En el laberinto de Ben¨ªtez

Quisiera ser libre, pero vive encajonado en el laberinto de Rafa Ben¨ªtez, donde el talento se supedita a los dict¨¢menes de los resultados, de las ecuaciones resultantes de impersonales programas de ordenador que deciden, en funci¨®n de par¨¢metros como los balones perdidos, los pases bien dados y los kil¨®metros corridos durante el partido, qui¨¦n debe jugar, antes incluso que los meros criterios resultantes del gusto, la t¨¢ctica y la intuici¨®n, bastante m¨¢s ingleses, bastante m¨¢s futboleros. All¨¢ donde Bill Shankly tomaba decisiones bebiendo el t¨¦ en el cuarto de las botas de Anfield, Ben¨ªtez manda y ordena. As¨ª que, entre otros Steve Gerrard (Whiston, 1980) sufre y padece las consecuencias. Ya casi nada queda de aquel talante que llen¨® de sentido diferencial al Liverpool hace d¨¦cadas, dando sentido hist¨®rico a una manera de vivir el f¨²tbol incomparable a los equipos de Londres, eterno debate de una sociedad venida a menos que ha deprimido incluso a su exitoso club de f¨²tbol. Metido en el laberinto, afectado de lleno por el s¨ªndrome Ben¨ªtez, Steve Gerrard no alza la voz, pero baja la cabeza y asume que est¨¢ en horas bajas. En el peor momento, seguramente de su carrera.

Carragher: "El problema no es Gerrard, sino que cada vez jugamos con menos car¨¢cter"

Protegido por el equipo, eso s¨ª. Ayer, Luis Garc¨ªa asegur¨®, de vuelta a Liverpool: "A Steve no le pasa nada. La gente se fija demasiado en ¨¦l y le da muchas vueltas a cosas que no existen. Todos tenemos altibajos y ¨¦l es un fen¨®meno que s¨®lo necesita nuestro apoyo si las cosas no est¨¢n saliendo bien". Y Carragher se apunta al discurso: "Nuestro problema no es Gerrard, nuestro problema es que cada vez jugamos con menos car¨¢cter", dijo el zaguero. Muy lejos del Chelsea, l¨ªder de la Premier, el Liverpool es noveno, tras 12 jornadas, con 17 puntos ganados, a 14 de los de Mourinho. A estas alturas, cualquier sue?o de ganar la Liga se ha esfumado. "Ahora, el objetivo es quedar entre los cuatro primeros", confes¨® Pepe Reina tras ser goleado por el Arsenal (3-0) el pasado domingo. Despu¨¦s de ganar un punto de los 18 disputados a domicilio -seis partidos en los que ha marcado un solo gol (Fowler, de penalti) y ha encajado 12- Gerrard insiste en que sigue siendo feliz en Liverpool y que no se le pasa por la cabeza marcharse de un equipo en el que ha disputado 353 encuentros, con el que ha anotado 65 goles y que le ha catapultado a una internacionalidad de la que ha disfrutado en 51 ocasiones. Pero, a decir verdad, su realidad deprime: si ya volvi¨® tocado del Mundial de Alemania, donde Inglaterra jug¨® de pena y ¨¦l bastante mal, su hija Lexlie est¨¢ en tratamiento contra la meningitis. A otro nivel, el deportivo, no juega donde quisiera, no mete goles -acaba de romper cuatro meses de sequ¨ªa goleadora marcando despu¨¦s de 25 partidos en el ¨²ltimo de la Liga de Campeones, frente al Girondins de Burdeos- y adem¨¢s, sigue encajonado en la banda derecha del juego ingl¨¦s cuando su deseo es jugar en el doble pivote, con absoluta libertad de movimientos, a lo Zidane o Del Piero. Pero, lesionado Sissoko, Ben¨ªtez prefiere a Zenden, aquel extremo del PSV que se reconvirti¨® a lateral en Barcelona y se convirti¨® en mito en Middlesbrough antes de fichar por el Liverpool.

Padece Gerrard las ataduras del cors¨¦ t¨¢ctico de Ben¨ªtez, pegado a la banda derecha, pero obedece y calla. Y si habla, lo hace creando grupo. "No pasa nada, me llevo muy bien con el entrenador, hablamos mucho, contrastamos opiniones y queremos lo mejor para el Liverpool", dice Gerrard que sabe de la invulnerabilidad de Ben¨ªtez. Noel White, poderoso e influyente notable de Liverpool se vio obligado a dimitir como directivo del club por invitar al espa?ol a marcharse muy educadamente. David Morse le pidi¨® a Ben¨ªtez p¨²blicas disculpas y le ofreci¨® la cabeza de White. "Todo lo que se dice sobre la mala relaci¨®n con el entrenador es basura. Me enferman estos rumores", se queja Gerrard, que en 2005 renov¨® por cuatro a?os, una apuesta personal de Ben¨ªtez, que fren¨® as¨ª su posibler marcha al Real Madrid.

Para colmo, los plazos de las obras del nuevo estadio en Stanley Park llevan retraso y costar¨¢n 50 millones de libras m¨¢s de los 200 presupuestados, con lo que la inversi¨®n en fichajes para el a?o que viene est¨¢ congelada. Ver a Gerrard liderar un Liverpool poderoso parece cada vez m¨¢s lejos.