"Se combat¨ªa en Lepanto, pero ganaba el Atl¨¢ntico"
El historiador Sevket Pamuk (Estambul, 1950), educado en Yale y Berkeley y autor de una copiosa bibliograf¨ªa, es uno de los mayores especialistas en el imperio de los turcos otomanos, un imperio que en el imaginario popular conjura im¨¢genes de feroces jen¨ªzaros, estandartes de colas de caballo y sultanes crueles, y para el que, m¨¢s prosaicamente, se acu?¨® en su ocaso el t¨¦rmino "el enfermo de Europa". Pamuk, que el jueves ofreci¨® una conferencia en el marco del ciclo sobre los imperios que se desarrolla en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB), record¨® antes, en una entrevista, las caracter¨ªsticas espec¨ªficas del imperio otomano y los t¨®picos que Occidente ha vertido sobre ¨¦l. Sevket Pamuk, un hombre tranquilo de porte caballeroso y sonrisa cautivadora, es el hermano mayor del Nobel Orhan Pamuk.
"La ca¨ªda de Constantinopla es para nosotros, los turcos, la conquista de Estambul"
"Lawrence fue un hombre rom¨¢ntico y un agente brit¨¢nico. Ten¨ªa mucha imaginaci¨®n"
?Qu¨¦ opini¨®n les merece a los turcos el coronel Lawrence, el c¨¦lebre Lawrence de Arabia, que desempe?¨® un papel tan destacado -al menos desde su personal punto de vista- en la debacle turca en Oriente Medio y masacr¨® despiadadamente a sus soldados en Tafas? Si a Sevket Pamuk le sorprende la pregunta, no lo refleja en su cara. Eso s¨ª, medita antes de responder deportivamente. "He visto muchas veces la pel¨ªcula de David Lean. Lawrence fue un hombre muy rom¨¢ntico y a la vez un agente del Imperio Brit¨¢nico. Su misi¨®n fue contribuir a la rebeli¨®n del pueblo ¨¢rabe contra el imperio otomano. Era un buen profesional y se dedic¨® a su trabajo mucho y bien. Pero d¨¦jeme decirle que ten¨ªa una gran imaginaci¨®n. Eso esta claro en cuanto al libro que escribi¨®". Es dif¨ªcil decir si Pamuk se refiere al episodio de la violaci¨®n que Lawrence, en Los siete pilares de la sabidur¨ªa, relata haber sufrido a manos del bey turco en Deraa, pero no vamos a entrar en honduras. El historiador se?ala que en Turqu¨ªa la mayor¨ªa de la gente opina que de aquella guerra hace muchos a?os y que hubo violencia extrema por las dos partes.
El tema de Lawrence sirve para hablar de las diferentes percepciones de la historia en Turqu¨ªa y en la Europa occidental. "Durante muchos a?os, los europeos han utilizado el imperio otomano para definirse ellos mismos. Hay toda una tradici¨®n de exagerar las diferencias, de imaginar un otro que no exist¨ªa para imaginarse a ellos mismos. Eso se percibe en un t¨®pico como el de la marcialidad otomana, lo de 'el imperio otomano vive para la guerra', algo que no es enteramente falso, pero que podr¨ªa decirse tambi¨¦n perfectamente del Estado ingl¨¦s, del franc¨¦s o del de los Habsburgo".
Lepanto, la ca¨ªda de Constantinopla. ?C¨®mo se ven esos hitos al otro lado del espejo? "?La ca¨ªda de Constantinopla o la conquista de Estambul, como decimos nosotros?", r¨ªe Pamuk. "Depende de a qu¨¦ lado de las murallas est¨¦s. Algunos colegas griegos de la universidad se divierten dici¨¦ndome que ellos estaban antes en mi ciudad. Toda historia tiende a magnificar los momentos de gloria y a minimizar los de derrota. ?Lepanto? En el siglo XVI los turcos recordamos mucho m¨¢s otra batalla naval, la de Preveza" (en la que una flota otomana venci¨® a una alianza cristiana, el 28 de septiembre de 1583). Pamuk pone cara de divertido asombro cuando se le dice que en la catedral de Barcelona hay un crucifijo de una galera de Lepanto cuya talla de Cristo supuestamente se movi¨® para evitar una p¨¦rfida bala turca. "Y mientras nosotros batall¨¢bamos abajo, all¨¢ arriba, en el norte, avanzaban por otro lado los que acabar¨ªan dominando. Y en el XVIII el escenario mediterr¨¢neo, por el que tanto se hab¨ªa luchado, ya no era relevante".
Cuando se le pregunta qu¨¦ tiene de espec¨ªfico el imperio otomano con respecto a los otros imperios de la historia, Pamuk contesta: "Debemos recordar que hay dos periodos del imperio otomano, el premoderno y el de los nacionalismos. Lo destacable es que el imperio otomano fue capaz de mantener unidos grupos ¨¦tnicos muy diferentes d¨¢ndoles mucha autonom¨ªa. No s¨®lo grupos culturales y religiosos, tambi¨¦n regiones geogr¨¢ficas enteras. En la era de los nacionalismos las cosas fueron diferentes. Los otomanos ya eran militar y econ¨®micamente muy d¨¦biles y no pudieron gestionar el aumento de las diferencias internas". En t¨¦rminos econ¨®micos, que es la especialidad de Pamuk, el otomano fue, dice, un imperio que se caracterizaba por la existencia de una burocracia central. "?sta es una diferencia fundamental con la Europa occidental, all¨ª los mercaderes y hombres de negocios ten¨ªan voz propia. Esa clase mercantil tuvo, en cambio, una muy peque?a influencia pol¨ªtica y muy poco que decir en la vida econ¨®mica otomana". La burocracia del imperio otomano no era aristocr¨¢tica. "Eran funcionarios del Estado, militares, civiles e incluso religiosos. Administraban el imperio, y trabajaron duro para impedir el ascenso de otros poderes, por ejemplo los grandes terratenientes, a los que desposeyeron en favor del Estado".
?Admite comparaci¨®n el imperio otomano con el de los persas aquem¨¦nidas? "Se puede comparar, pero m¨¢s con el de la India de los mogoles. Y con el espa?ol". ?Con el espa?ol? "Es una comparaci¨®n importante. En el siglo XVI eran los dos imperios m¨¢s poderosos de Europa y se dividieron entre ellos el Mediterr¨¢neo. Los dos entraron en crisis severa en el siglo XVIII, mientras ascend¨ªan los europeos del norte, pa¨ªses en los que los mercaderes y hombres de negocios asum¨ªan un poder determinante. El imperio espa?ol y el otomano empezaron a retroceder ante el ascenso de esos otros pa¨ªses".
Pamuk cuestiona que el despotismo de los sultanes causara el declive del imperio otomano. "La burocracia imped¨ªa que se oyeran nuevas voces que hubieran sido beneficiosas. En sentido econ¨®mico, la concentraci¨®n de poder en pocas manos no es beneficiosa a largo plazo. En todo caso, y de nuevo, se puede comparar el imperio otomano con el espa?ol: lo notable es cu¨¢nto duraron ambos pese a que se hable tanto de declive. El 'despotismo' y el 'declive' no explican por qu¨¦ el imperio otomano dur¨® 600 a?os".
Lo del "enfermo de Europa" ?es un t¨®pico? "?sa es la ¨²ltima cara. Cuando Europa occidental hab¨ªa pasado la revoluci¨®n industrial, era dif¨ªcil que el imperio otomano mantuviera unidos aquellos territorios tan amplios; pero, evidentemente, lo del 'enfermo' es de nuevo un t¨¦rmino ¨²til para los que lo utilizaban".
?Hay sue?os imperiales a¨²n en Turqu¨ªa? "No. Pero ser herederos de un poder imperial imprime car¨¢cter: los turcos comparten con los espa?oles un gran inter¨¦s por la historia. Se le da mucha importancia a la historia para entender el presente".
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