Un pa¨ªs de Garc¨ªas y Gonz¨¢lez

Mar¨ªa, con o sin Carmen, para ellas. Antonio y Jos¨¦, solo o en compa?¨ªa de otro, para ellos. Son los nombres que m¨¢s abundan en la poblaci¨®n de Espa?a. Hasta el punto de que de los casi 22 millones de mujeres, cerca de seis millones y medio tienen por nombre Mar¨ªa, casi siempre Mar¨ªa y algo m¨¢s. Entre los 22,5 millones de hombres, ocurre lo mismo con Jos¨¦, con tres millones de usuarios. Y de apellido, sobre todo Garc¨ªa: lo lleva en primer lugar en torno a un mill¨®n y medio de personas. Para otras tantas es el segundo. O sea, que consta en el carn¨¦ de siete de cada 100 residentes en Espa?a.

Y tras Garc¨ªa, Gonz¨¢lez, Fern¨¢ndez y Rodr¨ªguez (cada uno de ellos lo llevan de primero casi 900.000 personas). Si se les suman los siguientes de la lista -L¨®pez, Mart¨ªnez, S¨¢nchez, P¨¦rez, Mart¨ªn, G¨®mez y Jim¨¦nez- resulta que uno de cada cinco habitantes lleva de primer apellido uno de estos once. Este grupo copa tambi¨¦n los primeros lugares en las provincias con lengua aut¨®ctona (Garmendia, el primer apellido vasco en Guip¨²zcoa y aparece en el puesto n¨²mero 12, por ejemplo). La t¨®nica se rompe en Ceuta y Melilla, donde el m¨¢s abundante es Mohamed, que coincide adem¨¢s con el nombre masculino m¨¢s habitual.

As¨ª se desprende de la informaci¨®n que difundi¨® ayer, por primera vez, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) sobre la frecuencia de los apellidos en Espa?a y, tambi¨¦n, sobre los nombres m¨¢s habituales impuestos en el ¨²ltimo siglo. En este cap¨ªtulo se aprecian las modas por d¨¦cadas. En las mujeres nacidas desde comienzos del siglo XX hasta el final de los a?os 30, los nombres m¨¢s frecuentes son Mar¨ªa (campe¨®n absoluto) y Carmen. Entre las nacidas en los a?os 40 triunfa la uni¨®n de ambos, que se mantiene cuatro d¨¦cadas: Mar¨ªa del Carmen es el nombre m¨¢s frecuente de las nacidas desde esa d¨¦cada hasta finales de los a?os 70. Su hegemon¨ªa se rompe en los ochenta, por culpa de Laura, el bautismo favorito para las ni?as seguido de Cristina. Ya en los noventa, Mar¨ªa recobra su predominio, que mantiene ya entrado el siglo XXI. Ahora le siguen como m¨¢s frecuentes Luc¨ªa, Paula o Andrea.

Con los hombres ha sucedido algo similar. Jos¨¦ fue el nombre m¨¢s habitual hasta la posguerra, siempre seguido por Antonio. En los a?os cincuenta y sesenta Antonio fue el preferido, combinado primero por Jos¨¦, y luego por Manuel. En los setenta, David se convierte en l¨ªder absoluto hasta comienzos del siglo XXI. A partir de 2000, Alejandro se convierte en el bautismo m¨¢s frecuente, seguido por Daniel, Pablo o Adri¨¢n.

La estad¨ªstica global tambi¨¦n incluye los nombres de los extranjeros residentes. Los nombre m¨¢s frecuentes entre los ecuatorianos son Juan Carlos y Mar¨ªa Fernanda. Los marroqu¨ªes presentan un elevado ¨ªndice de coincidencia: el 14% de los hombres se llaman Mohamed, y el 8,8% de las mujeres, F¨¢tima.