El tal¨®n de Aquiles ferroviario

El tal¨®n de Aquiles del servicio de Cercan¨ªas de Barcelona es la l¨ªnea C-2, que va de Sant Vicen? de Calders a Ma?anet pasando por Vilanova y Sitges, Barcelona y Granollers. Y sobre todo, el tramo comprendido entre Castelldefels y Barcelona. Ah¨ª se concentran las mayores obras que se realizan, sobre todo las de entrada del AVE a Barcelona. Pero, y eso es lo m¨¢s importante a efectos de repercusi¨®n en la red, es el tramo que funciona al l¨ªmite de la saturaci¨®n. En las horas punta no admite ni un tren m¨¢s, entre otras cosas porque tiene que soportar tambi¨¦n los mercanc¨ªas que entran y salen del puerto. El resultado es que el canto de un p¨¢jaro que provoque 15 segundos de retraso en un tren desbarata todo el esquema.

Adem¨¢s, hay algunas estaciones en las que si se para un tren los otros pueden bordearlo, pero en otras, como es el caso de la de Viladecans, eso no es posible, de modo que una incidencia acaba bloqueando, toda o en parte, la red.

El remate del riesgo lo producen las obras en la estaci¨®n de Sants. Est¨¢n tan cerca del lugar por donde pasan los trenes que se han construido pantallas para evitar la sensaci¨®n visual del peligro.

Cercan¨ªas de Barcelona transporta, aproximadamente, la mitad de pasajeros que la misma red de Madrid: 100 millones en Barcelona, frente a unos 200 millones en la capital de Espa?a. Hasta septiembre, los cercan¨ªas madrile?os hab¨ªan transportado 187 millones de pasajeros, y los de Barcelona, 101 millones. Pero el ¨ªndice de puntualidad en Madrid era del 98%, mientras que en Barcelona hab¨ªa ca¨ªdo al 92% y en alg¨²n mes de este a?o no ha superado el 90%.

El resultado es una ca¨ªda de pasaje en la l¨ªnea C-2, aunque en el resto ha seguido subiendo. El global queda casi en tablas con un incremento del 0,5%. Por meses, el peor fue septiembre, cuando Renfe se vio afectada a la vez por las lluvias y las aver¨ªas. El resultado fue una reducci¨®n del 5,05% del n¨²mero de usuarios.

Traspaso a la Generalitat

El Gobierno catal¨¢n buscar¨¢ un traspaso sin traumas. Es decir, pactado. Un pacto con todos los sectores: con el Gobierno central, pero tambi¨¦n con los sindicatos. Adem¨¢s, la idea es que se haga por fases y de modo progresivo. La primera fase de los traspasos deber¨ªa culminar en el a?o 2010, cuando entre en vigor definitivamente la normativa europea que liberaliza los servicios ferroviarios, que debe llevar a convocar un concurso sobre la explotaci¨®n del servicio.

El Departamento de Pol¨ªtica Territorial trabaja en el proyecto de traslado de Cercan¨ªas a partir de la experiencia del tren de La Pobla. Fue traspasado (totalmente, incluidas las v¨ªas y estaciones) a la Generalitat durante la pasada legislatura. Pero el Gobierno catal¨¢n firm¨® un convenio con Renfe para que siguiera prestando el servicio mientras adecua las instalaciones y adquiere material id¨®neo. Opera Renfe, pero el Gobierno catal¨¢n decide la frecuencia y calidad del servicio.

El Ejecutivo proyecta que los traspasos ferroviarios se?alados en el Estatuto se hagan de modo progresivo. Por ejemplo, primero el tramo que conecta con el tren de La Pobla en Lleida. A partir de ah¨ª se organizar¨¢ un servicio que dote de un tren tranv¨ªa a Lleida, Cervera y T¨¤rrega, utilizando la l¨ªnea existente entre Lleida y Manresa. El segundo traspaso podr¨ªa ser el de la l¨ªnea entre Vic y Puigcerd¨¤. El tercero, el de la l¨ªnea del Maresme.

Ahora bien, estos traspasos tienen que ser limpios. "Queremos una l¨ªnea en condiciones, lo que significa que el ADIF tiene que invertir previamente en estas v¨ªas", dice el secretario de Movilidad, Manel Nadal. Invertir quiere decir que todas las redes de Cercan¨ªas (ampliando estos servicios a otras capitales, adem¨¢s de Barcelona) deben tener doble v¨ªa. En estos momentos no la tienen ni tramos enteros de la l¨ªnea de Vic (casi el 70% es v¨ªa ¨²nica) ni la que va de Arenys de Mar a Blanes. En la zona de Castelldefels tiene que haber otras dos v¨ªas, adem¨¢s de las existentes.

Las inversiones no se acaban en las v¨ªas. Hace falta adecuar tambi¨¦n las estaciones, cerr¨¢ndolas en sus accesos, de modo que se controle el billetaje, y tambi¨¦n adapt¨¢ndolas a las personas de movilidad reducida. Finalmente, hay que potenciar el intercambio entre Renfe y otros modos de transporte. Adem¨¢s, se deben dotar de personal las estaciones.