadounidenses, s¨®lo un 0,003% al a?o es acusado de fraude"
Holton ahora combina, en su Universidad de Harvard (Estados Unidos), la f¨ªsica con la historia de la ciencia y destaca como especialista en la obra de Albert Einstein, hasta el punto de que los herederos del cient¨ªfico alem¨¢n le eligieron para organizar el archivo de cartas y manuscritos tras su muerte. Adem¨¢s, Holton es un experto en pol¨ªtica cient¨ªfica que ha formado parte de comit¨¦s asesores en los m¨¢s altos niveles. Hace poco ha visitado Espa?a -"no es la primera vez", insiste-, invitado por la Fundaci¨®n BBVA, para dar unas conferencias sobre La creatividad en la ciencia.
Pregunta. ?Tan especial era Bridgman? ?Es normal que los cient¨ªficos sean tan fr¨ªos como para reaccionar como ¨¦l ante el anuncio del Nobel?
Respuesta. Bridgman era excepcional: desarroll¨® todo un campo de la ciencia, en f¨ªsica experimental de altas presiones, pero era tambi¨¦n un fil¨®sofo de la ciencia, del operacionismo. Aquel d¨ªa, cuando fui corriendo a su laboratorio porque le hab¨ªan dado el Nobel... ¨¦l era as¨ª: s¨®lo cre¨ªa las cosas cuando las hab¨ªa comprobado. En cuanto a si tienen que ser fr¨ªos los cient¨ªficos, yo dir¨ªa que tienen que ser esc¨¦pticos, porque sin escepticismo uno puede equivocarse.
P. ?Y con el escepticismo, se logra la objetividad? ?Es realmente objetiva la ciencia?
R. Los cient¨ªficos son seres humanos y la mayor¨ªa logra la objetividad con mucho trabajo. El punto de partida de la investigaci¨®n no es la objetividad, sino la creencia apasionada en algo que puede que no exista, pero que merece la pena buscar. En el camino de b¨²squeda hay que comprobar todo y adem¨¢s comunicar lo descubierto para que otros cient¨ªficos puedan verificarlo.
P. La imprescindible comprobaci¨®n de los resultados.
R. Si. La objetividad cient¨ªfica genera unos resultados que otros investigadores, en otros lugares, puedan repetir. Esto significa desvelar hechos que sean ciertos tambi¨¦n lejos del contexto local, que respondan a la naturaleza y no a las invenciones humanas. Por tanto, hay una gran diferencia entre la ciencia y otros campos, ya sea religi¨®n, psicolog¨ªa o ciencias sociales, que pueden ser ciertos localmente o a mil kil¨®metros de distancia, pero no a miles de kil¨®metros.
P. ?Esa comprobaci¨®n obligatoria de los hechos hace que la ciencia sea una actividad humana especialmente honesta?
R. A diferencia de cualquier otra actividad, lo que hace el cient¨ªfico ser¨¢ comprobado antes o despu¨¦s por alguien, as¨ª que uno no debe arriesgarse a decir algo que est¨¦ equivocado aunque sea muy bonito. Muy pocos cient¨ªficos corren ese riesgo. Se ha calculado que entre los millones de cient¨ªficos e ingenieros estadounidenses, s¨®lo un 0,003% al a?o es acusado de mala conducta, de fraude. Supongo que en Europa la cifra ser¨¢ similar.
P. Pero hay casos muy llamativos, como el del coreano Hwang Woo-suk y su monumental fraude sobre c¨¦lulas madre.
R. Lo primero que hay que recordar es que el fraude no fue descubierto por la polic¨ªa sino por los propios cient¨ªficos. En cuanto a Hwang Woo-suk, no le entiendo bien pero puede ser que intentase proporcionar gloria a su pa¨ªs e impulsar la ciencia all¨ª en un campo importante.
P. ?Cu¨¢l es la caracter¨ªstica esencial de un cient¨ªfico?
R. Tal vez mis colegas sonr¨ªan, pero creo que igual que algunas personas est¨¢n enamoradas del dinero y otras se enamoran del arte -ayer estuve en uno de sus maravillosos museos: el Prado, y es extraordinario-, los cient¨ªficos est¨¢n enamorados de la qu¨ªmica o de la f¨ªsica o de las matem¨¢ticas... El cient¨ªfico se enamora muy joven y deja todo de lado por ese amor. Stephen Jay Gould dec¨ªa que la ciencia significa que al final del d¨ªa, en el laboratorio, sabes que el 99% del tiempo de trabajo ha sido tiempo perdido, y encima todav¨ªa tienes que limpiar las jaulas de los ratones. La ciencia es una actividad que exige much¨ªsima dedicaci¨®n y tiempo.
P. La ciencia parece cada vez m¨¢s complicada y dif¨ªcil de comprender. ?Puede la sociedad seguir su desarrollo?
R. En los tiempos de Newton, cualquiera que tuviera una educaci¨®n pod¨ªa seguir su trabajo. Ahora es imposible, en el siglo XX se ha producido una fractura de comprensi¨®n entre la ciencia y la sociedad. Con la mec¨¢nica cu¨¢ntica la fractura es obvia: uno no puede entenderla si no es un especialista. Esto supone un reto enorme para los profesores, que tienen que recurrir a met¨¢foras, analog¨ªas y experimentos para que esos misterios sean comprensibles. Y hay que explicar a la sociedad, por ejemplo, que cada vez que se abre una puerta con una c¨¦lula fotoel¨¦ctrica est¨¢ implicado un art¨ªculo te¨®rico que escribi¨® Einstein en 1905 sobre el efecto fotoel¨¦ctrico.
P. ?Cree que las estrategias de pol¨ªtica cient¨ªfica actuales son adecuadas?
R. Los cient¨ªficos en EE UU est¨¢n muy preocupados porque el Gobierno no incrementa la financiaci¨®n acorde con la inflaci¨®n, mientras que pone dinero en programas como la Estaci¨®n Espacial Internacional -que la mayor¨ªa de los cient¨ªficos considera que carece de inter¨¦s- o lanza la idea de ir a Marte o volver a la Luna. Los j¨®venes cient¨ªficos ahora tienen serias dificultades para encontrar trabajo y muchos se van al campo de las finanzas o a la pol¨ªtica o al periodismo... esto es muy poco saludable. Creo que Espa?a, en los ¨²ltimos a?os, ha tenido problemas con pol¨ªticos que no apoyaban la ciencia y que ahora esto est¨¢ mejorando.
P. ?Qu¨¦ opina de los pol¨ªticos que ponen el ¨¦nfasis en la aplicaci¨®n y la innovaci¨®n y descuidan la investigaci¨®n fundamental?
R. Pues no tiene m¨¢s que fijarse en la cultura de las personas que dicen esas cosas. Hace a?os yo estaba en una comisi¨®n convocada por Ronald Reagan para estudiar el apoyo a la educaci¨®n y a la ciencia. El presidente nos dijo: "S¨®lo tengo una cosa que advertirles, no me pidan m¨¢s dinero para la ciencia; se ha estado haciendo ciencia desde los griegos y ya es hora de dejar de buscar nueva ciencia y empezar a aplicar lo que se sabe". Reagan no sab¨ªa que el sistema econ¨®mico y social depende de la nueva ciencia, que trae nuevas aplicaciones. El freno del avance del sida viene de la ciencia, y los ordenadores... Sin ciencia se congelan las aplicaciones. Sin ciencia se habr¨ªan hecho mejores carros de caballos, pero nunca los autom¨®viles.
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