Maragall a Carod: "No deber¨ªas estar en el Gobierno"

Montilla se acost¨® tarde, pero la pol¨ªtica manda madrugar. El veh¨ªculo Passat negro del PSC lo deposita a la hora del desayuno frente a un hotel del Ensanche barcelon¨¦s, donde casi al mismo tiempo de otro Passat -¨¦ste azul metalizado y perteneciente al Parlament- acaba de apearse Josep Llu¨ªs Carod-Rovira. Es el primer encuentro poselectoral entre ambos pol¨ªticos, aunque no la primera conversaci¨®n. Montilla reitera los mismos argumentos que ha empleado ante Saura.

El l¨ªder del PSC y el independentista tantean el terreno para cotejar el grado de voluntad negociadora. Tras m¨¢s de una hora de conversaci¨®n, Carod-Rovira se traslada al Palau de la Generalitat, donde lo recibe el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. "No deber¨ªas estar en el Gobierno; m¨¢s vale que te orientes hacia la presidencia del Parlament", intenta, in¨²tilmente, persuadirle Maragall. La complejidad del d¨ªa en que se debe aquilatar el papel de Carod se ve animada por las declaraciones de los tradicionales cr¨ªticos del PSC: Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra y Jos¨¦ Bono. Los socialistas catalanes ya est¨¢n acostumbrados. Pero les hacen mella las manifestaciones del presidente del PSOE y de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, previniendo contra un tripartito y abonando la racionalidad de la sociovergencia. Montilla toma el tel¨¦fono: "Manolo, ?no te das cuenta de que CiU es la derecha en Catalu?a? ?Te ves t¨² pactando con Javier Arenas [l¨ªder andaluz del PP] para formar Gobierno?".

Los socialistas catalanes son conscientes de que el l¨ªder republicano se ha convertido en la bestia negra de una parte de la opini¨®n p¨²blica espa?ola y de que algunas de sus opiniones son munici¨®n pol¨ªtica en manos del PP y sus medios afines para erosionar a Zapatero. Por ello tratan de reglamentar y acotar al m¨¢ximo su presencia en el Gobierno catal¨¢n.

Con todo, lo aparentemente m¨¢s relevante de la jornada est¨¢ por llegar: es el no oficial de los socialistas catalanes a CiU. El encuentro tiene lugar en el c¨¦ntrico hotel Claris, que dispone de una notable colecci¨®n de arte egipcio. Montilla, hier¨¢tico, reitera su postura: "Prefiero la oposici¨®n". Mas, que durante la campa?a hab¨ªa abonado p¨²blicamente la sociovergencia s¨®lo en caso de una "emergencia nacional", ve que ha perdido la partida de las alianzas. Ahora sabe lo que Montilla quiere y tambi¨¦n lo que piensa hacer Puigcerc¨®s. La ¨²nica esperanza de CiU es que triunfe la oferta de hacer a Carod su primer ministro.