La gran vida de Fujimori
El ex presidente, cuya extradici¨®n reclama Per¨² por 12 delitos, lleva un a?o en Chile, donde se dedica a la pesca, el golf y el turismo
Recursos financieros no le faltan al ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), que ya lleva un a?o viviendo en Chile a cuerpo de rey, esquivando la extradici¨®n solicitada por el Gobierno de Per¨² para juzgarlo por m¨¢s de una docena de delitos, que van desde la violaci¨®n de derechos humanos hasta el desv¨ªo de fondos p¨²blicos en su provecho, y otros actos de corrupci¨®n. El ex mandatario, de 68 a?os, sali¨® en libertad bajo fianza en mayo pasado, seis meses despu¨¦s de llegar sorpresivamente a Chile desde Jap¨®n el 6 de noviembre de 2005.
Fujimori vive en un lujoso barrio en las estribaciones de la cordillera de Santiago, en una casa cuyo alquiler supera los 1.560 euros mensuales, y en la que cuenta con protecci¨®n policial permanente. Juega al golf en un club privado, acude a restaurantes lujosos, ha viajado para pescar y comprar vinos a varias de las principales plazas tur¨ªsticas chilenas. Mientras no trabaja y s¨®lo disfruta, un prestigioso estudio jur¨ªdico se encarga de su defensa y, hasta el momento, ha logrado dilatar todo intento de extradici¨®n. Lo ¨²nico que no puede hacer Fujimori es salir de Chile.
El ex mandatario, de 68 a?os, sali¨® en libertad bajo fianza hace seis meses
Sus vecinos del barrio Apoquindo est¨¢n divididos entre quienes se alegran porque con la presencia de Fujimori ha aumentado la vigilancia y los que est¨¢n molestos porque atrae a las manifestaciones. En la ¨²ltima, 10 personas fueron detenidas.
En una de sus salidas al exclusivo balneario de Zapallar, a unos 120 kil¨®metros al noroeste de Santiago, aprovech¨® para visitar con su esposa (la empresaria japonesa de 39 a?os Satomi Kataoka), el popular puerto cercano de Quintero. Ah¨ª alquil¨® El Maestro, un peque?o bote pesquero, y no regres¨® con las manos vac¨ªas. Al volver, prepar¨® una de las delicias que ha hecho universal a la cocina peruana: un buen plato de cebiche (pescado crudo cocido en jugo con lim¨®n).
Sibarita dedicado, a la hora de ir a comer la nostalgia ha marcado sus preferencias. Suele ir al Mare Nostrum, un restaurante del barrio Providencia que ofrece pisco a la peruana, cebiches y mariscos. En un v¨ªdeo recientemente emitido en televisi¨®n, Fujimori aparece en una de las mesas del restaurante sonriente y relajado.
Cada vez que va a un sitio, aprovecha para conocer los alrededores. Viaj¨® al lujoso balneario de Santo Domingo, a 105 kil¨®metros al suroeste de la capital, y recorri¨® la zona rural circundante. Fue en su coche con lunas tintadas y comi¨® con un empresario local. Cuando viaj¨® al exclusivo Puerto Velero, una urbanizaci¨®n privada, sigui¨® rumbo a La Serena, una ciudad con bellas playas situada 450 kil¨®metros al norte de la capital, para hacer unas compras a un centro comercial con una de sus hijas. La prensa lo descubri¨®, pero ¨¦l logr¨® escabullirse de los focos.
En sus escalas tur¨ªsticas figuran tambi¨¦n Los Vilos y el lago Vichuqu¨¦n. Fujimori sigui¨® la ruta del vino en el valle de Colchagua, a 150 kil¨®metros al sur de Santiago, en una c¨®moda excursi¨®n por varias vi?as de exportaci¨®n, con escalas de degustaci¨®n desde las barricas mismas. S¨®lo en una ocasi¨®n tuvo un momento de tensi¨®n. En la sure?a Rancagua, distante a una hora de Santiago, un grupo de estudiantes de secundaria lo reconoci¨®. Corrieron tras ¨¦l y le gritaron "?Asesino!", mientras Fujimori escapaba en coche.
"Estoy constantemente viajando", afirm¨® el ex presidente peruano a la agencia Reuters, "lo que me ha permitido observar el desarrollo chileno, que en algunos aspectos es aplicable al Per¨²". Neg¨® estar "en plan de cocina o plan de pesca". "Yo salgo de aqu¨ª para conocer experiencias, igual que lo he hecho en Jap¨®n. Simplemente voy viendo los aspectos t¨¦cnicos", a?adi¨®.
Casi no ha hecho declaraciones desde que el Gobierno chileno le comunic¨® que no pod¨ªa efectuarlas y afectar las relaciones con Per¨². Sus cercanos dicen que sigue de cerca la pol¨ªtica peruana y que ha aprovechado el tiempo libre para empezar sus memorias. Para relajarse, practica golf en el club Las Brisas de Chicureo. Su hoy esposa le ense?¨® este deporte en Tokio. Se casaron este a?o por poderes. La ley japonesa autoriza el matrimonio a distancia.
Se retrasa la decisi¨®n
La petici¨®n de extradici¨®n del ex presidente peruano Alberto Fujimori probablemente no se resolver¨¢ hasta mayo de 2007, seg¨²n fuentes judiciales, considerando los pasos pendientes despu¨¦s de que el juez instructor, Orlando ?lvarez, cerrara la semana pasada la investigaci¨®n.
La defensa del ex gobernante ha solicitado reabrir el proceso para aportar m¨¢s antecedentes y el magistrado, a quien la Corte Suprema le requiri¨® celeridad, debe resolver en las pr¨®ximas semanas.
?lvarez explic¨® que ha dado al Estado peruano y a la defensa "todas las oportunidades que me han solicitado" para presentar pruebas. Frente a las preguntas del juez, Fujimori ha respondido en repetidas oportunidades "no recuerdo" y ha negado toda responsabilidad en los delitos por los que Per¨² pide su extradici¨®n. Sobre su relaci¨®n con el ex jefe de inteligencia, Vladimiro Montesinos, Fujimori ha declarado que s¨®lo fue "laboral" y que no hubo amistad entre ambos.
De la matanza de 15 civiles perpetrada en 1991 por un escuadr¨®n de la muerte llamado el Grupo Colina, ha dicho "no tener conocimiento ni idea de la existencia del Grupo Colina". El ex presidente tambi¨¦n ha negado los desv¨ªos de fondos de las privatizaciones a sus bolsillos y los de varios funcionarios de su Gobierno.
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