La tele y los lunes

La tele es un estado de ¨¢nimo, aunque muchos quieran verla (y la ven) como un electrodom¨¦stico inventado para que el ocio sea, tambi¨¦n, una manera de matar el tiempo. Sobre esa mancha previsible de ese d¨ªa tan nublado de la semana que es el lunes se pos¨® una noticia tambi¨¦n fatalmente anunciada, la despedida de Paquito Fern¨¢ndez Ochoa, el primer oro del deporte espa?ol en el mundo.

Todas las cadenas fueron generosas, como es natural, y a mi mente vinieron las del momento m¨¢s inmediato, el ¨²ltimo salto a la vida de este esquiador formidable. Fue hace unos d¨ªas tan s¨®lo, cuando en su pueblo le descubrieron las Infantas la escultura que conmemora el momento en que ¨¦l abr¨ªa los brazos en Sapporo (Jap¨®n) despu¨¦s de su glorioso triunfo ol¨ªmpico.

Rodeado de la nieve entonces, y del calor ¨²ltimo ahora, Fern¨¢ndez Ochoa contempl¨® desde la silla de ruedas aquel monumento que le abrazaba y en cierto modo le desped¨ªa, y ¨¦l mismo sinti¨® el impulso de imitar el gesto de su representaci¨®n escult¨®rica, abri¨® la cara en una sonrisa melanc¨®lica pero triunfante y venci¨® la emoci¨®n del momento haciendo con sus manos lo que ya no podr¨ªa hacer nunca m¨¢s.

La televisi¨®n es memoria y emoci¨®n, y acci¨®n, y tambi¨¦n estupidez, de cualquier d¨ªa, los lunes incluidos, pero este lunes ¨²ltimo, ante el televisor previsible del primer d¨ªa de la semana, esa imagen retomada y las otras im¨¢genes que le hicieron justicia se posaron en la casa como una carta a la que s¨®lo se puede responder con melancol¨ªa. La noche sigui¨®, se introdujeron las noticias fatales de estos d¨ªas -lo de Sadam es una noticia que convoca a una reflexi¨®n que pasa por Espa?a, desgraciadamente-, Cuatro empez¨® a apagar las velas de su primer aniversario, Mujeres sigui¨® su marcha triunfal (pero sigilosa, en La 2), Homo zapping (Antena 3) sigue d¨¢ndole mandobles a los solemnes... La tele est¨¢ para lo accidental y para lo inolvidable, y en ese rengl¨®n se queda Paquito en la memoria.