La Generalitat derruir¨¢ el edificio de los juzgados de Llu¨ªs Companys para construir la audiencia

El Departamento de Justicia de la Generalitat derruir¨¢ el edificio de los juzgados del paseo de Llu¨ªs Companys y en ese solar edificar¨¢ la sede de la Audiencia de Barcelona, situada ahora en el Palacio de Justicia. Las razones que han llevado a adoptar esta decisi¨®n son el elevado coste que supondr¨ªa la rehabilitaci¨®n integral del edificio, la escasa funcionalidad que presenta a causa de la superficie que ahora se dedica a espacios de circulaci¨®n y la posibilidad de ganar 6.000 metros cuadrados cuando se inaugure la nueva sede judicial.

Jueces, fiscales, abogados, procuradores y el resto de los profesionales relacionados con la justicia se enteraron ayer por los medios de comunicaci¨®n de la decisi¨®n del Departamento de Justicia de derribar el edificio, situado en los n¨²meros 1-5 del paseo de Llu¨ªs Companys, junto al parque de la Ciutadella. La construcci¨®n acoge en la actualidad los 33 juzgados de instrucci¨®n, los 22 de lo penal y el juzgado de guardia, a los que se accede por el paseo de Pau Picasso.

La Generalitat ha decidido que en el futuro se instalen all¨ª las 20 secciones de la Audiencia de Barcelona (entre civiles y penales) y las cinco que puedan crearse en el futuro, as¨ª como los 14 juzgados de lo contencioso administrativo y los que vengan.

La decisi¨®n de derribar el edificio se ha adoptado despu¨¦s de unos meses de estudio y de sopesar todas las posibilidades a partir de informes t¨¦cnicos. Uno de ellos fue elaborado por la empresa Cotca, SA, que concluy¨® que la construcci¨®n ten¨ªa patolog¨ªas estructurales muy importantes que har¨ªan necesaria una actuaci¨®n integral. Esa actuaci¨®n se cifr¨® en 39.698.144 euros, mientras que el derribo y un edificio de nueva planta costar¨ªan 36.031.980 euros. Es decir, 3.667 millones menos.

Al margen del argumento econ¨®mico, los estudios realizados constataron un dato que puede apreciar cualquier persona que acuda al edificio, como es su escasa funcionalidad. La obra se construy¨® hace 40 a?os, en pleno desarrollismo, y se destin¨® inicialmente a usos sanitarios. De ah¨ª que la superficie de los pasillos sea el 30% superior al espacio ¨²til, casi el doble que en el resto de los edificios judiciales. A eso han de a?adirse los numerosos patios interiores del edificio y su disposici¨®n vertical.

Detenidos y usuarios

La distribuci¨®n actual se concreta en una mezcla continua de ciudadanos y funcionarios con los presos o detenidos esposados que son conducidos por la polic¨ªa. O sea, un riesgo inevitable con la arquitectura actual. Por no hablar del interior de los juzgados, unos espacios de aspecto l¨²gubre, con puertas desvencijadas y suelos desportillados de hace d¨¦cadas, y paredes con altos z¨®calos de madera que se pintaron no se sabe cu¨¢ndo.

Un edificio nuevo permitir¨ªa mayor flexibilidad, con la posibilidad de instalar oficinas abiertas y comunicadas, de dimensi¨®n variable en funci¨®n de cada momento, lo que dar¨ªa una imagen m¨¢s propia de un concepto de justicia cercana al ciudadano en lugar del aspecto funcionarial que presenta ahora ese edificio judicial.

La obra deber¨ªa someterse al Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del sector oriental del centro hist¨®rico de Barcelona. Los estudios t¨¦cnicos tambi¨¦n han constatado que la superificie construida pasar¨ªa de los 24.044 metros cuadrados actuales a 30.000.

El consejero de Justicia, Josep Maria Vall¨¨s, firm¨® el pasado 26 de octubre, cuando todav¨ªa no estaba en funciones, un decreto por el que se ordena el derribo del edificio y la construcci¨®n de uno de nueva planta, poniendo as¨ª en marcha toda la maquinaria administrativa. El derribo podr¨ªa ejecutarse a mediados de 2008, cuando los juzgados que ahora est¨¢n all¨ª puedan trasladarse a la Ciudad Judicial. Las obras durar¨¢n dos a?os y se inaugurar¨¢n a finales de 2010, cuando haya concluido la mudanza a todas las sedes, siempre que un nuevo Gobierno no reconsidere todos los proyectos.