El chico de las botas rojas
"Cuando me llamaron estaba durmiendo. Lo cogi¨® mi padre. Vino a despertarme gritando pero yo no le di bola. Por la ma?ana volv¨ª a pregunt¨¢rselo por si era una broma". Ese d¨ªa, hace tres semanas, Lucas Trecarichi se enter¨® en su domicilio del popular barrio de San Nicasio de que, por primera vez, iba a vestir la camiseta albiceleste. Estaba convocado para un cuadrangular con la sub 17 argentina. Lucas tiene quince a?os. Lleva casi dos en Espa?a y en su contrato figura una cl¨¢usula de tres millones de euros. El club prometi¨® encontrar un empleo al padre que ahora mismo trabaja en el mantenimiento de piscinas, mientras que, en Buenos Aires, ten¨ªa un peque?o comercio de gominolas y juguetes.
Lucas juega en el juvenil A del Legan¨¦s. Pero ya han preguntado por ¨¦l, el Bar?a, el Atl¨¦tico, el Madrid y el Arsenal. "Llor¨¦ de alegr¨ªa porque s¨¦ lo duro qu¨¦ es entrar en una selecci¨®n ya formada. Est¨¢n los que vienen de la sub 15", dice el padre, Fabi¨¢n, que no se aleja de su nene. Hace dos semanas Lucas volvi¨® de Argentina, donde gan¨® el torneo disputado contra Estados Unidos, Nueva Zelanda y Per¨². "Marqu¨¦ un gol. Ha sido b¨¢rbaro. En el equipo nadie me llamaba con mi nombre sino el pibe de las botas rojas. Era el ¨²nico que no las ten¨ªa negras", cuenta divertido ense?ando la camiseta n¨²mero 14. Lucas era el ¨²nico chico de 15 a?os de la expedici¨®n -los dem¨¢s tienen 16- y s¨®lo uno de sus compa?eros juega en Europa como ¨¦l.
Fue el ex seleccionador argentino Jos¨¦ Pekerman -hace tres a?os director deportivo del Legan¨¦s- quien recomend¨® a Trecarichi para la sub 17. "Antes del Mundial nos invit¨® a tomar un caf¨¦", recuerda Lucas. "Me dijo que a lo mejor iba con la sub-17. Pero en ese momento el cuadrangular ni estaba previsto", cuenta Lucas. En el sal¨®n de casa todav¨ªa guarda la foto del encuentro, junto a las de Messi, Ronaldinho y Eto'o.
Una semana antes de viajar a Buenos Aires, Lucas debut¨® con el primer equipo del Legan¨¦s en la Copa Federaci¨®n. Juega con los juveniles pero se entrena dos veces por semana con el primer equipo, que milita en Segunda B. Eso le obliga a saltarse algunas clases. "S¨®lo puedo ir a la primera y a la ¨²ltima y me toca pedir los apuntes", explica. Tambi¨¦n hizo la pretemporada con el primer equipo, donde la media de edad es de 24 a?os. "Habl¨¦ con el doctor para que le hiciera un estudio. Tiene s¨®lo 15 a?os, no pod¨ªamos arriesgarnos a que fuera contraproducente", asegura Luis ?ngel Duque, director deportivo. El jugador tiene un contrato de aficionado que se convertir¨¢ en profesional cuando cumpla los 18 a?os. La cl¨¢usula de rescisi¨®n -de tres millones de euros, seg¨²n confirma Rub¨¦n Fern¨¢ndez, presidente del club- llegar¨¢ a los seis cuando sea mayor de edad.
Fue Luque quien, en abril de 2005, dio el visto bueno para el fichaje de Lucas. "Vino a trav¨¦s de un amigo del presidente que le hab¨ªa hablado de ¨¦l. Le hicimos una prueba y vi que daba el nivel", explica. "Tiene mucho desparpajo, es alegre y, al ser argentino, no se corta un pelo", cuenta Duque quien no se cans¨® de repetir a Lucas que la humildad es lo primero: "El d¨ªa que la pierdas, ser¨¢s un gilipollas". El director deportivo asegura que varios ojeadores del Barcelona, del Arsenal, del Madrid y del Atl¨¦tico van a verle a menudo. Pero, para Lucas, la visita m¨¢s especial fue la de Fernando Redondo, ex jugador del Madrid. "Apareci¨® por las canchas el a?o pasado. Me di cuenta porque todos se le abalanzaron encima. Al final del entrenamiento se present¨® y me dijo: 'Tranquilo, no hay prisas. Tienes cualidades pero hay que ir despacito".
Su vida futbol¨ªstica empez¨® con cuatro a?os. "En realidad lo primero que cogi¨® fue una raqueta. Jugaba a tenis con su prima y luego al f¨²tbol", dice la madre. "Durante el trayecto de una cancha a otra dorm¨ªa", a?ade. "Un d¨ªa, tendr¨ªa 5 a?os, estaba jugando en la calle. Par¨® una moto y baj¨® un se?or preguntando qui¨¦n era ese zurdito", recuerda el padre. Era un ojeador del River Plate que quer¨ªa hacerle una prueba. "Lo peor de todo es que toda la familia era del Boca", cuenta divertido el padre. "Pap¨¢, da igual, vamos a probar", le dijo Lucas. As¨ª es como desde los 6 a?os hasta los 14 visti¨® la camiseta de su ac¨¦rrimo enemigo. "Iba al vestuario con los calzoncillos del Boca", cuenta el padre. "Me lo permitieron hasta los 8 a?os, cuando me amenazaron con que me los iban a quemar, dej¨¦ de pon¨¦rmelos", a?ade Lucas quien tambi¨¦n explica porque decidi¨® probar con el River. "Es que el Boca siempre iba buscando a gente muy fuerte... yo era chiquitito... no pod¨ªa... y en el River buscaban a los h¨¢biles".
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