?Qui¨¦n teme al ciudadano feroz?
Como es bien sabido, con ocasi¨®n del Salon de 1864 el pintor ?douard Manet expuso su c¨¦lebre Olympia, un desnudo femenino que irrit¨® profundamente a la buena sociedad parisina y cambi¨® las reglas de la representaci¨®n cl¨¢sica. La gigantesca c¨®lera desatada por el cuadro de Manet era debida a que el nuevo modo de presentar un tema cl¨¢sico dejaba sin argumentos a los tradicionalistas. La estrategia art¨ªstica de Manet negaba todos los valores defendidos por la vieja escuela. Los entendidos, los expertos, los coleccionistas y aquellos aficionados que se consideraban enterados, reaccionaron con violencia porque, de ser cierto lo que Manet expresaba en su pintura, entonces ellos eran una colosal mentira. Tambi¨¦n es conocido el final de la historia: eran una colosal mentira.
Algo similar est¨¢ sucediendo con la irrupci¨®n de un peque?o partido posnacionalista en Catalu?a, a partir de las ¨²ltimas elecciones. El Partido de los Ciudadanos (PC) es min¨²sculo en comparaci¨®n con las fuerzas que representan al nacionalismo catal¨¢n, pero la reacci¨®n que ha desatado es sorprendente y pone de manifiesto, no la amenaza de los d¨¦biles, sino el miedo de los poderosos. La astuta conducta de los medios de comunicaci¨®n catalanes, que no informaron en ning¨²n momento sobre la campa?a del PC mientras dur¨® la subasta de votos, no ha podido resistir el resultado y ahora se desborda en ataques furibundos. Un s¨ªntoma inequ¨ªvoco de que el poder se siente d¨¦bil.
Por si alguien supone que escribo desde una posici¨®n militante, debo aclarar que si bien form¨¦ parte del grupo que incit¨® a la creaci¨®n en Catalu?a de un nuevo partido que pudiera hablar con naturalidad sobre todo lo prohibido por el poder, en cuanto ese partido se constituy¨® legalmente me retir¨¦ con ¨¢nimo de no regresar nunca m¨¢s a la pol¨ªtica emp¨ªrica. Si ahora escribo sobre ellos es porque nos est¨¢n sirviendo una valiosa informaci¨®n sobre la falta de informaci¨®n que sufre la sociedad catalana. De modo que habr¨ªa escrito exactamente lo mismo si hubiera votado a Convergencia o a Iniciativa.
La falta de informaci¨®n a la que aludo es una de las causas de la inseguridad del poder catal¨¢n. Cuando escribo esta cr¨®nica hay ya un acuerdo para repetir el tripartito. Es decir, que han ganado los que han perdido, pero quiz¨¢s no cab¨ªa otra posibilidad. Los partidos nacionalistas catalanes son m¨¢quinas de distribuci¨®n. Cualquiera de las posibles combinaciones ganadoras no se forma para cumplir el deseo de los votantes sino para satisfacer a los partidos y a sus clientelas. Contra este estado de cosas hab¨ªa que fundar un nuevo partido y ese partido ha conseguido tres esca?os sin apenas campa?a, sin dinero, sin apoyos, sin aparecer en los medios, contando tan s¨®lo con el entusiasmo de la gente.
La victoria ha sorprendido porque la sociedad catalana carece de informaci¨®n responsable. Muy pocos periodistas sab¨ªan algo sobre el nuevo partido y lo que sab¨ªan era mentira. Ning¨²n profesional de la prensa catalana intent¨® averiguar algo por su cuenta. Cada uno de los medi¨¢ticos de prestigio pertenece a un grupo dentro del sistema y nada que caiga fuera de tan estrecho horizonte tiene la menor importancia. La endogamia informativa ha llegado a extremos grotescos, como la creaci¨®n de un comit¨¦ de comisarios que vigila a los periodistas catalanes. Sin embargo, no es el momento de examinar el grado de dependencia y la falta de autonom¨ªa de los medios catalanes, sino de sacar algunas conclusiones. Y para ello nadamejor que poner algunos ejemplos de lo que est¨¢ sucediendo despu¨¦s de las elecciones, cuando el resultado es irreparable. Quiz¨¢s alguien se percate de que el estado de cosas es insostenible, que est¨¢ hundiendo a la sociedad catalana en el escepticismo democr¨¢tico, y trate de ponerle remedio.
Hablemos de las firmas y vayamos de menor a mayor. Como es l¨®gico, todo el periodismo de batalla ha coincidido en calificar al PC de facha, ultraderechista y cosas semejantes. De nada ha servido que el jefe del partido se definiera como socialdem¨®crata, o que no haya ni un solo dato que fundamente semejante barbaridad, es decir, que este es un partido de delincuentes. Ning¨²n responsable del PC ha hablado de inmigraci¨®n y si lo ha hecho ha sido con bastante mayor liberalidad que la se?ora Ferrusola de Convergencia o el se?or Barrera de Esquerra; ni de religi¨®n y si lo ha hecho es para declararse laico y contrario a la asignatura de religi¨®n, a diferencia de los nacionalistas; ni del aborto, las bodas gays, el feminismo y la parafernalia que trabaja ese partido estetizante, Iniciativa, como no sea para coincidir con ellos porque, la verdad, esas cosas son simplemente obvias. No importa: los Sopena, los Culla, los Card¨²s, los S¨¢nchez, la infanter¨ªa del sistema, han afirmado que el PC es de extrema derecha.
Era de esperar, por as¨ª decirlo, entre la gente de faena, pero subamos un pelda?o. Toni Soler es una figura de la radiotelevisi¨®n catalana y escribe en La Vanguardia. Es una de esas estrellas locales que viven de luchar heroicamente contra la microsc¨®pica presencia del PP y que jam¨¢s han tocado un pelo al poder. Sin embargo, la aparici¨®n del PC le ha puesto nervioso. He aqu¨ª lo que escrib¨ªa Soler el domingo 5 de noviembre: "(Para el PC) el nacionalismo catal¨¢n va de Carod a Piqu¨¦, inclusive, y dicen una frase en cada idioma, para demostrar que el idioma no les importa, es decir, que si el catal¨¢n desaparece no soltar¨¢n ni una l¨¢grima". Esto lo escribe Soler en castellano. Es otro de los innumerables nacionalistas que considera justo multar a un tabernero por no rotular en catal¨¢n, pero que desea seguir cobrando sus art¨ªculos en castellano, por favor. Con esta moral es dif¨ªcil informar objetivamente.
Subamos otro pelda?o, lleguemos a periodistas prestigiosos y a los que respeto. Ese mismo d¨ªa y en el mismo ¨®rgano de los conservadores catalanes, Enric Juliana escrib¨ªa: "El despliegue del Partido de la Ciudadan¨ªa en Espa?a s¨®lo es posible con el apoyo estrat¨¦gico de un poder fuerte. La FAES es uno de ellos y ha amenazado con querellarse contra quien diga que suya es la mano que mece la cuna". Debo confesar que el p¨¢rrafo me ha desconcertado porque soy lector habitual de Juliana, uno de los escasos periodistas catalanes que utiliza el castellano con elegancia. Su posici¨®n siempre ha sido clara, es simpatizante de Convergencia, pero no es un palanganero. Suelo o¨ªrle en la tertulia de Carlos Herrera y me parece un hombre equilibrado. Que utilice una falacia tan absurda es significativo sobre el grado de intoxicaci¨®n de los periodistas catalanes. La gente que ha conseguido tres esca?os se los ha trabajado como anta?o los clandestinos que luchaban contra Franco: aguantando los ataques del r¨¦gimen en pleno y sin el menor apoyo de nadie como no sea el desinteresado y generoso de mucha gente que est¨¢ harta de tanta falacia. Que s¨®lo les hiciera caso la prensa de Madrid no es culpa suya, sino de la prensa de Barcelona.
Y acabemos de subir la escalera hasta un nivel que puede costarme una amistad. El viernes 3 de noviembre, Xavier Vidal-Folch, el director de la edici¨®n catalana de este peri¨®dico y amigo personal, hac¨ªa un balance de los resultados. Escrib¨ªa lo siguiente: "La gran novedad, Ciutadans, ese nacionalismo neoespa?olista". Pasaba luego a anunciar que el partido practicar¨¢ el lerrouxismo, que acabar¨¢ en manos de la extrema derecha, y terminaba diciendo: "?Nuevo el nacionalismo espa?ol? ?O el m¨¢s rancio y cutre de los nacionalismos hisp¨¢nicos?". Esta es la opini¨®n de un gran profesional catal¨¢n que ha vivido en Bruselas durante a?os y conoce la prensa europea. Si estuvi¨¦ramos en Europa habr¨ªa que hacerle algunas preguntas: ?Qu¨¦ es, en su opini¨®n, el "espa?olismo"? ?Algo as¨ª como el catalanismo, un apego cultural? ?Que te guste la m¨²sica de Alb¨¦niz, el Museo del Prado y las novelas de Mendoza? ?Hay que a?adir, para radicalizar, la jota en plan sardana, los toros en plan castellers, el Valle de los Ca¨ªdos en plan Montserrat? ?O m¨¢s bien ser¨¢ espa?olista alguien que se oponga al populismo del odio contra los espa?oles tipo Rubianes? ?Y que ser¨ªa un "neoespa?olismo"? ?O es s¨®lo un modo de clasificar para evitarse el an¨¢lisis? ?Pereza o desinformaci¨®n?
El lerrouxismo y la extrema derecha son fantasmas constantes en Catalu?a, quiz¨¢s por ser dos de las m¨¢s frecuentes tentaciones catalanas, desde el carlismo del XIX hasta los Requet¨¦s franquistas. Son espantajos que carecen de contenido ya que toda situaci¨®n hist¨®rica es irrepetible y para acabarlo de arreglar nadie sabe muy bien en qu¨¦ consisten. ?Es un lerrouxista a la inversa Artur Mas cuando se inventa un carnet de puntos para inmigrantes? ?O Maragall cuando le concede la nacionalidad catalana a Montilla por lo bien que se ha portado? Cuando un t¨¦rmino m¨¢s o menos t¨¦cnico se usa como insulto hay que suponer que de lo que abunda en el coraz¨®n habla la boca.
Lo mejor sin embargo es el final. "Rancio" y "cutre" son de nuevo adjetivos muy frecuentes entre los defensores de la buena sociedad catalana, aunque deben aplicarse exclusivamente al llamado "nacionalismo espa?ol". Que Artur Mas se arrodille ante la tumba de Wifredo el Velloso, que todos los partidos canten Els segadors con la mano en el pecho y lo hagan obligatorio en las escuelas, que peregrinen a los lugares sagrados, que proh¨ªban a los escolares hablar en castellano en el patio, o que s¨®lo hayan le¨ªdo a Prat de la Riba y otros genios de la filosof¨ªa pol¨ªtica, no es, para ellos, ni "cutre" ni "rancio". Debe de ser lo m¨¢s progresista, aunque s¨®lo en Catalu?a. ?Qu¨¦ p¨¦sima informaci¨®n, Dios m¨ªo!
En efecto, un partido sin dinero, sin campa?a, sin apoyo medi¨¢tico, en cuatro meses ha conseguido tres diputados. Ahora el poder catal¨¢n puede reaccionar de dos modos distintos: temblando de miedo e insultando como hasta ahora viene haciendo, o poniendo remedio a lo que ha provocado 90.000 votos para el nuevo partido, 60.000 votos en blanco, la m¨¢s alta abstenci¨®n de la historia de Catalu?a, y un panorama para el futuro Gobierno que cada vez nos acerca m¨¢s a la Italia de los a?os de plomo. O a cosas peores. Quiz¨¢s ellos se sientan a gusto en este ambiente de sauna para padrinos. Los dem¨¢s, no.
F¨¦lix de Az¨²a es escritor.
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