Dos decenios con Fergy

El 6 de noviembre de 1986, hace hoy exactamente 20 a?os, Alexander Chapman Ferguson lleg¨® en un Mercedes negro desde Aberdeen hasta los antiguos campos de entrenamiento del Manchester United: The Cliff. Tras ganar nueve copas con el Aberdeen, Ferguson hab¨ªa sido llamado a sustituir a Ron Atkinson como entrenador del United. En aquellos a?os, el f¨²tbol ingl¨¦s estaba dominado por el Liverpool, el gran rival y vecino, y el Manchester llevaba 18 a?os sin ganar la Liga.

En aquella ¨¦poca, apenas 40.000 hinchas se acercaban por Old Trafford. Dos decenios despu¨¦s, m¨¢s de 75.000 espectadores abarrotan el mayor estadio de un club ingl¨¦s, Ferguson se ha convertido en sir Alex y el Manchester United ha sumado bajo su reinado ocho Ligas inglesas, una Liga de Campeones, cinco Copas de Inglaterra, una Recopa de Europa, dos Copas de la Liga y cinco Community Shield, el partido entre los ganadores de la Liga y la Copa que suele abrir la temporada.

Cuando lleg¨®, los jugadores pasaban m¨¢s horas en el 'pub' que en el campo de entrenamiento

"Esto es f¨²tbol, maldita sea", exclam¨® tras ganar en el ¨²ltimo minuto la Copa de Europa al Bayern

Cuando Ferguson lleg¨® a Manchester, la plantilla pasaba m¨¢s tiempo bebiendo en los pubs que entren¨¢ndose y los jugadores sol¨ªan llegar al entrenamiento con los dedos a¨²n manchados de nicotina. Ferguson descabez¨® a los l¨ªderes del vestuario para aplicar su plan de disciplina f¨¦rrea, pero los ¨¦xitos a¨²n tardaron mucho en llegar. El escoc¨¦s, a menudo criticado por la hinchada, pero respaldado por la directiva del club, tard¨® siete temporadas en ganar la Liga, en la de 1991-92. Empez¨® entonces una trayectoria que le ha convertido, casi, en el mejor entrenador de la historia del f¨²tbol ingl¨¦s y llev¨® al United del infierno al para¨ªso.

En realidad, el dominio del Manchester se ha circunscrito a los a?os 90, en los que conquist¨® la gloria europea y gan¨® siete Ligas en nueve temporadas. Lleg¨® luego el Arsenal de Ars¨¨ne Wenger, que pr¨¢cticamente le regal¨® a Ferguson su ¨²ltima Liga (2002-03) y luego el Chelsea del multimillonario Roman Abramovich. Dicen los entendidos que a Ferguson le falta ganar una segunda Liga de Campeones para superar el palmar¨¦s de Bob Paisley y arrebatarles su lugar en la historia a los menos galardonados, pero m¨ªticos, Brian Clough y Bill Shankly.

Con 20 a?os en el Manchester y casi 65 en el mundo, sir Alex se resiste a jubilarse. A punto estuvo de hacerlo hace cinco a?os, pero dio marcha atr¨¢s despu¨¦s de un anuncio de retirada en el que se mezclaron el cansancio y las ganas de mejorar su sueldo. Ahora, despu¨¦s de tres temporadas en blanco, el United vuelve a estar en primera fila y parece el ¨²nico equipo con los jugadores y el car¨¢cter necesario para disputar la hegemon¨ªa al Chelsea.

Ya no est¨¢n, o viven su declive, los jugadores que formaron la columna vertebral de los grandes equipos de los a?os 90 -Schmeichel, Robson, Ince, Cantona y Hughes primero, Gary Neville, Beckham, Scholes, Roy Keane y Giggs despu¨¦s-, pero el United, aunque falto de personalidad en el centro del campo, cuenta con Rooney, Saha y Cristiano Ronaldo, que forman uno de los ataques m¨¢s letales de la Premiership.

Amante del vino tinto y de los caballos de carreras, el tiempo no ha atemperado el mal genio de Ferguson y su tendencia a enfrentarse con los jugadores que no rinden lo que ¨¦l espera de ellos o han entrado en un declive sin vuelta atr¨¢s, lo mismo le da que se llamen Roy Keane que Beckham o Van Nistelrooy. Pero no ha podido extender su poder mucho m¨¢s all¨¢ de los vestuarios. Hace dos a?os sali¨® trasquilado cuando le ech¨® un pulso a los magnates irlandeses J. P. McManus y John Magnier por la propiedad de un semental llamado El Pe?¨®n de Gibraltar. Los irlandeses compraron un 28% de las acciones del United, desvelaron los negocios irregulares del hijo de sir Alex como agente de futbolistas del United y le amenazaron con el despido. Una vez firmada la paz, los irlandeses le abrieron las puertas del club al norteamericano Malcolm Glazier y se marcharon. Con un inversor como propietario, el United no puede competir con los millones de Abramovich. Pero, como dijo Ferguson tras darle la vuelta, en el ¨²ltimo minuto, a la final de la Liga de Campeones contra el Bayern de M¨²nich en el Camp Nou, "esto es f¨²tbol, maldita sea".