El Sevilla no para de crecer

El Sevilla encabeza la tabla de la clasificaci¨®n de la Liga. Y no es uno de esos lideratos de chufla que amenizan las primeras jornadas de la competici¨®n. No. Con su victoria de ayer, sudada, incluso algo sufrida por momentos, el conjunto de Nervi¨®n se postula como candidato a todo. A so?ar y ganar. Porque el Sevilla ya ha demostrado que sabe vencer de much¨ªsimas maneras, que sus argumentos son ricos y variados. El encuentro de ayer no ser¨¢ recordado por su f¨²tbol, pero s¨ª por lo que supone para este club y para esta afici¨®n. ?Ah! Y, de paso, se elimin¨® el fantasma del fatalismo de sus enfrentamientos contra Osasuna.

La salida del Sevilla fue la ya habitual a lo largo de la temporada. Una especie de estampida controlada que busca acular al contrincante contra su porter¨ªa al tiempo que meterle mucho miedo. Y la cosa funcion¨®. Un tiro de Navas desde fuera del ¨¢rea lo intent¨® blocar Ricardo y el rechace fue a parar a Kepa, al que la pelota le rebot¨® m¨¢s que otra cosa y, aun as¨ª, casi entra en la porter¨ªa. Tan s¨®lo hab¨ªan pasado dos minutos desde el inicio del encuentro. Diez m¨¢s tarde fue Kanout¨¦ el que dispar¨® desde lejos y Ricardo par¨® hasta tres remates: el ya dicho de Kanout¨¦, uno a la carrera de Puerta tras el primer rechace del portero y otro de Javi Navarro tras el segundo despeje de Ricardo. Un l¨ªo de jugada que probablemente habr¨ªa merecido ser gol. Aunque tampoco cabe menospreciar el espl¨¦ndido desempe?o de Ricardo.

Pero Osasuna ya se barruntaba algo similar y no perdi¨® los papeles. En cuanto pudo, se quit¨® el casco e intent¨® arrebatarle el centro del campo a los sevillistas. Nekouman demostr¨® tener una espl¨¦ndida visi¨®n t¨¢ctica del juego, Pu?al puso el esfuerzo y la disciplina defensiva mientras que Juanlu intent¨® incordiar todo lo que pudo. Se ech¨® de menos el apoyo de Valdo en estas funciones e incluso el de Ra¨²l Garc¨ªa, que ayer no encontr¨® su lugar en casi todo el encuentro.

Precisamente fue Juanlu el que estuvo m¨¢s cerca de marcar en la mejor jugada de Osasuna de todo el encuentro, que, tras m¨¢s de una docena de combinaciones, acab¨® con remate alto del interior tras un centro cruzado desde la banda contraria de Valdo.

Esta oportunidad de los osasunistas nivel¨® el ¨ªmpetu de unos y otros. El Sevilla fue menos vers¨¢til de lo que acostumbra. Se empecin¨® en exceso en llevar el juego a su banda derecha. Navas segu¨ªa dando chispazos por ese lado, pero, como eran todos iguales, le acabaron por coger el truco. Sus centros -siempre peligrosos, eso s¨ª- repet¨ªan destinatario y trayectoria baja. Alves tuvo uno de sus partidos m¨¢s err¨¢ticos y sus heterodoxas carreras resultaron m¨¢s incomprensibles para sus compa?eros de lo acostumbrado. Adem¨¢s, los sevillistas contaban con una banda izquierda bastante intimidatoria con Adriano y Puerta.

Pero no fue hasta la segunda mitad cuando, de Puerta en concreto, sali¨® un centro al ¨¢rea de Ricardo desde ese ala. Entre la espesura de los futbolistas de casa y la fama de aguafiestas habitual que Osasuna tiene en Nervi¨®n, decidi¨® aparecer Renato, que se invent¨® un hueco entre la defensa del conjunto navarro. Fue derribado cuando ya encaraba al portero. Kanout¨¦ marc¨® el correspondiente penalti y, de paso que sumaba un tanto m¨¢s para el pichichi, colocaba a su equipo en el primer lugar de la tabla.

El partido, como no pod¨ªa ser de otra manera, cambi¨® radicalmente de gui¨®n. Ziganda rompi¨® la baraja -y los esquemas de sus futbolistas-y sac¨® todo lo que ten¨ªa para intentar marcar. El Sevilla no control¨® el partido como le habr¨ªa gustado, pero jam¨¢s pareci¨® alejarse de la victoria. Tras la mejor jugada de ataque de Osasuna de toda la segunda mitad, una colada de Juanfran que a punto estuvo de rematar Web¨®, sacaron los navarros de c¨®rner, rob¨® el Sevilla y mont¨® un contraataque de manual, entre Adriano, Kanout¨¦ y Navas, que acab¨® haciendo rentable el brasile?o. A partir de ah¨ª, todo fue disfrute. El Sevilla ya est¨¢ ah¨ª. Y como pretendiente a todo.