Madrid recupera el contacto con Saturno
El env¨ªo y la recepci¨®n de datos de las naves que est¨¢n muy lejos de la Tierra exige grandes antenas y una de las tres mayores del mundo dedicadas a estas comunicaciones espaciales est¨¢ en Madrid, en Robledo de Chavela, en la estaci¨®n de seguimiento que la NASA mont¨® hace cuatro d¨¦cadas. La mayor antena de Robledo, de 70 metros de di¨¢metro, ha estado fuera de servicio desde el pasado mes de mayo debido a una aver¨ªa complicada de los rodamientos que se detect¨® durante una revisi¨®n rutinaria de la instalaci¨®n. El arreglo ha exigido a los ingenieros meses de trabajo, pero ya est¨¢ lista para recuperar las comunicaciones interplanetarias, entre otras con la nave espacial Cassini, que est¨¢ en la ¨®rbita de Saturno.
La antena de 70 metros de Robledo ha estado fuera de servicio desde el pasado mes de mayo
"El problema se ha solucionado y ahora estamos en fase de calibraci¨®n y apuntamiento de la antena", explica Jes¨²s Gimeno, director de la estaci¨®n de Robledo. "Estar¨¢ totalmente operativa y en operaci¨®n rutinaria el pr¨®ximo 2 de enero". Durante estos meses de reparaciones, las operaciones que normalmente cumple la antena de Robledo se han repartido entre las otras dos de la denominada Red de Espacio Profundo (DSN, en sus siglas inglesas), que la NASA tiene en Goldstone (California) y Canberra (Australia), explica Gimeno. La estaci¨®n de Robledo tiene otras tres antenas, de 34 metros de di¨¢metro cada una.
Las tres estaciones de la DSN est¨¢n situadas estrat¨¦gicamente en el globo terrestre de manera que, a medida que el planeta gira, hay en todo momento al menos una de ellas a la vista desde cualquier punto del cielo. Las grandes antenas, las de 70 metros, son las m¨¢s id¨®neas, y a veces imprescindibles, para entrar en contacto con sondas que est¨¢n m¨¢s lejos o con las que env¨ªan un gran flujo de datos.
Adem¨¢s del contacto con Cassini, las grandes antenas de la DSN siguen en contacto diario con las dos naves Voyager de la NASA, que partieron de la Tierra hace tres d¨¦cadas y que est¨¢n ahora saliendo ya del sistema solar, mucho m¨¢s all¨¢ de Neptuno. La Voyager 1 alcanz¨® el pasado agosto la distancia de 100 unidades astron¨®micas (una unidad astron¨®mica es la distancia de la Tierra al Sol, 150 millones de kil¨®metros). Tambi¨¦n se reciben las se?ales de la Pioneer 10, que est¨¢ igualmente en los confines del Sistema Solar, pese a que oficialmente la misi¨®n se termin¨® hace a?os. La otra sonda que se comunica preferentemente a trav¨¦s de las antenas de 70 metros es la nueva Mars Recconnaisance Orbiter, en la ¨®rbita de Marte, dada la gran cantidad de datos que env¨ªa.
El deterioro de los cojinetes de la gran antena de Robledo, cuyo plato pesa 1,9 millones de kilogramos, se desvel¨® por la presencia alarmantemente alta de part¨ªculas s¨®lidas en el aceite que los ba?a, explica Gimeno. Los ingenieros de Robledo y los del Jet Propulsion Laboratory (California), que se desplazaron a Madrid, vieron que dos de los rodamientos estaban muy deteriorados. La NASA decidi¨® revisar a fondo tambi¨¦n los de las antenas de Goldstone y Canberra, pero no hab¨ªan sufrido el deterioro. Los cojinetes son esenciales para mover la antena y mantenerla apuntada con precisi¨®n. Estas tres grandes antenas tienen ya m¨¢s de 30 a?os y la NASA ha decidido ponerlas a punto para alargar su vida 15 a?os m¨¢s.
Los cuatro cojinetes nuevos que se han instalado en la antena de Robledo, explica Gimeno, son provisionales porque la f¨¢brica de los originales no ten¨ªa las piezas exactamente iguales a las retiradas. Las est¨¢ fabricando ahora y se instalar¨¢n el a?o que viene en la siguiente fase de mantenimiento programado de la antena.
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