Un tribunal de Hamburgo falla contra Fest por difamar a Habermas

Esta semana termin¨® en Alemania la segunda batalla librada por referentes intelectuales de la izquierda a prop¨®sito de comentarios sobre su vinculaci¨®n, en el pasado, a organizaciones nazis. El primer debate surgi¨® con la confesi¨®n de G¨¹nter Grass de haber formado parte de las Waffen-SS. Esta vez el protagonista ha sido J¨¹rgen Habermas (1929). El fil¨®sofo ha conseguido que se elimine un p¨¢rrafo de la autobiograf¨ªa del historiador Joachim Fest titulada Yo no, publicada recientemente -donde cuenta la modesta, pero eficaz, resistencia de su familia al nazismo y en la que insin¨²a que s¨ª era posible excluirse del sistema creado por Hitler-. El tribunal de Hamburgo que se ocup¨® de la denuncia de Habermas entendi¨® que una an¨¦cdota del libro de Fest, en la que no se lo cita expresamente, constituye una "difamaci¨®n" de su conducta. La primera edici¨®n continuar¨¢ a la venta hasta agotarse los ejemplares, pero la editorial Rowohlt est¨¢ obligada a publicar la nueva edici¨®n sin el p¨¢rrafo en el que supuestamente se refiere a Habermas. Si no lo hace est¨¢ obligada a pagar 250.000 euros.

Habermas recurri¨® a la justicia para acabar con lo que los alemanes llaman la "histeria de la sospecha". Todo empez¨® con un art¨ªculo en la revista Cicero en el que se acusaba al fil¨®sofo de haberse "tragado la verdad". Se recuperaba as¨ª un viejo rumor, que circul¨® en los a?os ochenta, que contaba que Habermas se hab¨ªa comido durante una fiesta un papel comprometedor que alud¨ªa a su pasado en las Juventudes Hitlerianas.

El autor del reportaje de Cicero dedujo que Fest hablaba de Habermas porque contaba la misma historia, aunque no citara expresamente el nombre y s¨®lo hablara de "uno de los m¨¢s c¨¦lebres pensadores del pa¨ªs", que "ocupaba un puesto de responsabilidad en las Juventudes Hitlerianas y estaba estrechamente vinculado al nazismo" y que un d¨ªa se trag¨® un papel que "conten¨ªa la apasionada declaraci¨®n de ser partidario del F¨¹hrer y la firme convicci¨®n de la victoria final".

"Mi defecto f¨ªsico", un labio leporino, "hac¨ªa imposible que me identificara con la ideolog¨ªa nazi", respondi¨® Habermas a Cicero y afirm¨® que tampoco crey¨® "en la victoria final". Habermas concluy¨® que el objetivo de "esta denuncia" impulsada por Fest y difundida por Cicero era "hacer desaparecer junto con Grass a toda una generaci¨®n de intelectuales inc¨®modos". Hay quien ha dicho que la alusi¨®n de Fest era una venganza a la cr¨ªtica que Habermas le hizo hace 20 a?os, cuando era editor del Frankfurter Allgemeine Zeitung, de haber convertido el diario en plataforma de expresi¨®n de ex pensadores nazis.