El pol¨¦mico origen del velo musulm¨¢n
Exculpada una historiadora turca juzgada por atribuir un pasado sexual al pa?uelo isl¨¢mico
Relacionar el velo isl¨¢mico con el sexo no ofende a las musulmanas. As¨ª lo sentenci¨® ayer un tribunal de Estambul, al exculpar a la historiadora turca Muazzez Ilmiye Cig, de 92 a?os, juzgada por sus escritos sobre la historia del pa?uelo musulm¨¢n. Cig, una laica convencida, atribuye el origen del pa?uelo a las sacerdotisas sumerias que iniciaban a los j¨®venes en la sexualidad hace 5.000 a?os en Mesopotamia. Aunque la historiadora no afirma que las sacerdotisas fueran prostitutas, el velo es una cuesti¨®n muy pol¨¦mica en la sociedad turca, musulmana en su inmensa mayor¨ªa pero impregnada por los valores laicos del fundador de la Turqu¨ªa moderna, Mustafa Kemal, Atat¨¹rk.
La decisi¨®n del tribunal se produce mientras la Comisi¨®n Europea observa minuciosamente la situaci¨®n de la libertad de expresi¨®n en Turqu¨ªa, pa¨ªs candidato a integrarse en la UE. Bruselas publicar¨¢ el pr¨®ximo 8 de noviembre un informe en el que se prev¨¦ que critique con dureza la persecuci¨®n judicial contra intelectuales, escritores y periodistas.
Para Muazzez Ilmiye Cig, especialista en la historia de los sumerios, considerados como la primera gran civilizaci¨®n, fue este pueblo mesopot¨¢mico quien us¨® por primera vez el pa?uelo como se?al de distinci¨®n entre las mujeres, muchos antes de su uso en el islam. En su libro Mis reacciones de ciudadana, publicado el a?o pasado, Cig explica que el velo permit¨ªa a los hombres distinguir a las sacerdotisas que se dedicaban a educar a los j¨®venes en las relaciones sexuales de las que se encargaban de las tareas del templo.
Abogado ofendido
Un abogado de Esmirna (oeste de Turqu¨ªa) dijo sentirse ofendido por estas afirmaciones y present¨® una denuncia contra la historiadora y su editor, Ismet Og¨¹t¨¹c¨¹. Ambos acusados se enfrentaban a una pena de hasta 18 meses de c¨¢rcel.
En el primer d¨ªa se?alado para la vista, el fiscal pidi¨® al tribunal el sobreseimiento del proceso, al considerar que "los elementos del delito no estaban probados" y que las afirmaciones de Cig no amenazaban la seguridad p¨²blica. El tribunal coincidi¨® en rechazar la aplicaci¨®n del delito de incitaci¨®n al odio religioso.
"Soy una hija de la revoluci¨®n de Atat¨¹rk y, como mujer turca, intento unir a la gente, no soy una persona que incite al odio", declar¨® Cig despu¨¦s de escuchar la sentencia, rodeada por abogados y periodistas, y en medio de los aplausos de dos centenares de personas custodiadas por agentes antidisturbios.
La anciana historiadora, que ha denunciado en varias ocasiones que la Turqu¨ªa actual se ha alejado de los principios republicanos instaurados por Atat¨¹rk, se ha ganado el respaldo de los sectores laicos de la sociedad, que temen que el Gobierno isl¨¢mico conservador que dirige Recep Tayyip Erdogan ataque estos valores. Cig envi¨® tambi¨¦n una carta a la esposa del primer ministro para invitarle a quitarse el velo en p¨²blico y servir as¨ª de ejemplo a sus compatriotas, que no pueden acceder a cargos en la Administraci¨®n ni a las universidades vistiendo el hiyab. "En casa puede llevar lo que quiera. Pero como esposa del primer ministro, no puede llevar ni una cruz ni un velo", explic¨® Cig en una entrevista publicada el mes pasado. Emine Erdogan, que como la mayor¨ªa de las esposas de los miembros del Gobierno turco aparece velada en los actos p¨²blicos, no contest¨® a la misiva.
La pol¨¦mica sobre el pa?uelo se desencaden¨® de nuevo en Turqu¨ªa tras la llegada al poder del partido isl¨¢mico Justicia y Desarrollo (AKP) en 2002. Esta formaci¨®n se comprometi¨® a suprimir la prohibici¨®n del velo en la funci¨®n p¨²blica y las universidades. Hasta ahora los islamistas turcos no han cumplido su promesa, debido a la fuerte oposici¨®n de los sectores laicos, entre ellos el Ej¨¦rcito, guardi¨¢n de los principios del kemalismo.
El de ayer es el ¨²ltimo caso judicial por delitos de opini¨®n en Turqu¨ªa. Decenas de intelectuales, entre ellos el Premio Nobel de Literatura de 2006, Orhan Pamuk, han sido perseguidos en los ¨²ltimos a?os por ofensas contra la religi¨®n o la identidad nacional turca. La UE es especialmente cr¨ªtica con el art¨ªculo 301 del C¨®digo Penal turco, que criminaliza los insultos contra la identidad turca. Ankara se ha resistido a la petici¨®n de Bruselas de que suprima esta disposici¨®n, alegando que necesitaba m¨¢s tiempo para ello, y que sus tribunales suelen exculpar a los imputados en delitos de opini¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.