El Madrid, un Ferrari sin gasolina
El Madrid prosigue con altibajos en sus resultados. Su ¨²nica continuidad es el f¨²tbol poco atractivo. Cuando gana, con el hambre de ¨¦xitos que tiene su afici¨®n, todo pasa. Pero, cuando pierde, se producen fuertes cr¨ªticas de todos porque faltan victorias, buen juego y emociones.
Capello lleg¨® hace tres meses y el estilo de juego todav¨ªa no mejora. Si fuera una orquesta, el sonido estar¨ªa desafinado. El domingo perdi¨®, como el curso pasado, ante el Celta y el equipo manifest¨® problemas parecidos a los de los ¨²ltimos a?os. Cambian dirigentes, entrenadores... Se fichan jugadores importantes como Cannavaro, Emerson, Diarra, Van Nistelrooy o Reyes... Pero la calidad del juego es siempre la misma, y tambi¨¦n los ¨¦xitos.
En general, Capello call¨® siempre las cr¨ªticas cuando ganaba, pero el estilo de juego de sus equipos casi nunca enamor¨®. Al final, quiz¨¢, tambi¨¦n en el Madrid puede ganar, pero la afici¨®n debe olvidarse de ver un juego bonito, armonioso, alegre y divertido. Hay que decir que tambi¨¦n en los ¨²ltimos a?os el juego era bastante aburrido y feo. Creo que Capello tendr¨¢ bastantes dificultades para dar al grupo alma, sentido com¨²n, esp¨ªritu de equipo, motivaci¨®n fuerte y gran ilusi¨®n, y recibir una disponibilidad, humildad y voluntad de gran nivel. No tener estas cosas ser¨ªa como tener un Ferrari sin gasolina.
El f¨²tbol es un deporte de equipo y, si no existe esta cultura y mentalidad, se pueden tener los mejores jugadores del mundo, pero el equipo ganar¨¢ pocos partidos y cautivar¨¢ menos. Si resolviera los problemas psicol¨®gicos, despu¨¦s podr¨ªa intentar formar un verdadero equipo, que se mueva unido en la fase de defensa, un bloque con jugadores bien posicionados, rico de apoyos, el pressing que ha de tener como referencia al rival, pero tambi¨¦n al espacio, al bal¨®n y a los compa?eros. Y que sepa elegir cu¨¢ndo marcar al hombre o cubrir el espacio, y no s¨®lo apoyarse en jugadores que act¨²an de forma individual confiando en su habilidad, fuerza y experiencia. En la fase de ataque, dar con un estilo de juego, una idea colectiva, armon¨ªa y tiempo de juego. Ahora se conf¨ªa casi s¨®lo en el talento y la intuici¨®n del jugador, y el juego sale lento, con pocas ideas y sin casta.
Siempre he pensado que el f¨²tbol es un juego colectivo con momentos individuales, no al rev¨¦s. Capello tiene una gran experiencia y sabe que al Madrid le falta hoy organizaci¨®n, capacidad t¨¢ctica y colaboraci¨®n. Por tanto, ha colocado dos tapones, Diarra y Emerson, que deben hacer y dar lo que el equipo no puede dar colectivamente. Son un muro delante de la defensa, hacen un trabajo sucio, deben robar balones, ayudar a la defensa y dar la posibilidad a los delanteros de regresar con tranquilidad. En la fase de ataque, Capello conf¨ªa en la experiencia y el talento de sus hombres, que, en general, se mueven sin una idea colectiva y clara.
Ronaldo podr¨ªa ser fenomenal para Capello porque es un talento extraordinario, pero debe entrenarse y empe?arse al m¨¢ximo de sus posibilidades para no romper a¨²n m¨¢s un equilibrio en el vestuario ya bastante complicado. Capello tiene un cargo dif¨ªcil, pero este Madrid tiene una calidad t¨¦cnica impresionante. Importante ser¨¢ jugar colectivamente un f¨²tbol mejor para no traicionar la historia de este fenomenal club, recordando que construir un equipo significa mejorar la individualidad.
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