Dise?o n¨®rdico a la baja
Los arquitectos modernos aprendieron la lecci¨®n: ni todo lo sencillo es democr¨¢tico, ni todo lo aparentemente simple resulta econ¨®mico. Ni mucho menos, f¨¢cil de producir. La imagen internacional en la que el dise?o escandinavo ha podido basarse durante cincuenta a?os podr¨ªa ser s¨®lo un mito. Cuesti¨®n de marketing.
Gracias al esfuerzo conjunto de Suecia y Dinamarca, al principio; al de Finlandia y Noruega, poco despu¨¦s, y, finalmente, al de Islandia, s¨®lo recientemente valoramos como dise?o escandinavo o n¨®rdico a los objetos producidos en esos pa¨ªses. Por extensi¨®n, llamamos as¨ª a los enseres que, siendo sobrios y elegantes, resultan funcionales sin evidenciar la tecnolog¨ªa que precisan o la que fue empleada en su fabricaci¨®n. Desde que la exposici¨®n Dise?o en Escandinavia viajara por Estados Unidos y Canad¨¢ entre 1954 y 1957, y a partir de que las formas limpias de los objetos suecos y daneses pudieran verse en las sucesivas trienales de Mil¨¢n desde 1957, la marca Escandinavia se puso en marcha. "No ten¨ªamos otra opci¨®n", apunta Widar Hal¨¦n, comisario del Museo de Artes Decorativas de Oslo y de la muestra Dise?o escandinavo m¨¢s all¨¢ del mito, que, tras su paso por la Fundaci¨®n Pedro Barri¨¦ de la Maza, en Vigo, se inaugurar¨¢ en su sede de A Coru?a en diciembre. "Salvo Suecia, somos pa¨ªses de menos de cinco millones de habitantes. Islandia no llega a los 250.000 ciudadanos; all¨ª hay tantas personas como caballos. Y eso marca un estilo de vida. Si uno quiere crecer debe poner los ojos fuera, en otros consumidores; dise?ar pensando en la exportaci¨®n. Y para exportar deb¨ªamos juntar todas nuestras fuerzas, ideas, culturas, etc¨¦tera".
As¨ª, entre una realidad de conquistas y reconquistas en el pasado de esos pa¨ªses y un marketing futurista, arranc¨® el dise?o n¨®rdico un peregrinar por el mundo que, en los ¨²ltimos a?os, est¨¢ culminando con Ikea. "Es un peligro para nuestra imagen. En su cat¨¢logo no todo es dise?o n¨®rdico. Ellos trabajan con dise?adores de todo el mundo. Y tambi¨¦n producen por todo el mundo. En general, priman la sencillez, pero no siempre. Y la calidad, en ocasiones es excelente, pero en otras podr¨ªa perjudicar nuestro prestigio", comenta Hal¨¦n. Este historiador del dise?o noruego, formado en Oxford, est¨¢ convencido de que la parte democr¨¢tica que se asociaba al dise?o fue m¨¢s propagand¨ªstica que real. "En la ¨¦poca de la posguerra, cuando empez¨® a cuajar el dise?o, muchos de los objetos eran caros. Ni mucho menos accesibles para todos", se?ala. "Hoy, Ikea, que s¨ª es plenamente democr¨¢tica, no es en cambio plenamente n¨®rdico", apunta. Tampoco le parece l¨®gica la asociaci¨®n que se hace de este mobiliario con lo funcional. "Dinamarca es un pa¨ªs muy imaginativo, con grandes dosis de surrealismo y exuberancia en su cultura. No hay que olvidar que uno de los dise?adores m¨¢s famosos hoy en el mundo, Verner Panton, era dan¨¦s".
Pero Hal¨¦n tambi¨¦n matiza que Panton fue un incomprendido. "Era considerado un caprichoso, un exc¨¦ntrico. Y muri¨® sin conocer el renacimiento mundial de su m¨ªtica silla Panton". Hal¨¦n cree que el diferente grado de industrializaci¨®n de los pa¨ªses propici¨® diversos tipos de dise?o. De esta forma, el suyo, Noruega, ser¨ªa el m¨¢s artesanal. "Y por tanto, muchas veces tambi¨¦n el m¨¢s original. No tener una industria nos llev¨® a eso: al empe?o de cuatro pioneros y al desarrollo del ingenio y la imaginaci¨®n colectiva".
El grupo Norway Says (Noruega Dice) constituye un perfecto ejemplo de ese tipo espec¨ªfico de imaginaci¨®n. Y el sobresaliente trabajo de Johan Verde, un caso muy especial en el dise?o noruego que enlaza con la imagen contenida m¨ªtica del dise?o n¨®rdico, pero actualiz¨¢ndola con gestos suaves y materiales contempor¨¢neos.
En la otra cara de la moneda, Susan Vihma, profesora de semi¨®tica de los objetos, asegura que lo sencillo gusta a los finlandeses porque es parte de su naturaleza. "En Finlandia no entendemos m¨¢s sofisticaci¨®n que la de la m¨¢xima simplificaci¨®n; va con nuestro car¨¢cter austero, directo, funcional. Nos gusta lo limpio". Y considera que los objetos de dise?o n¨®rdico que han roto esa tradici¨®n suelen ser la excepci¨®n y nunca la regla. Por tanto, la imagen protot¨ªpica estar¨ªa, para ella, bien establecida. No ser¨ªa un enga?o.
La postura de la profesora contrasta con la de Hal¨¦n, quien defiende que la fantas¨ªa, la imaginaci¨®n rompedora y los objetos-manifiesto no constituyen ninguna novedad del dise?o n¨®rdico actual. "No se trata de ser contestario ahora. Es una realidad que, en medio del panorama de sobriedad y contenci¨®n n¨®rdica, siempre lo hemos sido".
?Mito o realidad? Algunas de las piezas m¨¢s representativas de la historia y el presente del dise?o escandinavo prueban esa mezcla de puntos de vista. Ni todo es, ni ha sido, tan sencillo y contenido. El futuro tampoco apunta hacia cambios radicales, aunque s¨ª haga un hueco para una nueva expresividad. As¨ª, entre enterrar el pasado y mejorarlo, la realidad es que muchos de los m¨¢s sobresalientes dise?os n¨®rdicos de hoy buscan actualizar a sus cl¨¢sicos. ?Lo consiguen? Juzguen ustedes mismos.
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