Y ahora, el 'Toro de fuego'

A¨²n bajo los efectos de la n¨¢usea que nos produjo la celebraci¨®n del Torneo del Toro de la Vega de Tordesillas el pasado mes de septiembre, la Junta de Castilla y Le¨®n nos deleita con otra de sus fiestas estrella, declarada tambi¨¦n de inter¨¦s tur¨ªstico, para oprobio de los seres verdaderamente humanos. Se trata del Toro de fuego, en la villa de Medinaceli, en Soria, a celebrar el segundo s¨¢bado de noviembre. Para cualquier persona desinformada, es al menos conocida la imagen de un toro al que le colocan un armaz¨®n en la cornamenta, consistente en unas bolas de estopa impregnadas de material inflamable, que se prenden, enloqueciendo de miedo al animal, para regocijo de lugare?os y visitantes, que gozan de lo lindo viendo al pobre toro quemarse la piel bajo las brasas que sueltan, y producirse hemorragias por las heridas que se causa al cabecear para zafarse del artilugio, huyendo de una tortura de la que no puede librarse para, finalmente, y como establecen tambi¨¦n los c¨¢nones de la tortura espa?ola, ser sacrificado fuera de la vista del p¨²blico, eso s¨ª, para no herir sensibilidades. Huelga todo comentario. Si no hay verg¨¹enza para prohibir, s¨ª, prohibir, esos abominables festejos, ?c¨®mo rasgarnos las vestiduras y buscar soluciones imposibles ante el aumento de la violencia en todos los ¨¢mbitos de nuestra sociedad? ?Es miop¨ªa moral, o puro y simple cinismo de nuestros gobernantes? Quiz¨¢ ambas cosas.