Lisboa recupera la fascinaci¨®n por las vanguardias de Souza-Cardoso
La Fundaci¨®n Gulbenkian recorre su trayectoria en una gran exposici¨®n
Se dice de ¨¦l que era conservador, tradicionalista y religioso. Amadeo de Souza-Cardoso vivi¨® apenas 30 a?os (naci¨® en 1887 y muri¨® durante la epidemia de gripe espa?ola que asol¨® Europa en 1918), y lo hizo todo a una velocidad de v¨¦rtigo. Nacido en Manhufe, peque?a parroquia del Douro, se fue a Par¨ªs con 19 a?os y volvi¨® a casa a los 27 huyendo de la guerra y empapado de modernidad. Tanto en Par¨ªs como desde el campo, aislado del mundo, Amadeo se las ingeni¨® para recorrer todas las vanguardias. Fue impresionista, cubista, futurista, expresionista, abstracto, predada¨ªsta, constructivista, folclorista... Siempre a su aire. La Fundaci¨®n Gulbenkian de Lisboa expone ahora 200 obras suyas y 80 de sus colegas de entonces (Modigliani, Gris, Malevich, Kokoshka, Picasso, los Delaunay...). Destacan dos joyas: una pintura de Modigliani que no se hab¨ªa expuesto nunca y la restauraci¨®n del cuadro de tema taurino Antes de la corrida, un amadeo desaparecido desde 1913.
Marginado por la geograf¨ªa, el salazarismo y la ceguera de los jerarcas del arte moderno, el nombre de Souza-Cardoso pas¨® gran parte del siglo XX arrinconado en los pies de p¨¢gina de los libros de arte. La espl¨¦ndida y abundante exposici¨®n de la Gulbenkian, titulada Amadeo de Souza-Cardoso, di¨¢logo de vanguardias, supondr¨¢ probablemente el final definitivo de esa injusticia: es la mayor muestra dedicada al pintor, re¨²ne algunas obras mal o poco conocidas (la mayor¨ªa de ellas viene de Estados Unidos) y sit¨²a al artista en su contexto: europeo y tan vanguardista como el que m¨¢s.
Seg¨²n la comisaria Helena de Freitas y su adjunta, Catarina Alfaro, que ultiman ya el cat¨¢logo razonado del artista, la exposici¨®n demuestra que Amadeo estuvo siempre "integrado en una familia art¨ªstica" cuyos apellidos se pueden ver en el cartel del Armory Show, la primera exposici¨®n de arte moderno realizada en Estados Unidos (1913). Ah¨ª, junto al artista portugu¨¦s, est¨¢n, entre otros, C¨¦zanne, Renoir, Van Gogh, Gauguin, Manet y Degas.
Como ellos, De Souza fue uno de los fundadores del arte moderno. Un fundador muy heterodoxo, por otra parte, pues aquel joven, hijo de un rico terrateniente y que ten¨ªa 12 hermanos, siempre rechaz¨® la ortodoxia: "No sigo ninguna escuela. Las escuelas murieron y nosotros, los j¨®venes, s¨®lo buscamos la originalidad".
Esa frase define su esp¨ªritu de b¨²squeda permanente. Probablemente, el secreto era su inmensa capacidad de trabajo. En la entrada de la exposici¨®n, junto a una gran foto del pintor, est¨¢n reproducidas las letras que escribi¨® en una tarjeta enviada a Robert Delaunay: "Je travaille". El lema, seg¨²n se ve en otras cartas escritas por el pintor, era su primer mandamiento. "Trabajo vertiginosamente". "Trabajo como un animal".
Aunque pens¨® estudiar bellas artes en Lisboa, se aburri¨® pronto de la capital y en 1906 se march¨® a Par¨ªs. Caricaturista precoz, empez¨® su aprendizaje en la Academia Viti, donde fue alumno de Anglada Camarasa. En ese primer a?o decisivo, pinta sus primeras obras serias y conoce a Amedeo Modigliani, del que se har¨ªa ¨ªntimo (una amistad peripat¨¦tica, fraguada durante largos paseos y eternos caf¨¦s en Montparnasse).
Gris, Jacob y Freundlich fueron otros compa?eros del alma de esa ¨¦poca, en la que De Souza se enamora de los flamencos primitivos (vivi¨® unos meses en Bruselas). Enseguida conoce al matrimonio Delaunay y entra en su circuito de exposiciones: expone en el XXVII Salon des Ind¨¦pendents, en el X Salon d'Automne y en 1911 en su propio estudio junto a Modigliani, que le regala el cuadro que ahora se expone por primera vez: un retrato femenino muy vertical, pintado en tonos azules que pertenece al coleccionista Jorge de Brito.
El otro tesoro, Avant la corrida o Before the bullfight, es un cuadro cubista lleno hasta los topes de caballos y figuras taurinas. Su rastro se perdi¨® tras ser expuesto en el Armory Show, que visit¨® Nueva York, Chicago y Boston, y ahora ha sido encontrado por Helena da Freitas despu¨¦s de haber pasado 93 a?os en paradero desconocido.
La comisaria puso un anuncio en Internet pidiendo informaci¨®n sobre algunas obras de Amadeo, y descubri¨® que el cuadro pertenec¨ªa a un coleccionista estadounidense. ?ste acab¨® contactando con la Fundaci¨®n Gulbenkian, que procedi¨® a restaurarlo.
La exposici¨®n est¨¢ repartida en dos plantas: arriba, "el recorrido circular presenta de modo m¨¢s n¨ªtido la evoluci¨®n de la obra de Amadeo cruzada con las de los otros artistas", se?ala Alfaro. Abajo hay sobre todo dibujos y obra gr¨¢fica, como las ilustraciones para el manuscrito de Flaubert La legend de Saint Julien L'Hospitalier (1911).
En 1914, Amadeo regresa a Portugal y se casa, en Oporto, con Lucie Pecetto, a la que hab¨ªa conocido en Par¨ªs. Vive en Manhufe, su aldea natal, en una casa magn¨ªfica, y pinta todos los d¨ªas, a todas horas. En 1916 expone por primera vez en Portugal. Presenta en Oporto 114 obras bajo el t¨ªtulo de Abstraccionismo. La exposici¨®n resulta un esc¨¢ndalo para el Oporto conservador y burgu¨¦s: Amadeo es agredido y acaba ingresado en el hospital.
No por eso se rinde: ese mismo a?o repite en las Salas da Liga Naval, en Lisboa: nueva bronca a golpes entre partidarios y cr¨ªticos. Almada Negreiros publica un folleto en el que afirma que la muestra es "el documento conciso de la raza portuguesa del siglo XX" y que Amadeo de Souza-Cardoso "es el primer descubrimiento de Portugal en la Europa del siglo XX". Dos a?os despu¨¦s, en Espinho (cerca de Oporto), la gripe espa?ola acaba con su vida acelerada y su enorme talento. Es s¨®lo el primer paso hacia el reconocimiento.
DI?LOGO DE ARTISTAS
La exposici¨®n est¨¢ abierta al p¨²blico en la Fundaci¨®n Gulbenkian hasta el 14 de enero (de martes a domingos, entre las 10.00 y las 18.00; viernes, de 18.00 a 24.00).
Es la mayor muestra dedicada nunca al pintor portugu¨¦s. Se exhiben
200 obras del artista
y 80 de otros creadores.
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