Volando voy
Japoneses hay muchos, y que adem¨¢s sean directores de orquesta, unos cuantos. Pero, de entre todos, apunten este nombre: Kazushi Ono. Mucho p¨²blico del que trasnoch¨® el jueves ya lo tendr¨¢ anotado entre sus favoritos, otros podr¨¢n verle en mayo al frente de la Orquesta Nacional y algunos afortunados en el Metropolitan o en Glyndebourne, donde debutar¨¢ enseguida. No es que sea precisamente una joven promesa, pues naci¨® en Tokio en 1960, pero s¨ª es de los que han ido trabajando despacito y con buen sentido, y eso se nota ahora. De Zagreb -su primera orquesta- a Bruselas -con la del teatro de La Monnaie ha venido a Madrid- el trayecto ha durado casi veinte a?os pero ha valido la pena.
Orquesta Sinf¨®nica de La Monnaie
Kazushi Ono, director. Obras de Debussy, Ravel y Shostakovich. Auditorio Nacional. Ciclo de la Complutense, 16 de noviembre. Madrid.
Con sus gestos, que recuerdan mucho -sobre todo la mano izquierda- a Claudio Abbado, Ono es capaz de sacar el m¨¢ximo partido de la muy apa?ada formaci¨®n belga, voluntariosa y entregada pero que, a todas luces, se le ha quedado peque?a. Pide cosas y se le responde bien, pero su arte habr¨¢ de lucir m¨¢s en otra orquesta de mayor fuste -es candidato a algunas de las mejores- una vez que ceda el testigo en Bruselas al brit¨¢nico Mark Wigglesworth. Por eso, de la sesi¨®n madrile?a destac¨®, por encima de todo, la claridad de ideas del director, la forma de plantear un programa nada f¨¢cil que fue del misterio bien conseguido del Preludio a la siesta de un fauno de Debussy a una Quinta de Shostakovich cuyo Largo fue dicho con una intensidad ins¨®lita, pasando por dos Ravel -La valse y el Bolero- en los que el estupendo concepto parec¨ªa pedir ese ¨²ltimo punto de virtuosismo sonoro que faltaba. Por cierto, y sin embargo, qu¨¦ buenos los dos saxofones.
Fue, pues, un concierto de esos que redimen de tanta mec¨¢nica rectora infalible pero ins¨ªpida. Y, desde luego, de los que ponen al oyente al borde de la butaca gracias al descubrimiento. Aqu¨ª, y desde el primer comp¨¢s, el de un nombre que sab¨ªamos que andaba por ah¨ª y que, al fin, se ha decidido a volar alto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.