El Madrid, una apisonadora

Una apisonadora. No hay mejor met¨¢fora para explicar la octava victoria del Madrid. Llegaba el Estudiantes con base para complicarle la vida y se encontr¨® ante un vendaval de juego y canastas. No es que lo hiciese mal, sino que el Madrid estuvo superior. En pleno debate sobre el sistema de competici¨®n, las audiencias televisivas y otras cuestiones, el equipo madridista ense?a la mejor v¨ªa para dar vida a la Liga. Un juego agresivo, entusiasta, veloz, con la b¨²squeda de la canasta entre ceja y ceja. Y poco importan las diferencias, por grandes que sean. El Madrid, ganando por 20 puntos, juega con la misma intensidad. En consecuencia, no da respiro al adversario. El Estudiantes aguant¨® los 29 del primer cuarto y otros tantos en el segundo y¨¦ndose al descanso tocado, pero no hundido (58-43). Pero al tercer 29 se tuvo que olvidar de todo. El chaparr¨®n fue de los de ¨¦poca, pues parec¨ªa imposible que cualquier ataque blanco no terminase en dos o tres puntos. De la mano de Tunceri y Ra¨²l, enormes en la direcci¨®n y la anotaci¨®n, la avalancha no ten¨ªa fin. Lo intentaban todo y les sal¨ªa todo. Hasta jugadas in¨¦ditas, como los dos alley-ups que coloc¨® Felipe Reyes y que machacaron Hamilton y Sinanovic. El que los jugadores se atrevan a cosas a las que parecen no estar predestinados es un s¨ªntoma de la euforia y la confianza.

A primera vista, resulta sorprendente la transformaci¨®n del Madrid, sumido demasiados a?os en un letargo que le hab¨ªa convertido en un conjunto sin estilo, excesivamente en manos de los entrenadores, sin norte en la cancha y los despachos. Casi de la noche a la ma?ana, gracias a una gesti¨®n coherente y la direcci¨®n de Joan Plaza, ha retomado algunas de las se?as de identidad que le hicieron grande. Esos contraataques que parec¨ªan ya de museo arqueol¨®gico, esa solidaridad y ese aprovechamiento del talento que atesora le han convertido en la sensaci¨®n. A este baloncesto no le hace falta que le vendan. Lo hace ¨¦l solo con el gran placer que produce.

Porque en estos tiempos se habla de la necesidad de jugar con 10-11 jugadores ante el derroche f¨ªsico que impone un estilo demasiado proclive al culto al m¨²sculo. No es el Madrid el primero ni el ¨²ltimo en hacerlo. Pero una cosa es jugar con una docena y otra aprovecharlos. Lo primero es f¨¢cil. Es cuesti¨®n de rotar y rotar. Lo otro es m¨¢s dif¨ªcil, pues interviene el criterio: saber qui¨¦n, cu¨¢ndo y por qu¨¦ tiene que entrar o salir.

Resto de la jornada: Ayer: C. S. Fernando, 99; Tau, 90. C. Valladolid, 89; DKV Joventut, 92. Hoy: V. Menorca-W. Barcelona (12.30, TM/C33), P. Murcia-L. A. Bilbao (12.30, ETB/TAM), Etosa A.-Unicaja (12.30, PT2/C2A/TPA), G. Canaria D-Pamesa (13.00), Bruesa-A. G. Fuenlabrada (19.00) y Akasvayu G.-Granada (19.00).