"No siempre es positivo ser alta, pero s¨ª hay que ser inteligente"
Martina Hingis, suiza de origen eslovaco (Kosice, 1980), pas¨® a ritmo de r¨¦cord de ser una ni?a prodigio del tenis a retirarse. A los 16 a?os ya era la n¨²mero uno. A los 19 hab¨ªa ganado cinco torneos del Grand Slam. Y a los 23, derrotada por sus tobillos y agotada por un circuito cada vez m¨¢s exigente, anunci¨® su adi¨®s indefinido, que dur¨® tres a?os. En ¨¦ste ha vuelto ascendiendo con rapidez en el r¨¢nking, lo que le ha permitido disputar el Masters. Hingis, la sonrisa pegada a la cara, recibe a este peri¨®dico y al The Daily Telegraph en un c¨¦ntrico hotel de Madrid y frente a un caf¨¦ expresso.
Pregunta. Empez¨® cuando dominaba la alemana Steffi Graf. Luego, se enfrent¨® a las hermanas estadounidenses Serena y Venus Williams. Y ahora ha decidido volver en pleno auge de las rusas.
Respuesta. S¨ª, ha pasado mucho tiempo. ?Eso me hace sentir vieja! La primera mujer que trajo al tenis la preparaci¨®n f¨ªsica fue Martina Navratilova, que hac¨ªa pesas y siempre estaba preparada. Steffi se hallaba fuera de alcance, en otro lugar. Durante siete a?os, los que fue n¨²mero uno, casi nadie pudo siquiera rozarla. Era incre¨ªble. Podr¨ªa haber sido mucho mejor si hubiera aprendido algunas de las cosas que hacemos hoy. Las Williams aportaron la fuerza, los m¨²sculos. Y yo, como Justine [Henin, la actual n¨²mero tres], prob¨¦ que las jugadoras peque?as y r¨¢pidas pueden tener ¨¦xito. No siempre es positivo que seas alta [ella mide 1,70 metros y pesa 59 kilos], ya que sigues teniendo que trabajar las piernas. Tienes que ser inteligente: el tenis es uno de los pocos deportes en los que el tama?o no importa. Aunque las rusas son todas altas y fuertes.
P. ?Se volver¨ªa a hacer profesional tan joven como se hizo?
R. Definitivamente. Con 16 a?os no tienes distracciones. S¨®lo ves el juego. Deseas jugarlo y tener ¨¦xito. Cuando te haces mayor, empiezas a pensar que quiz¨¢s haya cosas fuera y quieres experimentarlas. Cuando eres la n¨²mero uno, tienes muchas puertas cerradas, que hacer muchas cosas... Eso es duro. Exige mucha disciplina.
P. ?El que haya logrado ser la octava en este a?o habla de su calidad o de la debilidad del circuito?
R. Para m¨ª, significa mucho. Nunca me dio miedo el juego en s¨ª, el tenis. Siempre pens¨¦ que ten¨ªa el nivel y que por algo hab¨ªa sido la n¨²mero uno durante cuatro a?os. Ese factor no me dio miedo nunca. Pero el f¨ªsico, que es mucho m¨¢s importante de lo que sol¨ªa ser, s¨ª que era mi gran miedo. No sab¨ªa si podr¨ªa sobrevivir tres, cuatro, siete partidos... Pero he sobrevivido. Y creo que podr¨¦ empezar 2007 con una mentalidad positiva para llegar m¨¢s lejos.
P. ?Qu¨¦ pens¨® cuando, retirada, vio que jugadoras con menos calidad que usted dominaban?
R. En aquellos momentos sab¨ªa que no era posible volver. As¨ª que intent¨¦ no pensar en ello. Ve¨ªa los partidos, segu¨ªa el circuito, hac¨ªa comentarios televisivos... No fue f¨¢cil, pero era consciente de que no pod¨ªa hacer la preparaci¨®n f¨ªsica que necesitaba por mis problemas en los pies. As¨ª que intent¨¦ no perder el sue?o por eso.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le llam¨® la atenci¨®n a su vuelta?
R. Lo bien que me recibieron. Fue una aproximaci¨®n diferente... Cuando ten¨ªa 17 a?os, el p¨²blico dec¨ªa de m¨ª "es esto y aquello" y, ahora, probablemente, tienen una percepci¨®n distinta de m¨ª. Ha sido incre¨ªble ver que all¨¢ donde voy lo tengo de mi lado. Como en Madrid. Para eso volv¨ª.
P. Cuando regres¨®, ?esperaba llegar a disputar el Masters?
R. Era un reto, uno de mis sue?os. Y, genial, se ha cumplido. Ha sido un gran a?o. Estar en este torneo es una de las cosas que deseaba, como figurar entre las diez mejores. Cuando llegu¨¦ a Madrid me dije: "F¨ªjate, lo has logrado".
P. ?Ha cumplido, pues, las metas que impulsaron su retorno?
R. Siempre quiero m¨¢s. Creo que en 2007 conseguir¨¦ m¨¢s porque empezar¨¦ en una posici¨®n diferente, entre las ocho mejores. Ser¨¦ cabeza de serie, no tendr¨¦ que jugar la primera ronda... Es cierto que este a?o he tenido buenos cuadros. Pero, de alguna manera, te obligan a ganar a las mejores antes y es dif¨ªcil llegar a las semifinales. Espero que eso ocurra ahora.
P. ?Qu¨¦ destacar¨ªa del curso?
R. Que mi juego ha sido muy consistente. En los primeros seis meses, especialmente, fui un peligro constante para las mejores. Hice partidos muy buenos. Sobre todo, sabiendo que hab¨ªa tenido miedos y dudas sobre si todav¨ªa pod¨ªa competir con ellas. Prob¨¦ que algunas veces lo que necesitas es ese clic, ese extra, de ganar algunos duelos importantes. Gan¨¦ a Sharapova en Tokio e hice clic. Jugu¨¦ muchos torneos y, como poco, hice lo que ten¨ªa que hacer. La ¨²nica decepci¨®n fue Wimbledon. Y me gustar¨ªa haberlo hecho mejor en Roland Garros, donde no me sent¨ª al ciento por ciento.
P. ?Cree que se deber¨ªa reducir el calendario?
R. Siempre hay ventajas e inconvenientes respecto a eso. En los ¨²ltimos d¨ªas he dado pasos hacia delante y me he dado cuenta de que tengo que jugar m¨¢s partidos como los de Madrid. Todas tenemos que buscar el que mejor funcione para cada una. Aunque, s¨ª, ayudar¨ªa tener m¨¢s vacaciones.
P. Ha disfrutado de Madrid.
R. Fuimos a un partido del Madrid y al Museo del Prado. As¨ª que he hecho lo principal que hay que hacer aqu¨ª. No se puede comparar. El arte, la cultura, los cuadros de Goya, Rembrandt, son ?uaooo...! Ver lo que aquella gente era capaz de hacer... Siempre me gusta hacer cosas en direcci¨®n distinta al tenis para no estar todo el d¨ªa con la pelota. El ambiente del Bernab¨¦u me pareci¨® incre¨ªble.
P. ?C¨®mo afecta a sus amistades el que viaje tanto?
R. No importa que no vea a mis amigos frecuentemente. Uno cuida de mis cinco caballos, otro es mi vecino... Los verdaderos amigos son dif¨ªciles de encontrar. No tengo tantos. Cualquier persona tiene muchos. Yo prefiero tener un pu?ado de ellos y saber que los puedo llamar en cualquier momento, que puedo viajar sabiendo que estar¨¢n ah¨ª para m¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.