S¨¦gol¨¨ne arrolla

La contundente victoria de S¨¦gol¨¨ne Royal en la primera vuelta de las primarias socialistas pone a la presidenta de Poitou-Charentes en el disparadero para convertirse en la primera presidenta de Francia el a?o pr¨®ximo. Su triunfo expresa una multifac¨¦tica ruptura con el pasado que abarca desde lo generacional hasta lo conceptual, pasando por el modo mismo de comunicarse. Y viene a subrayar, como anticipaban los sondeos, su condici¨®n de ¨²nica aspirante socialista capaz de medirse en esa carrera con Nicolas Sarkozy, la apisonadora presumible cabeza de lista de la derecha.

Royal ha arrasado a la vieja guardia y confundido por la amplitud de su victoria a la izquierda m¨¢s ortodoxa, que ve a la medi¨¢tica dama como un voluble peso ligero de la pol¨ªtica, presa de su adicci¨®n a los sondeos de opini¨®n. La realidad es que ni el ex ministro de Finanzas Strauss-Kahn ni el ex jefe de Gobierno Fabius han sido rivales de entidad, lo que muestra hasta qu¨¦ punto los mensajes m¨¢s rituales de la izquierda francesa se han quedado anclados en el t¨²nel del tiempo para muchos de los militantes del partido, especialmente los j¨®venes. La marejada inicial de S¨¦go, sin embargo, es quiz¨¢ la parte m¨¢s f¨¢cil de su arduo camino hacia el feudo masculino del El¨ªseo.

La candidata socialista, que no se ha caracterizado en los debates televisados que han precedido a estas novedosas primarias por la concreci¨®n de sus puntos de vista, tiene por delante la ingrata tarea de reconstruir un partido profundamente malherido por la elecci¨®n presidencial de 2002, cuando Lionel Jospin fue humillado en las urnas por el ultraderechista Le Pen. Lograrlo no va a ser f¨¢cil, habida cuenta de la aparente volatilidad de Royal y sus posiciones heterodoxas, que en algunos temas clave -educaci¨®n infantil y delincuencia juvenil- aproximan sus puntos de vista a los de Sarkozy.

Pero el mayor reto de la nueva campeona de los socialistas ser¨¢ devolver la flexibilidad a un partido anquilosado, cuya superestructura parece incapaz de debatir a fondo los verdaderos desaf¨ªos del siglo XXI. Francia pierde terreno desde hace a?os en todos los frentes respecto de las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas, y su izquierda tiene dificultades alarmantes para asumir los desaf¨ªos de un mundo progresivamente globalizado. Est¨¢ por ver si la arrolladora Royal es la persona capaz de inyectar ese aire fresco en el entumecido proyecto de su partido y de ilusionar a la mayor¨ªa de los franceses.