Un esc¨¢ndalo empantanado
Seis meses despu¨¦s de la actuaci¨®n de la Guardia Civil, no hay sanciones ni juicios ni decisiones
Dopaje Estado actual de la Operaci¨®n PuertoEl 9 de mayo pasado, la Secci¨®n de Consumo y Medio Ambiente (Secoma) de la Guardia Civil, un grupo policial que segu¨ªa la pista a un presunto delito de importaci¨®n ilegal, falsificaci¨®n y tr¨¢fico de medicamentos, solicit¨® al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 31 de la plaza de Castilla, de Madrid, la intervenci¨®n, grabaci¨®n y escucha de los telef¨®nos m¨®viles utilizados por Eufemiano Fuentes, ginec¨®logo canario que llevaba a?os trabajando como m¨¦dico deportivo en atletismo, f¨²tbol y ciclismo, y Jos¨¦ Luis Merino Batres, hemat¨®logo propietario de unos laboratorios de an¨¢lisis en Madrid. Comenzaba la parte visible de la Operaci¨®n Puerto, una investigaci¨®n oscura y an¨®nima que, al topar con el mundo del deporte, se transform¨® inicialmente en medi¨¢tico y espectacular golpe contra el dopaje. Seis meses despu¨¦s, intervalo de tiempo que se cumple esta semana, Operaci¨®n Puerto se ha convertido en sin¨®nimo de ineptitud, impericia, caos, cat¨¢logo de t¨¢cticas obstrucionistas, guirigay judicial, niebla, enredos judiciales y lentitud. Y en s¨ªmbolo de las miserias que han dejado al ciclismo, en palabras de sus dirigentes, al borde de la extinci¨®n.
Pero lo que domina es la confusi¨®n kafkiana. Documentos que valen y no valen. Ciclistas que no est¨¢n sancionados, pero a los que nadie ficha. Un sponsor con dos equipos y un equipo sin sponsor. Denuncias y querellas en varios juzgados. Un director general y un teniente de la guardia civil imputados.
Y dos frases para definirlo todo.
Una, de Jaime Lissavetzky, un secretario de Estado para el Deporte que convirti¨® la lucha contra el dopaje en una de las prioridades de su pol¨ªtica, y ah¨ª est¨¢ la ley antidopaje para demostrarlo, lo que le ha valido que en uno de los a?os m¨¢s espectaculares del deporte espa?ol s¨®lo se le reclame en los medios para hablar de esc¨¢ndalos. "Esto es como eso de que cuando el sabio se?ala la Luna el tonto le mira el dedo", dice a sus amigos. El sabio es ¨¦l; la Luna, el dopaje; las pruebas de la Operaci¨®n Puerto, los tontos, todos aquellos acusados, imputados e implicados que han logrado que sea m¨¢s importante la presunta mugre en las u?as del sabio, los posibles errores en la instrucci¨®n del caso, que la Luna, toda la miseria sacada a la luz, el pavor.
La otra frase es de Yolanda Fuentes, hermana de Eufemiano, uno de los principales imputados, tambi¨¦n m¨¦dica y tambi¨¦n imputada. "Vamos a estar los de siempre", dice a los amigos, a quienes habla de un nuevo equipo financiado por el cabildo canario de Fuerteventura. "Los de siempre" son los de siempre, los que formaron el Comunidad Valenciana, el equipo que desapareci¨® despu¨¦s de que dos de sus directores, Vicente Belda e Ignacio Labarta, y la m¨¦dica Fuentes fueran imputados por un presunto delito contra la salud.
- Un documento para limpiar
El 23 de mayo pasado, la Guardia Civil detiene a Fuentes, Merino Batres, Labarta, Manolo Saiz, director del equipo entonces llamado Liberty Seguros, y Alberto Le¨®n. Posteriormente, registra varios domicilios de Madrid, en los que halla 195 bolsas de sangre congelada o refrigerada, gran cantidad de medicamentos y centenares de documentos. Una gran trama de dopaje especializada en la transfusi¨®n de sangre quedaba desarticulada. El juez declara secreto el sumario, pero un mes despu¨¦s, el 25 de junio, EL PA?S publica algunas de sus piezas m¨¢s clarificadoras. Este hecho desencadena los acontecimientos.
El mismo domingo 25 de junio, una semana antes del comienzo del Tour, los ciclistas espa?oles boicotean le Campeonato de Espa?a para protestar por el linchamiento al que se creen sometidos.
Dos d¨ªas despu¨¦s, el 27 de junio, los investigadores elaboran un informe con "las identificaciones y distintas implicaciones de deportistas o personal relacionado". En ¨¦l se cita en total a 56 corredores. El juez Antonio Serrano levanta el secreto del sumario dos d¨ªas despu¨¦s y dispone que dicho informe pueda ser utilizado por las autoridades deportivas para proceder a las pertinentes sanciones administrativas. Esa misma noche, la federaci¨®n espa?ola lo transmite por fax desde Madrid hasta Suiza, a la sede de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI). El d¨ªa siguiente, 30 de junio, el mismo documento es utilizado por los equipos para aplicar el c¨®digo ¨¦tico en sus filas e impedir la participaci¨®n en el Tour de Ullrich, Sevilla, Basso, Mancebo y el equipo Liberty, que no puede contar con el m¨ªnimo de corredores sin implicar. Distribuido por la UCI a las diferentes federaciones con corredores implicados, el documento deber¨ªa servir de base para la apertura de expedientes disciplinarios a los ciclistas.
- Unos documentos intocables
La justicia no es el ¨²nico estamento lento en el mundo. Pasan los d¨ªas, las semanas, los meses, y ninguna federaci¨®n expedienta a ning¨²n ciclista. Los implicados se instalan en el limbo. Los m¨¢s importantes, los que militan en equipos del ProTour, sufren la aplicaci¨®n del c¨®digo ¨¦tico: son suspendidos de empleo, no de sueldo. Algunos, como Ullrich o Basso, negocian la rescisi¨®n del contrato. Los de los dem¨¢s equipos, mientras tanto, pueden seguir corriendo. Y lo hacen. Y hasta ganan carreras, como David Blanco, del Comunidad Valenciana, en la Vuelta a Portugal. Y entonces, de repente, el golpe inesperado: el 3 de octubre, Carmelo Jim¨¦nez, juez sustituto del 31, proh¨ªbe expresamente a las autoridades deportivas la utilizaci¨®n de los documentos de la Guardia Civil para sancionar a los deportistas. Inmediatamente, la federaci¨®n espa?ola archiva las actuaciones. Cierra el caj¨®n a la espera de nuevas decisiones judiciales.
Las autoridades deportivas de medio mundo cuentan con un mapa ¨²nico y detallado, el plano del tesoro del funcionamiento de un grupo dedicado a organizar el dopaje en el ciclismo, de pruebas claras que demuestran el dopaje de decenas de deportistas, y no pueden hacer otra cosa que contemplarlas y maldecir.
Tanto esc¨¢ndalo para nada.
?Para nada?
La decisi¨®n del juez tampoco ha sido acogida con unanimidad entre los especialistas de derecho deportivo.
Javier Herv¨¢s, abogado de Cuatrecases que lleva los asuntos de alg¨²n corredor implicado, piensa que es un error. "Creo que se ha producido un exceso de jurisdicci¨®n por parte del juez sustituto: la administraci¨®n deportiva podr¨ªa seguir actuando", dice Herv¨¢s, que ha propugnado la colaboraci¨®n de sus deportistas con la investigaci¨®n policial. "La documentaci¨®n es v¨¢lida para ambas v¨ªas: en la penal, para probar un delito contra la salud; en la deportiva, para una infracci¨®n de dopaje. Y tambi¨¦n se pueden utilizar en la v¨ªa laboral para justificar un despido. Los planes de medicaci¨®n hallados valen para sancionar; son pruebas que satisfacen, superiores a un mero balance de probabilidades".
Alberto Palomar, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III, s¨ª que encuentra justificada la decisi¨®n del juez. "Lo m¨¢s complicado son las pruebas que la polic¨ªa obtiene con autorizaci¨®n judicial. El dopaje es s¨®lo una infracci¨®n administrativa: no es delito", dice. "As¨ª se produce una inadecuaci¨®n entre medios y fines; es como matar moscas con ca?onazos. La infracci¨®n de derechos fundamentales s¨®lo es permisible en la persecuci¨®n de delitos, no de infracciones administrativas. Los documentos hallados en los registros s¨ª que deber¨ªan poder usarse, sin embargo".
- La jurisprudencia Montgomery
Sin embargo, en Estados Unidos, la USADA (agencia antidopaje) sigue manejando los documentos prohibidos en teor¨ªa para el expediente abierto al ciclista Tyler Hamilton. "Es normal que la federaci¨®n espa?ola se haya asustado. En Espa?a los deportistas abusan del tribunal de lo contencioso administrativo para buscar suspensiones cautelares", explica un experto internacional que prefiere guardar el anonimato. "La UCI, sin embargo, s¨ª que puede recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) el archivo de las actuaciones y usar la documentaci¨®n judicial. Y cuenta a su favor con la jurisprudencia que pudo sentar el caso Montgomery".
A Tim Motgomery, atleta estadounidense que nunca result¨® positivo en un control, el TAS le sancion¨® admitiendo como medio de prueba todo tipo de elementos aportados por la USADA. Aunque le bast¨® al tribunal deportivo con la declaraci¨®n acusatoria de la atleta Kelly White, la USADA aport¨®, entre otras cosas, los papeles, documentos y pruebas hallados por la polic¨ªa en el registro del laboratorio BALCO que una comisi¨®n del Senado estadounidense le hab¨ªa hecho llegar. Y tambi¨¦n se usaron las filtraciones que de la declaraci¨®n secreta de Montgomery ante el Gran Jurado publicaron en el San Francisco Chronicle. As¨ª se prob¨® un positivo no anal¨ªtico.
- Los ciclistas siguen en el limbo
No hay sanciones. Y tampoco parecen adivinarse en el horizonte, a menos que la UCI o el Consejo Superior de Deportes intervengan con energ¨ªa, pero no por ello los corredores implicados pueden pensar que han salido ganando del desarrollo -mejor, de la falta de desarrollo- de los acontecimientos.
Los ciclistas exculpados provisionalmente tras el archivo de la federaci¨®n espa?ola est¨¢n como antes: leprosos a los que nadie quiere o puede fichar. Todos los equipos del ProTour, salvo dos, el CSC y el Discovery, se comprometieron en pacto de caballeros a no contratar a ning¨²n corredor de la lista de 56 elaborada por la Guardia Civil pese a que ninguno de ellos pueda, por ahora, ser sancionado. El Tour de Francia ya ha anunciado que no permitir¨¢ a ninguno de ellos participar en su carrera. El Caisse d'?pargne, de Eusebio Unzue, tuvo que romper inmediatamente las negociaciones que manten¨ªa con Rub¨¦n Plaza, del Comunidad Valenciana. Todos esperan acontecimientos. El ProTour est¨¢ en el aire. La UCI es un organismo debilitado. El Giro quiere a toda costa que Ivan Basso participe. Johan Bruyneel, director del Discovery, no parece haber descartado a¨²n la posibilidad de fichar al mejor ciclista italiano.
El refugio natural entonces de los apestados, que deber¨ªan ser los equipos continentales no sujetos al c¨®digo ¨¦tico, aunque relegados a participar en carreras de segundo nivel, tampoco se da. No contratan: aprietan sus presupuestos y esperan que el paso del tiempo abarate las pretensiones econ¨®micas de los corredores.
Se dan situaciones curiosas, aunque inevitables dado el car¨¢cter kafkiano de la situaci¨®n. Los del Comunidad Valenciana, el equipo desaparecido, que tienen a¨²n contrato en vigor para la pr¨®xima temporada pueden elegir entre cobrar del Govern valenciano y no correr en 2007, o correr en otros equipos y no cobrar lo mismo, sino bastante menos.
- Denuncias y querellas
Imputados, acusados e implicados por igual no han dudado en ning¨²n momento en defenderse mediante la vieja t¨¢ctica de colocar palos entre las ruedas de la justicia, lo que se llama elevar cortinas de humo. As¨ª, en estos momentos nada menos que tres juzgados de Madrid atienden asuntos derivados de la Operaci¨®n Puerto. El n¨²mero 31 lleva el sumario abierto por presunto delito contra la salud en el que est¨¢n imputados ocho personas: los hermanos Fuentes, Belda, Labarta, Merino, Saiz, Le¨®n y Alfredo C¨®rdova, m¨¦dico del Liberty. El n¨²mero 19 admiti¨® el 13 de agosto una denuncia de Saiz por presunta prevaricaci¨®n y falsedad contra Rafael Blanco, director general de Deportes, a quien el t¨¦cnico c¨¢ntabro acusa de haber manipulado el documento elaborado por la Guardia Civil que sirvi¨® de base para la aplicaci¨®n del c¨®digo ¨¦tico en el Tour. La juez ha citado como imputado al teniente de la guardia civil que redact¨® el documento. Y el n¨²mero 47 entiende de la denuncia de nueve ex corredores del Liberty contra el secretario de la federaci¨®n por revelaci¨®n de secretos.
Ninguna de las denuncias, sin embargo, pone en duda la veracidad de los documentos, escuchas y grabaciones que sacaron a la luz las pr¨¢cticas dopantes del grupo de Eufemiano.
- Un Astana y dos equipos
Mientras tanto, la UCI decidi¨® mantener la licencia al equipo de Manolo Saiz pese a los indicios de dopaje organizado y a que su ¨²ltimo patrocinador, las autoridades de Kazajist¨¢n y su marca Astana, han hecho saber que han roto su contrato de patrocinio. Un grupo suizo cuenta, al parecer, con las bendiciones kazajas ahora, pero Saiz mantiene los contratos de sus estrellas, entre ellos Alexander Vinok¨²rov, el ganador de la Vuelta, quien le ha hecho saber que no quiere seguir con ¨¦l. El 20 de noviembre deber¨¢ Saiz presentar la documentaci¨®n de su equipo para seguir con licencia en 2007.
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