De la cumbre de Kioto a Nairobi
He dejado de ser esc¨¦ptico: el cambio clim¨¢tico es el mayor reto que afronta el mundo". Quien lo dice no es un ecologista o un experto en clima, sino Tony Blair, primer ministro brit¨¢nico, y no es ni el primero ni el ¨²nico l¨ªder pol¨ªtico internacional que lo proclama. De momento, para hacer frente al reto, la principal herramienta internacional es el famoso Protocolo de Kioto, pero los cient¨ªficos ya han advertido que su efecto, con los objetivos actuales, ser¨¢ insignificante, que el calentamiento global no se detiene con sus t¨ªmidas medidas. Aun as¨ª, el cumplimiento est¨¢ suponiendo aut¨¦nticos quebraderos de cabeza para muchos pa¨ªses que se han comprometido, incluida Espa?a. Y el siguiente paso est¨¢ a la vuelta de la esquina: ya se est¨¢ discutiendo qu¨¦ hacer despu¨¦s de 2012, cuando termina el primer periodo del protocolo. ?ste ha sido un debate protagonista de la cumbre del clima reci¨¦n celebrada en Nairobi.
Lo ins¨®lito ahora es lo r¨¢pido que se produce este recalentamiento artificial y los efectos que genera
Los cient¨ªficos fueron los pri
meros, l¨®gicamente, en alertar, hace m¨¢s de 20 a?os, sobre el riesgo de que las actividades de parte de la poblaci¨®n humana, esencialmente los pa¨ªses desarrollados, estuvieran alterando el clima de la Tierra, y a instancias de un pu?ado de expertos, Naciones Unidas form¨®, en 1988, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Clim¨¢tico para estudiarlo.
El problema es que la inyecci¨®n acelerada de gases de efecto invernadero en la atm¨®sfera -debido sobre todo al uso de combustibles f¨®siles- eleva la temperatura en la superficie del planeta. El fen¨®meno en s¨ª no es raro. Al fin y al cabo la Tierra se ha calentado y enfriado muchas veces en sus miles de a?os de historia por la variabilidad natural del clima; lo ins¨®lito es lo r¨¢pido que se produce este recalentamiento artificial ahora, desencadenando efectos que ser¨¢n profundos y extensos, aunque no uniformes en todo el mundo.
El peligro era tan claro ya a principios de los a?os noventa que en la hist¨®rica Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en R¨ªo de Janeiro, se aprob¨® la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico, y cinco a?os despu¨¦s naci¨® el Protocolo de Kioto que la desarrolla.
Aunque el protocolo es un documento complejo que regula minuciosamente los mecanismos de su cumplimiento y abarca varios aspectos del problema, su esencia se resume en pocas l¨ªneas: los pa¨ªses desarrollados tendr¨¢n que haber bajado, en 2008-2012, sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,2% de media respecto a lo que emit¨ªan en 1990. Los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo est¨¢n exentos de este primer compromiso, atendiendo a lo que se llama la responsabilidad hist¨®rica, es decir, si el problema se desencadena por las emisiones generadas desde hace 150 a?os con la industrializaci¨®n, deben ser los pa¨ªses que la hicieron -y que ahora son desarrollados- los que empiecen a reducir dicha contaminaci¨®n.
Para despu¨¦s de 2012 la Uni¨®n
Europea defiende que hay que tomar medidas para evitar a toda costa que la temperatura aumente m¨¢s de dos grados (en lugar de los casi cinco predichos por los cient¨ªficos si no se toman medidas dr¨¢sticas). A partir de esa frontera los efectos del calentamiento ser¨ªan catastr¨®ficos y para no sobrepasarla las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales tendr¨ªan que haberse recortado entre un 60% y un 80% a mediados de este siglo. Con el cambio clim¨¢tico ya en marcha, los expertos recuerdan la necesidad de tomar medidas de adaptaci¨®n a sus efectos inevitables y ¨¦ste ha sido estos d¨ªas otro de los grandes temas en la cumbre de Nairobi, asociado a la ayuda que reclaman los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
El Protocolo de Kioto es defendido mayoritariamente tanto por ecologistas como por muchos expertos y l¨ªderes pol¨ªticos mundiales, primero porque es un camino de cooperaci¨®n internacional para afrontar un problema global, y segundo, por lo que tiene de primer paso adelante en el largo camino de actuaci¨®n contra el cambio clim¨¢tico. Sus cr¨ªticos se alinean en dos frentes: los que consideran que el acuerdo es in¨²til y los que lo rechazan porque temen que puedan tener efectos negativos en su econom¨ªa. Esc¨¦pticos respecto a la existencia misma del problema del clima quedan ya muy pocos.
Un total de 189 pa¨ªses son miembros de la convenci¨®n sobre cambio clim¨¢tico de Naciones Unidas, de los que 165 han ratificado, adem¨¢s, el Protocolo de Kioto, que entr¨® en vigor en 2005. El gran ausente en este ¨²ltimo -que no en la convenci¨®n- es Estados Unidos.
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