La Moraleja usar¨¢ c¨¢maras de tr¨¢fico para vigilar las calles
La Comisi¨®n de Videovigilancia afirma que Alcobendas ten¨ªa que haberle pedido permiso
Quienes entren a partir de febrero en las urbanizaciones de El Soto y La Moraleja (Alcobendas) ser¨¢n grabados por las 16 c¨¢maras que instalar¨¢ el Ayuntamiento. El objetivo oficial es "vigilar el tr¨¢fico" en una zona en la que s¨®lo viven 21.000 personas repartidas en 1.000 hect¨¢reas. Esas c¨¢maras, que grabar¨¢n las matr¨ªculas de todos los coches, se usar¨¢n tambi¨¦n, seg¨²n el Ayuntamiento, para prevenir la delincuencia. Pero para eso se necesita un permiso de la Comisi¨®n de Videovigilancia, organismo al que Alcobendas no ha acudido.
La lectura de matr¨ªculas permitir¨¢ comprobar si los coches son robados o van sin seguro
Las urbanizaciones La Moraleja y El Soto de La Moraleja (Alcobendas) son ya aut¨¦nticas fortalezas en las que sus 21.000 vecinos tienen contratados sus propios servicios de vigilancia, con alarmas y perros incluidos. En muchos chal¨¦s y comercios, los residentes han instalado c¨¢maras y, adem¨¢s, 20 polic¨ªas municipales patrullan la zona.
Pero el Ayuntamiento de Alcobendas (PSOE) ha decidido que a partir de febrero empezar¨¢n a funcionar en las dos lujosas urbanizaciones otras 16 c¨¢maras y 47 lectores de matr¨ªculas. Quedar¨¢n registrados todos los veh¨ªculos -4.000 diarios en La Moraleja- que entren o salgan de la zona. "Se comprobar¨¢ con una base de datos que las matr¨ªculas le¨ªdas pertenecen, o no, a coches que no tienen seguro o que han sido robados", explica el concejal de Seguridad, Luis Cortijo.
La diferencia est¨¢ en que para instalar c¨¢maras dedicadas s¨®lo al tr¨¢fico los ayuntamientos no tienen que pedir permiso. En cambio, para las c¨¢maras para prevenir delitos hay que solicitar su instalaci¨®n a la Comisi¨®n de Garant¨ªas de la Videovigilancia de la Comunidad de Madrid. ?sta, presidida por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, es la que da el visto bueno final, pero el Ayuntamiento de Alcobendas no ha acudido a este organismo.
"Si las c¨¢maras, aunque sean para vigilar el tr¨¢fico, van a servir tambi¨¦n para prevenir delitos, el Ayuntamiento de Alcobendas tiene que pedirnos permiso", advirtieron fuentes de la Comisi¨®n de la Videovigilancia.
La comisi¨®n, como ha hecho en los ¨²nicos dos sitios p¨²blicos de Madrid vigilados actualmente con c¨¢maras -el Museo de Esculturas al Aire Libre de Eduardo Dato y la Plaza Mayor- tiene que comprobar, entre otras cosas, que las c¨¢maras no enfoquen a las viviendas. Desde el Consistorio de Alcobendas se?alan que los aparatos "est¨¢n colocados muy lejos de las casas, en glorietas, salidas o entradas de la urbanizaci¨®n".
La comisi¨®n de videovigilancia podr¨ªa intervenir en el caso de que alguien presentase una denuncia por la instalaci¨®n de las c¨¢maras.
Las im¨¢genes se enviar¨¢n al centro de control de pantallas municipal. Las tomas quedar¨¢n grabadas durante 15 d¨ªas. Los aparatos tienen un giro de 360 grados y un zum que ampl¨ªa objetos hasta a 300 metros de distancia. Estar¨¢n instalados a una altura de 15 metros. "Las c¨¢maras cumplen dos objetivos. Por un lado, vigilar el exceso de velocidad que se produce en las urbanizaciones de El Soto y en La Moraleja, con menores conduciendo con el consentimiento de sus padres. Y, por otro, servir¨¢n para aumentar la seguridad en las calles. Con las c¨¢maras podremos detectar si hay atracos, altercados...", explica el alcalde de Alcobendas, el socialista Jos¨¦ Caballero.
Desde la entidad de conservaci¨®n de La Moraleja -organismo que administra la urbanizaci¨®n-, su presidente, Julio Yudego, apoya tambi¨¦n la medida. "Cualquier ladr¨®n que viene a La Moraleja lo hace en coche, y ahora las matr¨ªculas van a quedar grabadas", dice.
La Moraleja tiene una entrada presidida por una glorieta en la que ya se ven algunas c¨¢maras de los comerciantes. Un poco m¨¢s adelante hay otro control: la caseta de vigilancia privada.
La presencia de famosos y millonarios ha convertido la zona en un fort¨ªn y en un lugar codiciado por los cacos. Los vecinos llevan a?os exigiendo al Consistorio que aumente la vigilancia en la zona. Desde el Ayuntamiento replican que el ¨ªndice de delitos est¨¢ por debajo de otros municipios. En todo Alcobendas se producen de media 63 delitos por cada 1.000 habitantes; en Madrid capital, 69,1.
En el casco urbano de Alcobendas ya existen 17 c¨¢maras municipales de vigilancia y en la urbanizaci¨®n de Fuente Lucha, a las afueras, hay otras dos. Como en el caso de El Soto y La Moraleja, estas c¨¢maras se colocaron, en teor¨ªa, para vigilar s¨®lo el tr¨¢fico. "Los aparatos controlan la ciudad en general y sirven para ver d¨®nde se producen las congestiones de tr¨¢fico", insiste el edil de Seguridad. Sin embargo, hace unos d¨ªas las c¨¢maras captaron por la noche a un hombre pegando a su novia.
En el caso de las urbanizaciones de El Soto y La Moraleja, Luis Cortijo se?ala que los problemas de tr¨¢fico pasan porque "el nivel de incumplimiento de las se?ales de velocidad es muy alto". "El 90% de los veh¨ªculos se salta los l¨ªmites que no deben superar los 30 o 50 kil¨®metros por hora", afirma el concejal.
A algunos vecinos de La Moraleja la idea de estar continuamente vigilados no les hace mucha gracia. "La urbanizaci¨®n se est¨¢ quedando aislada. Se refuerza la seguridad, pero en detrimento de la libertad", se quej¨® Lara Otero, una vecina. Desde el Consistorio insisten en que las c¨¢maras "no atentan contra la intimidad de la gente". "Tenemos c¨¢maras de tr¨¢fico por Alcobendas desde hace a?os y nunca ha venido nadie a quejarse", concluy¨® el regidor Jos¨¦ Caballero.
En los ¨²ltimos a?os, varias urbanizaciones de la regi¨®n han intentado colocar c¨¢maras de videovigilancia, sin conseguirlo. Por ejemplo, en el a?o 2003 la urbanizaci¨®n de lujo La Florida, situada entre la carretera de A Coru?a y la de El Pardo, decidi¨® blindar sus entradas con barreras y c¨¢maras de videovigilancia, debido, seg¨²n la comunidad de propietarios, a la inseguridad que soportaba la zona.
El Ayuntamiento de Madrid advirti¨® a los residentes y comerciantes de La Florida de que lo que estaban haciendo no era legal y les oblig¨® en un plazo de 10 d¨ªas a quitar las c¨¢maras y las barreras.
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